El refugio atómico: multimillonarios frente a una posible guerra mundial
De los creadores de las exitosas La casa de papel y Vis a Vis, desembarcó en Netflix una nueva producción española llamada El refugio atómico. Frente a una escalada nuclear internacional, multimillonarios abonan una irrisoria suma a una empresa privada para trasladarse a un búnker a cientos de metros bajo el agua - cuya ubicación es desconocida - con la intención de sobrevivir a lo que podría ser una Tercera Guerra Mundial. En ese lugar habrá secretos desenmascarados que cambiarán su existencia tal como la conocían.
Dos familias, que antiguamente estuvieron muy unidas y luego de un trágico hecho se distanciaron, vuelven a encontrarse de manera inesperada en un refugio pensado para hacer frente a un conflicto bélico. Lo que podría ser la oportunidad perfecta para dejar el pasado atrás termina convirtiéndose en una red de mentiras y traiciones que ni el más rico logra evadir. A pesar de ciertas comodidades, como gimnasio, bar, spa, e incluso un jardín japonés, no todos los huéspedes se contentan con los servicios ofrecidos en estos búnkers de alta tecnología. Además, aparecerán problemas que los desafiarán una y otra vez, derribando las verdades sostenidas hasta el momento.
A lo largo de los episodios es posible observar cómo, ante determinadas circunstancias en las que la supervivencia está en juego, las personas pueden llegar a actuar sobrepasando sus propios límites morales o éticos. Otro factor muy presente y diferenciado en este experimento social es la dualidad sirvientes-servidos, que de forma constante deja entrever el sistema de relaciones existente. Sin embargo, el as bajo la manga de esta serie es el factor sorpresa de que nada es lo que parece y que una buena manipulación puede generar la distorsión de la realidad.
En esta nueva tira española protagonizada por Joaquín Furriel - entre otros -, existen elementos reconocibles que se pueden analizar y asociar con La casa de papel y Vis a Vis, y que dejan en evidencia la misma mirada e intención creativa. Por un lado, los colores característicos de las vestimentas. Mientras que en las anteriores eran rojo y amarillo, respectivamente, aquí la presencia es del naranja y del azul -diferenciando empleados de clientes. Por otro lado, la existencia de uno o dos personajes principales que narran en primera persona algunos de los acontecimientos o sensaciones que marcan sus vivencias. De todas maneras, lo más reconocible se puede definir con tan sólo una palabra: encierro.
En las tres producciones creadas por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, el reparto se encuentra dentro de espacios cerrados y sin la posibilidad de salir -un banco, una cárcel, un búnker-. Las circunstancias que los condujeron allí son diversas y particulares para cada caso, pero el hecho es el mismo: su reclusión en sitios compartidos con personas que no conocen. Lo novedoso es que para constituir la historia de El refugio atómico la inspiración provino de noticias reales que salieron a la luz durante la pandemia de COVID-19. En aquel momento se conoció que en España habían comenzado a construir lujosos y exclusivos refugios subterráneos para ricos, y luego se supo que en Estados Unidos también.
Tal como en las dos series previamente mencionadas, también regresa el concepto antropológico de “los unos vs los otros”, marcando diferencias entre dos grupos que poseen sus propias motivaciones y razones para accionar. Es un abordaje interesante que permite analizar a los humanos como seres complejos y observar sus actitudes frente a una adversidad. Eso, sumado a la incorporación de inteligencia artificial a gran escala, propone mayores obstáculos que dan cuenta la importancia de las relaciones sociales y del uso de las tecnologías para determinados fines.
Netflix estrenó la primera temporada, que consta de ocho capítulos, y hasta el momento no ha confirmado una segunda. Sin embargo, tanto el final abierto como el hecho de que se posiciona primera en el ranking de la plataforma a nivel mundial conceden una alta probabilidad de que esta atrapante historia continúe más pronto que tarde.