Alcaraz: "Preocupa que se haya mantenido el número de femicidios durante la cuarentena"

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Alcaraz: "Preocupa que se haya mantenido el número de femicidios durante la cuarentena"

15 Abril 2020

Por Ludmila Sueiro | Colaboración de Miguel Martínez Naón

AGENCIA PACO URONDO: Teniendo en cuenta el Aislamiento Social Obligatorio que está atravesando el país, ¿qué rol le parece que cumple el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad? ¿Qué tan importante es la comunicación de las políticas públicas?

Florencia Alcaraz: Creo que estamos frente a una crisis sanitaria que es una crisis de los cuidados, tiene un triple impacto de género al menos. Primero porque afecta la salud de las mujeres, que somos mayoría en el sistema de salud. Porque sabemos que el acceso a derechos sexuales y reproductivos, a la anticoncepción y al aborto legal se ve afectado.

En segundo lugar, la crisis recrudece la doble jornada laboral y pone sobre las espaldas de las mujeres, adolescentes, niñas, lesbianas, travestis y trans, los trabajos de cuidado no reconocidos, y a la vez coloca a muchísimas en una zona de riesgo enorme, como aquellas que están encerradas en sus casas con abusadores y agresores. Además, se complica el hecho de pedir ayuda a los distintos canales de contención. Esto sin contar el impacto económico que como toda crisis va a tomar más fuerzas sobre ellas. Hay que pensar esta crisis con una perspectiva feminista, interseccional, que pueda cruzar clase, género, raza y edad.

APU: ¿Aumentaron los casos de femicidios?

FA: Quizás es muy pronto para elaborar conclusiones, pero hay algunos datos que preocupan: como por ejemplo que en este contexto se haya sostenido la cifra de los femicidios, si bien no aumentaron tenemos el mismo número que el año pasado para marzo. En 2019 hubo 33 asesinatos por razones de género, ahora fueron 34. Esto no sorprende. La Organización Mundial de la Salud ya había declarado hace años a la violencia de género como un problema de salud global de proporciones epidémicas. Es un problema realmente grave que los femicidios no hayan disminuido (otros delitos sí lo hicieron), y que a la vez hayan aumentado los pedidos de ayuda, hay que hacer un análisis a futuro. Hubo un aumento del 39% de los pedidos de ayuda a la línea 144, pero a la vez bajaron los pedidos de ayuda en la justicia, donde el pedido es de manera presencial, generalmente en estos dispositivos es donde se reacciona más rápidamente y se elabora una medida de protección inmediata.

Todos estos datos hay que mirarlos más adelante, pero con la preocupación de que se sostuvieron los femicidios durante el aislamiento y con la preocupación de quienes están encerradas con sus abusadores y agresores. Más allá de este panorama bastante hostil tenemos un Ministerio de Salud de la Nación, que hasta hace unos meses no teníamos, y con un novedoso Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, y su réplica en la Provincia de Buenos Aires. Se están tomando medidas desde la perspectiva feminista, es fundamental que se fomente se potencie la comunicación de las medidas, todas las mañanas hay una conferencia de prensa, donde se actualizan los números de positivos, los repatriados, la cantidad de fallecidos y también estaría bueno ver especialistas en género que comuniquen lo que se está haciendo. Esta crisis expone y evidencia las desigualdades, muestra cómo funcionan las sociedades. Hay una mesa interministerial, un comité de crisis, y ahí el Ministerio de las Mujeres no está, más allá de que se están tomando varias medidas. Las mujeres estamos al frente, en el sistema de salud, pero no estamos en los lugares donde se toman decisiones. 

APU: ¿Cómo analiza las medidas tomadas por el Ministerio para la realización de denuncias, como por ejemplo la línea 144 (llamado o whatsapp) o el barbijo rojo?

