La violencia política es un escenario constante en el país centroamericano, que con el golpe de Estado de 2009 inauguró la serie de interrupciones institucionales por vía parlamentaria que continuaron Paraguay y Brasil. En siete años se han registrado 48 mil muertes violentas. “Se corre el riesgo de una guerra civil”, advierte el pastor, médico y militante social Rigoberto Ulloa.
La agenda mediática hegemónica omite u olvida la situación en Honduras, donde la violencia política no da tregua. Los asesinatos de opositores caen en la impunidad y se conforman en la principal herramienta de control social de las clases dominantes que gestaron el golpe de Estado de 2009 y preparan ahora la continuidad de las condiciones que propició.
Poco antes de su muerte, el diario italiano Il Manifesto entrevistó a Berta Cáceres. Militante ambientalista, feminista e indegenista hondureña, Cáceres fue asesinada en la noche del 2 al 3 de marzo. Un día más tarde hubiera cumplido 43 años. Ese jueves 4, Il Manifesto publicó la entrevista, que permanecía inédita. AGENCIA PACO URONDO la reproduce hoy, íntegra y en español.
Referente ambientalista y opositora al golpe de 2009, vivía bajo constantes amenazas. Aunque la versión oficial procuró instalar el relato de un homicidio en ocasión de robo, todo indica que se trata de uno más entre la larga lista de asesinatos políticos en Honduras.
Era una referente ineludible en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Según consignan las crónicas, un grupo de sicarios ingresó a su vivienda a la 1 de la mañana, y la asesinó mientras dormía, hiriendo a su hermano que intentó defenderla.
Son cientos de miles los pobladores de El Salvador, Guatemala y Honduras que huyen de sus tierras escapando de la violencia. Personas atrapadas entre el abandono del Estado y las políticas xenófobas de los países vecinos.