Alejandro Grimson: "El eje central del Frente de Todos es la unidad en la diversidad"

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Alejandro Grimson: "El eje central del Frente de Todos es la unidad en la diversidad"

21 Julio 2020

Por Martin Massad y Juan Cruz Guido | Foto: Paula Conti

AGENCIA PACO URONDO: ¿Considera que es apropiado que existan opiniones disidentes dentro del espacio político del Frente de todos que gobierna en Argentina?

Alejandro Grimson: El eje central del Frente de Todos es la unidad en la diversidad. Si nos remontamos a un año atrás, hacia el 18 de mayo de 2019, podemos ver el video donde Cristina Kirchner anuncia su decisión estratégica. Lo que mencionaba ahí era que Argentina vivía un momento dramático debido a la inflación, la cantidad de gente en la calle y la pobreza. Luego de esto vinieron la megadevaluación, el aumento excesivo de inflación y después vino la pandemia.

Argentina vivía un momento dramático en mayo de 2019 debido a las políticas neoliberales y había que hacer a un lado diferencias de orden menor en referencia a lo que estaba pasando en nuestro país, esto es que estaba siendo saqueada con la fuga de capitales y un endeudamiento que servía solamente para que los más poderosos pudieran sacar dólares del país a través de lo bancos. Frente a esto, CFK no proponía replicar las políticas tomadas en 2003 y 2015 sino que planteaba es que hay que entrar en otra etapa porque el mundo cambió, la gente cambió y también los dirigentes. Su propuesta, entonces, era que había que construir una unidad que fuera más allá incluso de la unidad electoral que ganara y asumiera en diciembre, y luego había que seguir ampliando esa unidad. También decía que parte de ese camino implicaba la necesidad de sentarse a dialogar con todos los sectores sociales, políticos y económicos.

Lo que estamos viendo hoy entonces, es que se está implementando esa decisión estratégica, que inicia como proceso desde las PASO, las elecciones generales, la asunción y estos meses de gobierno. Más allá de esto puede haber diferencias menores, que tienen relación tal vez con que Alberto Fernández tiene dos características: por un lado, es una persona de convicciones muy fuertes y firmes, y, por el otro, es una persona de diálogo. Lo que sucede es que en Argentina estamos poco acostumbrados a que una persona reúna esas dos cualidades. Es decir, en general, la gente cree que si tenés convicciones no dialogás y si dialogás no tenés convicciones. Esta es una forma de percibir la política argentina que es equivocada y, a veces, a algunos se les hace muy difícil de entender. Por ejemplo, los diarios más importantes y con más público del país dicen que hay dos Alberto Fernández y no conciben la realidad de que hay uno solo, y que además quiere construir la política de esa forma: con convicciones muy firmes y dialogando con todos.

APU: ¿Cómo se acciona desde la comunicación para enfrentar el discurso adverso que los medios construyen sobre la imagen de Cristina Fernández de Kirchner?

A. G.: Algunos medios inventaron estereotipos de Cristina donde ella es la que no puede dialogar con nadie. Considero que eso es un mito porque ella tenía sus convicciones y su visión de cómo era la táctica política en ese momento, aunque pudo haber tenido grandes aciertos y algún error también.

La idea de que Cristina no dialogaba con nadie es un error, es algo que construyeron e inventaron. Lo que traen es un estereotipo de Cristina que estaría en contra de que haya diálogo,  en contra de lo que ella dijo en mayo 2019 y en lo que estuvo trabajando, porque también hay que entender que las palabras y los silencios que muestra son todas decisiones propias. Que ella decida hacer silencio y cumplir principalmente su función en el Senado también es una decisión.

Creo que lo que los medios disidentes hacen para tratar de debilitar al Presidente es tratar de generar esa tensión imaginaria en el Frente de Todos porque les produce desesperación ver hay grandes chances de un acuerdo social que trascienda su unidad. Además, ven que la oposición no esta conformada en un polo firme, es decir hay una cierta dispersión. En otras palabras, lo que pretenden estos medios es unir a la oposición y debilitar al gobierno, pero no lo van a conseguir.