FA: Más allá de los refuerzos de asistencia que entiendo se están haciendo, más allá de la campaña para difundir la línea 144, y de lo que tiene que ver con la atención del hambre, porque también desde el Ministerio se está asistiendo a la necesidad de comida. Algo tan básico para la comunidad travesti y trans en estos momentos, con viandas, con asistencia alimentaria, y con la incorporación de programas de trabajo a la población travesti y trans, y a las mujeres en situación de violencia, estas son algunas de las medidas que se están tomando. Pero es urgente que se piense, en esta crisis, políticas de cuidado específicas, políticas que empiecen a pensar en la deuda doméstica que el Estado tiene con las niñas, las adolescentes, las mujeres, las lesbianas, las travestis y las trans, y a su vez que se piense en la autonomía económica. Hay algunas medidas pero es fundamental el eje de la autonomía económica, en este contexto de crisis tan tremendo. Esos son para mí los dos ejes fundamentales, la agenda de los cuidados y la autonomía económica. También estamos a la espera de iniciativas novedosas, creativas. Vi en Córdoba que el Centro Integral de varones está trabajando. En Catamarca se habilitó la línea Varones, que también me parece interesante, nuevas propuestas que puedan abordar esta problemática desde distintos ejes. 

APU: En este contexto, la discusión por la legalización del aborto ha quedado postergada, ¿Cómo analiza el mapa de discusión sobre le proyecto?

FA: Queremos que se garanticen los derechos sexuales y reproductivos, hay provincias donde obstaculizan estos derechos y en este contexto se aprovechan usando el coronavirus como excusa están obstaculizando el acceso al aborto legal y el acceso a la anticoncepción. Ahí está trabajando fuertemente el Ministerio de Salud, sobre todo el área que dirige Valeria Isla. Si bien la lucha por el aborto está en pausa y en el Congreso no se puede sesionar creo que quienes militan por esta causa tienen que llegar a aquellas mujeres que están en sus casas atravesando un embarazo no deseado, para que sepan que tienen derecho al aborto, y para que el estado no les dé la espalda. Tienen derecho al aborto en caso de violación, o que peligre su vida, nuestros esfuerzos militantes tienen que estar puestos en difundir, en comunicar, en dar información útil, y hacerles llegar a esas mujeres que no están solas. 

APU: ¿Cómo le parece que sigue la agenda militante feminista en Argentina en este contexto? 

FA: La agenda militante feminista hoy tiene que estar puesta en articular cada vez más luchas y poder seguir profundizando la transnacionalización, por un lado, y por otro, tener una perspectiva interseccional que pueda tener una mirada que piense en temas de migración, que piense en el acceso a la vivienda, que ponga en eje en la precariedad de las vidas que tenemos muches sujetes y que pueda articular esas luchas. Si bien Ni Una Menos puso en evidencia el problema de los femicidios y pudo sensibilizar y bajar la vara de la tolerancia hacia la violencia machista, después los paros pusieron en evidencia el aporte económico de las mujeres, travestis, lesbianas y trans al sistema productivo, ahora el desafío es articular aún más luchas. Además de la migración, el derecho a la vivienda, tenemos que artícular más con las juventudes y con la agenda que marca la lucha ambiental. Todas estas luchas coinciden en poner en el centro la vida digna.

APU: ¿Cómo considera que tendría que ser esa articulación? 

FA: La crisis que arrastramos del macrismo, sumada a la crisis sanitaria y de los cuiddos que hoy atravesamos expone el panorama de la enorme precarización laboral. Ahí el feminismo tiene que articular con aquelles que son sujetes de esta precarización, mayoritariamente son migrantes muchas veces. Estoy hablando de trabajadores de plataformas, por ejemplo. Y hace un rato mencionaba la problemática de la vivienda que tiene que estar articulada a la demanda feminista hoy en día, porque ya lo sabemos: hoy es un privilegio cumplir con la consigna “quedate en casa”, no para todes es posible quedarnos en casa. Por otra parte, otro de los desafíos que tenemos como militantes feministas es no dejar de demandarle al Estado, hoy tenemos algo novedoso, impensado en otros momentos que es un Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad. Tenemos feministas en distintos espacios del Estado pero no tenemos que ceder en esa demanda, en esa disputa, más allá de que hoy en día haya compañeras en esos espacios, el activismo en las calles siempre tiene que estar por delante del Estado.