Cuestionario camorrero: Macarena Moraña

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Cuestionario camorrero: Macarena Moraña

29 Agosto 2020

Por Hernán Casabella

La nota contiene lenguaje inclusivo por decisión del autor y de la entrevistada.

Macarena Moraña nació el 12 de julio de 1977. Es madre de Ángela y Violeta. Lleva el nombre de la patrona de los toreros y vive en la zona norte del Gran Buenos Aires. Toma mate, lee y escribe todos los días. Tiene un andar tranquilo, pausado, sin apuro. Transmite de manera contundente el gusto y el placer por escribir y por leer. Escribe a mano, es una cronista del momento, capaz de desvelarse y tomar notas. Siente tener el mejor trabajo del mundo. Es hincha de Racing, le gusta trabajar en el jardín de su casa, a pura intuición. Hace años que no se corta el pelo. Piensa cada acontecimiento en clave narrativa. Todo es muy personal: el libro y el momento. Reconoce que el amor por algunos autores fue no amor en otros tiempos, sentencia que el amor prevalece. Se entristece y enoja con facilidad.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cuál fue el primer libro que leíste completo y sin obligación de hacerlo?

Macarena Moraña: Papaíto piernas largas, de Jean Webster.

APU: ¿Los libros se leen hasta el final o se abandonan? (Si abandonaste alguno, ¿cuál fue y cuál es la anécdota que valga la pena?)

M.M.: Claro que es válido abandonar un libro, lo hago muy seguido. Hace unos días volví a Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, de Rilke. Libro que, pese a que me fascina, abandono siempre a la misma altura. Rara vez el hecho de abandonar un libro tiene que ver con que no me guste.

APU: Los libros, ¿se compran, se regalan, se prestan, se pierden, se devuelven, se venden, se roban?

M.M.: En ese orden.

La Agenda - Ideas y cultura en la Ciudad — Un cuentoAPU: ¿Cuáles son tus libros preferidos de la literatura argentina?

M.M.: Hoy digo Los galgos de Sara Gallardo; Boquitas pintadas, de Manuel Puig y El limonero real, de Juan José Saer.

APU: ¿Cuáles son tus libros preferidos de la literatura universal?

M.M.: Hoy digo La metamorfosis, de Franz Kafka y El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.  

APU: ¿Hay algún personaje de la literatura con el que te sentís identificada?

M.M.: Más que con un personaje con cómo sienten o actúan algunos de ellos, y eso me pasa muy seguido porque soy una lectora muy crédula, algo infantil quizás. Sobre todo ocurre cuando el texto consigue trasladarme a esa dimensión en la que no hay distancia, en donde lo que leo es lo que ocurre y por tanto formo parte. La lectura para mí es también un juego, y disfruto mucho pensarme personaje, imitarlo, actuar cómo él, decir sus parlamentos en voz alta. No obstante, cuando leí la pregunta, pensé en el personaje de Middy, la nena del cuento “La botella de plata” de Truman Capote, que en cada lectura me lleva a una sensación de infancia muy nítida, como si me hiciera recordar algo que no me pasó. Y también, ya con más pretensión, me identifico con algunas de las mujeres creadas por Silvina Ocampo.

APU: Así de arrebato, ¿qué final te viene a la memoria?

M.M.: Estuve durante días inmersa en la lectura de las novelas breves de Juan Carlos Onetti, y el final de Los adioses lo releí varias veces (ahorita, recién, de nuevo) El final es el último de los adioses, el que cierra ese plural inmejorable. Encontrar un buen final para las historias es uno de los grandes desafíos para les escritores. Leí hace poco unas palabras de Carlos Mastronardi acerca de la necesidad de inventar un lenguaje exclusivo para los finales. Coincido.

APU: ¿Cuándo comenzó tu gusto por la escritura?

M.M.: Alguna vez habré tocado un libro por primera vez y debo haberme preguntado qué sería esa cosa. Ojalá recordara esa experiencia.

APU: ¿Tenés alguna rutina al escribir?

M.M.: Puedo hacerlo en cualquier lado y de cualquier forma. Cuando viene el impulso escribir es lo único que me importa.

APU: ¿Tenés objetos fetiches que te sean vitales al momento de escribir?

M.M.: Mi cuaderno.

APU: ¿Lenguaje inclusivo en la escritura sí o no?

M.M.: Sí.

APU: ¿Cuál es tu opinión sobre las presentaciones de libros y los ciclos de lecturas?

M.M.: Durante la pandemia hubo noches en las que imaginé encuentros, conversaciones, abrazos. Había mucha gente querida y admirada. Nos leíamos, nos reíamos, nos emborrachábamos y nos contábamos secretos. Extraño los ciclos de lectura, las presentaciones de libros, el encuentro, los chismes. Es la parte social del asunto y solía disfrutarla mucho.

APU: ¿Cómo se lleva tu literatura con el insomnio, con las noches, con los vicios?

