¿Qué dijeron los filósofos Agamben, Berardi, Chul-Han y Zizek sobre el Coronavirus?

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¿Qué dijeron los filósofos Agamben, Berardi, Chul-Han y Zizek sobre el Coronavirus?

24 Marzo 2020

Por Rodrigo Lugones

La Invención de una pandemia, por Giorgio Agamben

Escrita cuando recién comenzaba el brote del COVID-19 en Italia, Agamben realiza allí un análisis de cómo, en un contexto de crisis, muchas medidas que pueden ser consideradas hostiles por la población en condiciones normales, comienzan a parecer razonables. Cierta relativización de la peligrosidad del virus (producto de haber sido escrita antes de que estalle el brote masivo en el país europeo) le hace perder peso específico. Cabe recordar que Italia es uno de los 3 países (junto con España y China) que más casos mortales tiene por la pandemia.

“El otro factor, no menos inquietante, es el estado de miedo que evidentemente se ha extendido en los últimos años en las conciencias de los individuos y que se traduce en una necesidad real de estados de pánico colectivo, a los que la epidemia vuelve a ofrecer el pretexto ideal. Así, en un círculo vicioso perverso, la limitación de la libertad impuesta por los gobiernos es aceptada en nombre de un deseo de seguridad que ha sido inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerla.”

Crónica de la psicodeflación, por Franco “Bifo” Berardi

El filósofo marxista autónomo, post-deleuzeano, oriundo de Bolonia, Italia, se propuso hacer una crónica diaria de su llegada a Italia luego de haber dado algunas charlas en Lisboa. Destacan las citas, acertadas, a la forma en la que trató el concepto de virus el novelista William Burroughs, los afectos y cómo las pulsiones son “desactivadas” en este contexto de pánico y control. El análisis se preocupa por contar qué pasa en Italia, qué le pasa por la cabeza y por el corazón al autor, y también se propone pensar cuáles son los límites económicos con los cuales se encuentra, en medio de ésta crisis, el modo de producción capitalista actualmente dominante: la fase de financiarización de la economía global. Bifo decide imaginar éste escenario como la posibilidad de apostar a lo colectivo.

“Existe una divergencia en el tiempo que viene: podríamos salir de esta situación imaginando una posibilidad que hasta ayer parecía impensable: redistribución del ingreso, reducción del tiempo de trabajo. Igualdad, frugalidad, abandono del paradigma del crecimiento, inversión de energías sociales en investigación, en educación, en salud. No podemos saber cómo saldremos de la pandemia cuyas condiciones fueron creadas por el neoliberalismo, por los recortes a la salud pública, por la hiperexplotación nerviosa. Podríamos salir de ella definitivamente solos, agresivos, competitivos. Pero, por el contrario, podríamos salir de ella con un gran deseo de abrazar: solidaridad social, contacto, igualdad. El virus es la condición de un salto mental que ninguna prédica política habría podido producir. La igualdad ha vuelto al centro de la escena. Imaginémosla como el punto de partida para el tiempo que vendrá.”

La emergencia viral y el mundo del mañana, por Byung Chul-Han

Por su parte, el filósofo surcoreano radicado en Alemania realiza una descripción de la forma en la que los Estados ultra centralizados que disponen de una arsenal de tecnología de vigilancia masiva y control poblacional, han utilizado éstos recursos (como el Big Data) para proveer mecanismos de abordaje de la pandemia. Para Han, el estado de excepción desatado por la pandemia debe leerse como un extraño pasaje en el cual el Estado Totalitario Digital Moderno (China, como ejemplo para él) se mete en la biopolítica, utilizando la psicopolítica (un concepto creado para describir la manera en que la tecnología es usada para construir perfiles de usuarios y analizar conductas a partir de las reacciones que los usuarios de internet realizan, mediante análisis de macrodatos). Desde luego, con la lupa puesta en la inexistencia del concepto de “privacidad” que existiría, según Han, en Oriente; además, pretende discutir con Slavoj Zizek la posibilidad de que este contexto de excepción pueda reactivar movimientos sociales de cooperación, colaboración y puesta en valor de lo común por sobre lo individual; lo cual, coherente con su producción filosófica, rechaza abiertamente.

“El virus no vencerá al capitalismo. La revolución viral no llegará a producirse. Ningún virus es capaz de hacer la revolución. El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa. No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta.”

El coronavirus es un golpe a lo "Kill Bill" al capitalismo, por Slavoj Zizek

Por último, pero no por eso menos importante, el excéntrico y siempre polémico filósofo esloveno, Slavoj Zizek (quién se conoció hoy que ya tiene terminado y listo para publicar un libro entero sobre el Coronavirus, cuyos primeros 10000 ejemplares se podrán descargar gratuitamente) aprovecha éste difícil momento financiero, el ascenso de China, el desconcierto de Estados Unidos y sobre todo los pequeños (y a la vez grandes) actos de solidaridad, común unión y el trabajo colectivo, así como la cooperación internacional y la planificación de la economía a gran escala (luego del parate obligado de la producción internacional que tuvo que hacer el sistema, con el correspondiente desplome de Wall Street) para preguntarse si ésta grave pandemia no está generando las condiciones para asestar un golpe letal al capitalismo, para refundar una idea de comunismo que (revisitada) podría traer bases materiales para refundar la organización social y económica de la humanidad. Para todo esto se sirve del clásico de Tarantino, Kill Bill.

Pasen y lean:

“Pero tal vez otro virus ideológico, mucho más beneficioso, se extienda y nos infecte: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del Estado-nación, una sociedad que se actualiza en las formas de solidaridad y cooperación mundial… ¿No indica todo esto claramente la necesidad urgente de una reorganización de la economía mundial que ya no estará a merced de los mecanismos del mercado? No estamos hablando aquí de un comunismo a la vieja usanza, por supuesto, sino de una especie de organización mundial que puede controlar y regular la economía, así como limitar la soberanía de los Estados nacionales cuando sea necesario. Los países pudieron hacerlo en el pasado con el telón de fondo de la guerra, y todos nosotros nos acercamos ahora efectivamente a un estado de guerra médica.”

Todos los textos establecen una especie de diálogo entre sí. O son citados por los autores para debatirlos o refutarlos, o se toman para construir un nuevo argumento que ayude a pensar los alcances y las posibilidades que abre éste panorama de crisis hegemónica internacional. A pensar.