“Nosotras podemos construir poder a partir del feminismo popular”

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“Nosotras podemos construir poder a partir del feminismo popular”

08 Marzo 2020

Por Ludmila Sueiro 

Agencia Paco Urondo: Usted llega a la intendencia de Quilmes, luego de un recorrido en la militancia política y social, ¿Qué importancia reconoce en la participación de las mujeres en esta militancia? 
Mayra Mendoza: La realidad es que hace muchos años que vengo preparándome para ejercer este cargo. Nací en la zona oeste del distrito en un barrio con calle de tierra. Mis padres formaron parte de la organización de esos vecinos buscando mejoras para el barrio. Luego, ya formando parte de la militancia, de un proyecto político, desde La Cámpora, fui construyendo un camino. Sé que trabajando desde el Estado uno tiene mayores responsabilidades y esta es la responsabilidad más grande porque hay temas muy complejos por atender, que requieren de una sensibilidad distinta.
Con respecto a las mujeres, no lo digo yo, lo dijo Cristina: a nosotras todavía nos cuestan bastante más las cosas. Y a las mujeres militantes del campo nacional y popular más.
Estoy convencida de que las mujeres venimos a mejorar sustancialmente la política y la gestión del Estado al hacernos cargo de aquellos espacios que siempre fueron reservados a los hombres. Y para contar con una real igualdad de géneros, para lograr políticas públicas con perspectiva, para que existan iguales oportunidades para mujeres y hombres, necesitamos más mujeres y mujeres feministas en lugares de decisión.

APU: ¿Cuál le parece que es el rol del movimiento de mujeres que forman parte del campo nacional y popular en este contexto de la cuarta ola? 
M.M: Asumimos con la intención de tener una gestión militante. Creemos en el vínculo, en el contacto con la ciudadanía. El hecho de estar en contacto con los vecinos y las vecinas de manera constante como lo hacemos, disminuye el margen de error de los gobernantes.
Las mujeres debemos animarnos a disputar poder real. Nosotras podemos construir poder a partir del feminismo popular. Nuestras prácticas y formas son distintas y absolutamente válidas. Y eso es lo que nosotras tenemos que tener en claro.
En Quilmes, es la primera vez en la historia de nuestro distrito que una mujer es electa para ocupar la intendencia municipal, y voy a trabajar incansablemente para concretar el sueño colectivo de la igualdad de oportunidades para las mujeres y diversidades. 
Asumimos este compromiso con mucha responsabilidad pero también con mucha convicción. Porque cuando decimos que somos un municipio feminista, disidente, plural, diverso e inclusivo lo demostramos en los hechos. Porque somos lo que hacemos y vamos a hacer políticas públicas para proteger a las mujeres y a las diversidades.
Queremos más mujeres en los espacios donde se toman las decisiones y, también, más hombres con perspectiva de género.

APU: ¿El lugar de las mujeres en la participación política tiene un cambio con la presidencia de Alberto Fernández? ¿Cómo repercute el difícil contexto social y económico en su participación?
M.M: El feminismo como movimiento político insoslayable que venimos gestando las mujeres desde hace décadas y particularmente desde 2015 con Ni Una Menos, hoy se encuentra reafirmado y toma un nuevo impulso a partir del pensamiento y compromiso de Alberto Fernández con respecto a la importancia de garantizar nuestros derechos y de trabajar sobre todas las desigualdades de género económicas, políticas y culturales. Ese cruce intergeneracional que se tradujo en un fervor de mujeres en las calles y pibas en los centros de estudiantes de todo el país hoy tiene cauce. Ahora sí nos ven.
Desde el vamos, somos muchas menos las mujeres que podemos participar políticamente. La difícil situación económica y social que estamos atravesando tras 4 años de regresiones en derechos sociales que dejaron bajo la línea de pobreza a más 4 millones de argentinas y argentinos repercute principalmente en la participación de las mujeres, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre nosotras. La tasa de desempleo es mayor en las mujeres, sin embargo somos las que más trabajamos en actividades no remuneradas que afectan nuestra autonomía económica y nuestro tiempo para participar políticamente o para otras actividades. Por eso es fundamental que quienes tenemos la oportunidad de ocupar roles institucionales en el Estado, pongamos especial énfasis en trabajar sobre el cuidado a las mujeres y niñxs para afrontar las distintas desigualdades y violencias que padecemos sólo por el hecho de ser mujer. 
Creo que estamos ante un cambio de época con viento a favor para la restitución de derechos y para lograr nuevas transformaciones con justicia social. La participación en general de las mujeres en distintos espacios de toma de poder no es algo que se pueda circunscribir a una fecha o a una persona, es un proceso en el que sin dudas Alberto está alineado y eso facilita las cosas. El papel clave de la educación, la implementación real de la ESI en las escuelas y el acompañamiento de la sociedad civil en su conjunto van a ser fundamentales para lograr erradicar los valores patriarcales y violentos, y ayudar a derribar estereotipos de género.

APU: ¿Qué significa la figura de Cristina Fernández de Kirchner en la construcción un feminismo popular?
M.M: La figura de Cristina Fernández de Kirchner es determinante. Para las mujeres siempre es todo más difícil, pero con trabajo, si tenemos actitudes claras, si hacemos buena gestión, si contamos con una formación y una construcción política, no tengo dudas de que vamos a superar esa barrera. Siempre digo que en la historia de la Argentina tuvimos mujeres como Evita, tenemos mujeres como Cristina Fernández de Kirchner, quienes rompieron el techo de cristal para todas nosotras, las que venimos trabajando desde la militancia y desde la política. Un dato para tener en cuenta: hoy sólo seis mujeres ocupan el rol de intendenta de los 135 municipios que hay en PBA. El rol de la mujer cambió. El feminismo nos va a abrir puertas y caminos con los que antes no contábamos. Creo que estamos en el rumbo de poder deshacer el género y eso nos plantea nuevos objetivos y por lo tanto, nuevos desafíos.