Zaffaroni: "Los genocidios son muertes anunciadas"

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Zaffaroni: "Los genocidios son muertes anunciadas"

23 Marzo 2012

En Madres.org l En el marco de las actividades en repudio al golpe de Estado y con la consigna "35 años de lucha inclaudicable", el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, Ministro de la Corte Suprema brindó una clase magistral sobre "Genocidio". La disertación tuvo lugar en el Auditorio Juana Azurduy de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo.

En la mesa podían verse los ejemplares de sus dos últimos libros publicados por Ediciones Madres de Plaza de Mayo. "Crímenes de masa" cuya reedición con epílogo de Daniel Feierstein saldrá en el mes de abril. Y "La Pachamama y el humano" que se agotó en tiempo record. Ante un auditorio repleto, el jurista reconoció que las Madres de Plaza de Mayo, sentadas en primera fila "siempre han significado una guía."

La disertación comenzó distinguiendo el concepto jurídico de genocidio del criminológico. Zaffaroni explicó que "lo jurídico aisla el concepto para punir", la criminología en cambio busca explicar el fenómeno, dos métodos con dos resultados.

Recordó que el concepto internacional de genocidio "surge en los albores de la guerra fría", y que los intereses de las potencias por no verse incluidas obligaron a realizar arbitrarios recortes jurídicos con el solo objetivo de definir lo que sería punible.

La criminología entiende que "los genocidios no son flores venenosas en un jardín de orquídeas". Afirmó que "son muertes anunciadas, no surgen de un día para el otro". Y se refirió como casos testigos al genocidio armenio y a la Shoa, ambos precedidos por matanzas y persecusiones.

"Estos fenómenos" aseguró "surgen de semillas. La mayor parte, por suerte no tiene poder germinativo. Pero pocas sí y encuentran terreno fértil para crecer. Son semillas que sirven para la instalación de un enemigo." Citó al ideólogo nazi Carl Schmitt, que hablaba de "fabricar al enemigo".
Enumeró algunos de los enemigos que se sucedieron a lo largo de los siglos, desde Satanás "de buena calidad, duró como 500 años" pasando por las brujas, los sifilíticos, las prostitutas, los judíos, los negros. "Y siempre se pueden seguir fabricando" agregó.

"El poder punitivo del Estado tiene como objetivo neutralizar ese peligro. El enemigo siempre es terrible." De este modo se opera una "manipulación del miedo." Con el enemigo "no se puede negociar, no hay espacio". Y señaló que "nunca este poder punitivo del Estado neutralizó un enemigo. Hoy las brujas conviven con nosotros, la sifilis la curó la penicilina, los alcohólicos siguen sin curarse".

Y luego citó a Foucault, quien decía que el poder punitivo siempre se usa para otra cosa. De ese modo se va generando la eliminación de un grupo humano. "Esto ha ido sucediendo a lo largo de la historia, muchas veces" refirió.

Luego, expresó que los enemigos de ahora "son de mala calidad", ironizando acerca de que "ya no duran 500 años". Y aseveró que "el enemigo siempre es inferior. Un subhumano, un semi animal. El mismo argumento le sirve para cometer una nueva matanza".

El juez se preguntó por qué tiene éxito la instalación de enemigos. Entonces aludió a un "sentimiento difuso de malestar porque todos queremos lo mismo, o nos determinan para eso, y se puede traducir en una violencia difusa. Y descubrir al enemigo baja el nivel angustia. La angustia no tiene objeto. El miedo sí".

Habló del elemento conspirativo que favorece la construcción del enemigo. "Hay un enemigo sucedáneo, residual, que aparece cuando no hay otro, que es el delincuente común. En nuestra zona el adolescente o joven de barrio precario" amplió.

Recorrió datos estadísticos acerca del nivel de prisionización, cuyo record tuvo Rusia hasta que a partir de los '80 Estados Unidos lo superó. "Hoy debe estar por los dos millones y medio de presos, lo que quintuplica la media mundial. Así, baja la tasa de desempleo. El gasto supera los 200.000 millones de dólares por año" describió.

La reflexión que propuso el abogado es la de controlar el poder punitivo, que, "fue parte de la colonización; en América los conflictos se resolvían a través de la negociación, de la reparación" dijo. Reivindicó el liberalismo de los patriotas de Mayo como mecanismo de "contención del poder punitivo". Explicó que "punir implica verticalizar y ejercer un control policial del territorio". Convocó a defender el liberalismo político como estrategia para contrarrestar el poder del castigo.