Cristina y sus diferencias con el cristinismo

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Cristina y sus diferencias con el cristinismo

20 Septiembre 2016

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció la semana pasada en un encuentro con delegados de ATE, uno de los dos gremios de trabajadores estatales del país. Brindó dos discursos, uno adentro de la sede del sindicato y otro afuera. En ambos dejó líneas valiosas para pensar la acción política del kirchnerismo: varias de ellas, se pueden leer en contradicción con las concepciones más cerradas de la militancia y de las organizaciones cristinistas.
 
A saber. En primer lugar, CFK volvió a hablar de la necesidad de “volver a representar” para “construir mayorías”. Pidió centrarse en los problemas de la gente e ignorar las disputas entre dirigentes. “A quien le importa que se fragmente un bloque en Diputados”, dijo y esa frase puede leerse en tensión con el revuelo que los cambios en el espacio legislativo del Frente para la Victoria – polémica con el Movimiento Evita incluida - generaron entre la militancia kirchnerista. Y agregó: “No hay que agraviar a nadie, hay que construir unidad en las calles”. Una línea similar a lo dicho en abril pasado, frente a los Tribunales de Comodoro Py: "Diciéndoles traidores a todo el mundo no vamos a construir mayorías".
 
En su intervención, CFK insistió en dos conceptos: necesidad de unidad del “bloque nacional nacional, popular y democrático” y defensa de un programa, que podría identificarse con la gestión kirchnerista (aunque Cristina avisó que hay que “ser mejores para volver”). Sobre el primer punto, la ex mandataria celebró que en la Marcha Federal participaran dirigentes de la CGT y se refirió, sin nombrarlo, a Pablo Moyano, de Camioneros. “Había uno que siempre me tira palos, pero me alegró verlo ahí”. Se escucharon algunos silbidos en la sala: “No, no, lo digo en serio, si tienen que criticarme para juntarse me alegro”. Muchas veces, a CFK hay que aplaudirla menos y escucharla más. Y aseguró algo más: “La unidad del sindicalismo es un puntal para la reconstruir del bloque nacional”. De nuevo, el juego de espejos: en la pasada “marcha de la resistencia” sectores de la militancia k cantaron: “¿A dónde está? Que no se ve, esa famosa Cegeté”. En una columna pasada, José Cornejo volvió en APU sobre este tema
 
Sobre esa unidad agregó un concepto que tiene que ver con la propia posición de CFK. Otra vez, puede verse la oposición con lo que pasó con la "marcha de la resistencia", realizada bajo la consigna "Cristina conducción", que expulsó actores antes que integrarlos. "No se trata de que vuelva una persona, tiene que volver un proyecto mejor todavía, porque necesitamos que ese proyecto no sea identificado con una sola persona". Una unidad con programa, más allá de los nombres: "Cada uno de los que formen parte, debe sentirse identificado y fundamentalmente tiene que tener la humildad de dar todos los pasos al costado que haya que dar para lograr la unidad de nuevas mayorías que puedan nuevamente instalar en la Argentina un proyecto transformador, equitativo, redistribuidor del ingreso".  

 

¿Cristina dejó de conducir? No necesariamente. Pero parece proponer subordinar esa discusión en torno a su liderazgo a otra cuestión que ahora se vuelve primordial en una etapa de hegemonía macrista. Esto es: la construcción de la unidad del "movimiento nacional". Como si dijera: primero unámonos, después definamos quién conduce.

 

RELAMPAGOS. Ensayos crónicos en un instante de peligro. Selección y producción de textos: Negra Mala Testa Fotografías: M.A.F.I.A. (Movimiento Argentino de Fotógrafxs Independientes Autoconvocadxs)