M.M.: Cada tanto el insomnio es mi tragedia, y cuando aparece me dramatizo íntegra sintiendo que no volveré a dormir jamás. Hace poco leí Insomnio, de Marina Benjamin, y me sentí comprendida. Con los vicios me llevo pésimo; no conozco a nadie que haga buenas migas con sus vicios.

APU: ¿A quién releés periódicamente?

M.M.: Releo mucho a Cortázar, sus ficciones y sus textos sobre el oficio. Y últimamente no me despego de un manual de gramática castellana de Editorial Labor.

APU: ¿Qué tres autores argentinxs reeditarías?

M.M.: Se ha reditado mucho de lo que yo esperaba. Reeditaría la obra de Néstor Perlongher.   

Los escarabajos by Macarena MorañaAPU: ¿Qué opinás de la literatura argentina de la última década?

M.M.: ¡Pasaron tantas cosas en todo ese tiempo! La literatura local creció y se pluralizó, hubo y hay movimiento, avance, cambios constantes. Se empezó a levantar la mano con deudas históricas, se resistió con estoicismo y militancia a un gobierno lapidario con la cultura que nos dejó heridas de las que todavía no terminamos de curarnos. Pero pese a todo, se expandió, muchxs de nuestrxs autores son leídos y premiados en otros países, las editoriales independientes le buscaron la vuelta para seguir editando. Espero que una vez pasado este apocalipsis se logre leer sin sentir que es una actividad privativa.

 APU: A calzón quitado, ¿leés a tus contemporánexs o solo leés las contratapas?

M.M.: Con y sin calzón digo que me encanta leer contemporáneos, y también darlos a leer en los talleres. Me parece fundamental leer lo que se está escribiendo.

APU: ¿Qué estás leyendo actualmente?

M.M.: Desierto sonoro, de la mexicana Valeria Luiselli. Una manera de viajar en estos tiempos detenidos.

APU: ¿Cómo surgió la idea de Los escarabajos, en qué te inspiraste para escribirlo?

M.M.: Creo que la idea vivía en mis recuerdos, y estuvo ahí hasta que me puse a escribir. El primer acercamiento se dio en el taller de Guillermo Saccomano. Salió una especie de cuento que funcionó de punto de partida. 

 APU: ¿Te preguntaste qué será de la vida de Juan, el protagonista?

M.M.: Claro. Con los personajes de Los escarabajos me vinculé de una manera muy profunda, y hace unos años arranqué a escribir la historia de los hermanos: Pablo y Yanina. La di por terminada hace unos meses y desde entonces no volví a ella, ni a leerla ni a escribirla.

APU: La enamorada del muro es un libro de cuento protagonizado por mujeres que...

M.M.: Que aman, que lloran, que beben, que no pueden, que crían, que insultan, que pegan, que se desnudan, que se masturban, que se flagelan, que sangran, que fuman, que patean, que aúllan, que odian.  

APU: ¿Lográs escuchar a tus personajes? ¿Qué relación terminás construyendo con ellos?

M.M.: Escuchar es fundamental. Hay que saber qué y cómo dicen. Qué palabras usan, sobre qué asuntos conversan, cómo llaman a los suyos, en qué creen, qué los avergüenza, cómo putean. No importa si eso luego forma parte o no del texto, hay que saberlo. Un alto porcentaje de la escritura tiene que ver con escuchar, y no sólo las palabras, sino también los espacios entre ellas, los silencios, el ritmo y la musicalidad de las voces, las tonadas, la pronunciación. Anoche, al otro lado de la medianera, escuché silbar a mi vecino y pensé con pena que mis personajes no silban y que ha de ser porque yo no lo hago. Eso va a cambiar, me dije. Me quedé escuchándolo hasta el final, pensando en cómo describiría ese silbido.

APU: Lo próximo de Macarena Moraña es…

M.M.: Si sobrevivimos, es posible que se venga la novela de los hermanitos. También está dando vueltas un libro de crónicas, y un poco más lejano, uno de cuentos.

APU: ¿La escritura puede aprenderse en un taller?

M.M.: En los talleres se lee y se escribe constantemente, y entiendo que es el único modo en que puede pasar algo que, en el mejor de los casos, es el encuentro con la voz escrita, con el lenguaje propio. Más que enseñar a escribir creo que se invita a pensar los textos desde adentro, tanto los que se escriben como los que se leen. Suelo decir que hay un trabajo subliminal que se va dando debajo de los debates, análisis, lecturas, textos, que va generando un cambio de mirada, de percepción. Disfruto muchísimo ser testigo de esos procesos.

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Biografìa

Macarena Moraña publicó la novela Los escarabajos (Alto Pogo, 2015), el libro de cuentos Indómitas, a través del Ministerio de Cultura, participó en la antología Taco Aguja y en dos novelas de la editorial Pelos de Punta. Escribió los libros infantiles El secreto de mi abuela Leonor y Cuando yo lo decida, para el proyecto Mundo Cronopio, de España. En 2019 publicó el libro de cuentos La enamorada del muro, por Indómita luz.