APU: ¿Se plantea una batalla comunicacional en torno a los procesos de diálogo entre la coalición gobernante y los sectores opositores?

A. G.: Hay un sector muy grande del empresariado argentino que está dispuesto y necesita dialogar porque el mundo está viviendo una de las crisis económicas y globales más grandes desde 1870. Entonces, respecto a las caracterizaciones hechas previamente, por lo menos hay que hacerse la pregunta sobre qué sector está dispuesto a acercarse a un proceso de diálogo. Nunca creí que para que pueda existir el acuerdo social, este tuviera que ser unánime, aunque sí considero que tiene que involucrar a grandes mayorías que trasciendan las fuerzas políticas.

Nuestra vocación es que todo el mundo esté adentro, no queremos dejar a nadie afuera. Ahora bien, si alguien quiere quedarse en una posición fundamentalista, corporativa, que no piensa en la realidad que está atravesando el planeta, que no entiende la realidad que está atravesando la Argentina, esa es una decisión de ese sector. Lo que es importante que quede claro para la sociedad es que somos los que queremos la unidad más amplia posible en base a aquello que decía Néstor sobre que los números deben cerrar con la gente adentro.

APU: ¿Cómo ve la situación geopolítica hoy y en la pospandemia?

A.G. Actualmente se manejan una serie de hipótesis en relación a la geopolítica pospandemia debido a que nadie puede vislumbrar cómo será esa realidad, en Argentina y en el mundo. La verdad es que estamos viviendo algo inédito en términos sanitarios, económicos y geopolíticos. Conocemos el papel que tiene Estados Unidos, China o la Unión Europea, también sabemos el cambio que hubo en América del Sur en los últimos años, sobre todo a partir del 2015. Estamos al corriente sobre todas las fuerzas que están presionando a nivel global, ya desde hace varios años, y viene siendo un panorama político de altísima complejidad para el proyecto que encarna el Frente de Todos en Argentina.  De lo que se trata es de ir construyendo espacios, con el objetivo de reafirmar una vocación de integración regional, más allá de las diferencias políticas con los diferentes gobiernos, en cada momento y en cada circunstancia. Desde Alfonsín todos los gobiernos, a su manera, intentaron fortalecer el proceso de integración entre Brasil y Argentina y a nivel regional, salvo Mauricio Macri que lo intentó debilitar.

En relación a la reafirmación de los principios básicos de la Argentina, hay que ver cómo se irán desarrollando esos procesos, siempre teniendo muy claro cuáles son los intereses nacionales y saber que solo se pueden realizar en el marco de una Patria grande que hoy también es parte de una complejidad política regional.

Tenemos una serie de desafíos que deben ser encarados con madurez porque implican relaciones con todos los gobiernos del mundo, más allá de las diferencias que pueden haber o de los intereses contrapuestos que puedan existir.

APU: ¿En qué consiste el proyecto “Argentina Futura”?

A.G.: En algunos Estados del mundo existen cada vez más programas al interior del Poder Ejecutivo o de otros poderes para pensar más allá de las coyunturas políticas. En este marco, Argentina Futura es un programa que funciona dentro de la Jefatura de Gabinete, y en este caso me toca coordinarlo en el marco de la Jefatura que dirige Santiago Cafiero.

Nuestra tarea es delinear cuestiones de políticas públicas de orden estratégico para la Argentina pensando en plazos de 10 a 20 años. Por lo tanto, no tiene que ver con una gestión de gobierno ni con un análisis semanal o quincenal, sino con escenarios a largo plazo, vinculados a cuestiones económicas, sanitarias, medioambientales, geopolíticas, etc. Además, la intención es construir redes y hacer una construcción colectiva, y en este sentido estamos trabajando con universidades públicas, convocando a científicos argentinos, a personas con mucha experiencia que puedan contribuir desde sus saberes particulares.

La Argentina necesita poner a toda la inteligencia y el conocimiento científico, critico, de las humanidades en potencia para poder imaginar y generar un proyecto a largo plazo. Creo que esto es lo que decidió el Frente de Todos después de la experiencia de Macri.