Obituario con hurras

Obituario con hurras

28 Mayo 2013

Por Diego Kenis

La mirada sobre la página de avisos fúnebres del diario La Nación en sus ediciones del sábado y domingo posteriores a la muerte del dictador Jorge Videla, ofrece una buena oportunidad de realizar un ejercicio análogo con la misma sección de La Nueva Provincia en los días posteriores al 25 de agosto 2009, cuando murió su directora Diana Julio de Massot.

Sobre ella y su hijo Federico Massot, ambos fallecidos, no recaerá ninguna acción penal que pudiera derivarse de las investigaciones por su participación en el plan criminal de la última dictadura, aunque sí servirán en cambio para determinar su responsabilidad histórica. Quizá también sirva ello para la reflexión de algunos actores políticos de Bahía Blanca que acompañaron la pérdida en la sección necrológica del diario sureño.

Entre los que participaron en los avisos fúnebres del matutino del que Julio era en sus últimos días directora honoraria se encuentran los nombres de la Corporación del Comercio, la Industria y Servicios bahiense, la Bolsa de Comercio, la Sociedad Rural de Bahía Blanca, la Unión Industrial local y los propietarios de viviendas del barrio que lleva el nombre de Federico Massot.

También publicaron sus avisos el Instituto Superior “Juan XXIII”, el diario “La Voz del Interior” de Córdoba, la Asociación de Empleados de Comercio y hasta la transnacional de comida chatarra Mc Donalds. Extraño si se toma en cuenta que se trata de un símbolo de la década neoliberal y el diario que Julio dirigía se presentaba como un paladín de la argentinidad. No tanto si se observa que su directora se jactaba de ser simpatizante del Partido Republicano de los Estados Unidos.

Pero también aparecen las menciones de políticos activos y retirados de la arena. Quien más aportó fue el radicalismo: se destacan los nombres del ex senador José Carrizo Fierro,  la ex intendenta de Tornquist Marisa Kugler y el legislador provincial Jorge Simoni. También figuran el diputado bonaerense del PRO Marcelo Di Pascuale y el Estado municipal de Monte Hermoso en pleno, con su Ejecutivo y su Concejo Deliberante.

Pero el único nombre dos veces mencionado en la lista es el del ahora senador nacional de la UCR Juan Pedro Tunessi, quien no pagó uno sino dos avisos: uno junto al ex vocero de Fernando de la Rúa Juan Pablo Baylac y otro con el Concejo Deliberante bahiense que entonces presidía. Cuando se conoció la noticia del pedido de detención de Vicente Massot y Mario Gabrielli y las imputaciones que alcanzaban también a los fallecidos Diana Julio y Federico Massot, Tunessi dijo que podía haber “una manito del gobierno” detrás.

Los periodistas Norman Fernández y Mario Gabrielli también participaron. El primero diría años más tarde no haber visto nada anormal en la edición del diario, mientras en los talleres desaparecían dos obreros que luego de cinco días eran hallados torturados y asesinados, hecho que el medio no consideró una noticia a seguir. El segundo, compartiría con Julio y dos de los hermanos Massot la fórmula de imputación que la Unidad Fiscal elevó hace casi un mes atrás.

Un Escribano a la derecha

Cinco años excedido en su pronóstico sobre la caída del kirchnerismo por entonces, José Claudio Escribano asistió e hizo uso de la palabra en el entierro de Diana Julio. Lo hizo como representante de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) que Julio fundó en la década del ’60, cuando Escribano comenzaba su carrera en La Nación.  

“Era excepcional la presencia de la mujer en la redacción de los diarios y, ni qué decir, en los puestos tan exigentes de la conducción de las empresas editoras”, dijo Escribano sobre Julio de Massot. “La gravitación periodística de Diana de Massot se reflejó tanto en el pensamiento como en la acción”, agregó. Qué duda cabe de que le asiste razón.

“Cuando la Patria se debate hoy en medio de tribulaciones e infortunios, cuando pareciera que escalamos los últimos peldaños de la sinrazón y el extravío, Dios ha requerido con esta dura despedida elevar nuestro pensamiento hacia esta señora abanderada de la libertad, del coraje, de la inteligencia, de la probidad, para llegar hasta nuestras conciencias ciudadanas y hacer de este homenaje un solemne compromiso de vida tras los pasos de su ejemplo”, dijo por su parte el coronel retirado Luis Prémoli, amigo y socio de otra mujer fuerte de la dictadura, Amalia Lacroze de Fortabat.

A la despedida de los restos de la directora de La Nueva Provincia asistieron también Enrique Nosiglia, Norman Fernández y el ex interventor de la Universidad del Sur durante la dictadura Ricardo Bara, quien representó “a las fuerzas vivas de Bahía Blanca”. A las fuerzas desaparecidas y asesinadas no las representó nadie.