Sansa Stark: un camino de dolor y aprendizaje

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Sansa Stark: un camino de dolor y aprendizaje

04 Mayo 2019

Por Agustín Mina

Sansa nació en una familia noble y de poder hija del señor del norte, Ned Stark. Al igual que sus hermanos, Sansa recibe un pequeño lobo huargo (direwolf) al comienzo de la serie, los mismos estarán fuertemente relacionados a las personalidades (y destinos) de sus dueños. Ella nombrará al suyo “Lady” (señorita) lo cual no debe sorprendernos ya que, en sus primeros momentos, su personaje representará el clásico estereotipo de princesa: una mujer delicada que se dedica a aprender “cosas de señoritas” con el resto de las mujeres del reino y que sueña con casarse con un príncipe azul y vivir el resto de sus días en un castillo. Por ello, su sueño se vuelve realidad cuando se le presenta la chance de casarse con el príncipe Joffrey.

Durante el viaje a la capital y luego de un incidente, su mascota “Lady” es ejecutada por orden del Rey. Este momento marca cómo la inocencia en Sansa comienza a apagarse. Más adelante en la primera temporada, su sueño se convierte en una pesadilla. Su prometido resulta ser un sádico violento, y su padre es ejecutado bajo su orden.

Comienza a gestarse en Sansa un proceso de transición de la princesa dócil a política astuta. Sin embargo, es importante recordar que su personaje sufrió mucho odio por parte del público de GOT (Juego de Tronos), posiblemente en contraste con el fanatismo por el personaje de Arya, quien se rebela al mandato de ser una lady.

Esto pone de manifiesto una valoración negativa de la femenidad en los roles de mujeres “fuertes”, siendo que para dar es impresión deben adoptarse gestos y rasgos masculinos. Pero Sansa es, sin lugar a dudas, la mujer más fuerte de toda la serie: sobrevive horrores, abusos, pérdidas y traiciones estando sola la gran mayoría del tiempo y haciendo lo necesario para continuar. Incluso Arya reconoce, cuándo vuelven a reunirse, que ella jamás habría podido pasar por todo lo que ella pasó y sobrevivir.

Sansa sobrevivió, y supo sacar lo mejor de cada uno de los horrores que le tocó atravesar: se forjó un lugar en el mundo. Esto es útil para poner en perspectiva los diferentes tipos de fortaleza y romper con la idea de que fuerza sólo significa poder matar a alguien. Sansa es fuerte en sus propios términos.         

Hay dos constantes en su vida: el sufrimiento y el poder. Su personaje siempre sufrirá en manos de aquellos y aquellas en el poder o, en su defecto, será utilizada y luego traicionada por quienes desean el poder. Es curioso el hecho de que en una serie como Game of Thrones (Juego de Tronos) de ambiciones e intrigas políticas, un personaje como Sansa que no quería más que casarse y ser feliz se haya visto envuelta todo el tiempo en luchas por el poder y el trono. Y es curioso cómo cuando finalmente regresa a su hogar termina gobernándolo.

Esto sucede cuando después de un largo y tortuoso recorrido, vuelve a casa, pero esta vez, libre. Es libre por primera vez desde los primeros capítulos de la serie.

Sansa llega al final de la serie cómo una mujer totalmente diferente, moldeada por todo lo que aprendió de su viaje y de la gente a su alrededor, habiendo absorbido sus enseñanzas pero también habiendo aprendido de sus errores. Como resultado de toda esta miseria tenemos hoy a una de las mujeres más inteligentes de la serie y, de acuerdo con muchas opiniones, a la más apta para ocupar el trono de hierro o, en su defecto, el del norte.

Lamentablemente, el trayecto y la transformación de Sansa sólo fue visible para los espectadores: el resto de los personajes de la serie, como su hermano mayor Jon, siguen viéndola como la niña que alguna vez fue y por esto (y por ser mujer) su voz no es escuchada. Tendrá que salvar a su hermano en “la batalla de los bastardos” después de haberle advertido que su plan no iba a funcionar y tendrá que exponer el complot de Littlefinger (Meñique) para quedarse con el trono del norte para que la gente comience a reconocerla y respetarla y, de este modo, lograr sentarse donde alguna vez se sentó su padre, ostentando el título de Lady of Winterfell (Señorita de Invernalia).