Perón: homenaje a los Trabajadores Papeleros

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Perón: homenaje a los Trabajadores Papeleros

30 Abril 2016

Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis

Valentín Fernández Génova guerreó en las brigadas juveniles socialistas en España. Gallego, de la clase acomodada de Santiago de Compostela, al hermano lo fusiló el franquismo contra el paredón del cementerio. Después de eso, la madre le consiguió un lugar en un barco para que se salvara. “El próximo eres tú”, le dijo. La madre estuvo presa por republicana, donde aprendió a tirar las cartas. El barco lo dejó en Uruguay, él siguió hasta Argentina, vendió helados, fue mozo, entró en Celulosa Argentina, supongo que lo habrán elegido delegado, sé que fue el primer secretario general del sindicato de papeleros y que estuvo entre los que fundaron la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel. Colaboró también en la fundación del Sindicato de Trabajadores del Espectáculo Público y en el de Perfumistas. Tengo una foto firmada por Arturo Firbida Guerra, Secretario General del Sindicato del Personal de la Industria de Perfumería, Productos de Tocador y Afines, en la que le dice “Compañero Valentín: ¡Al querido Maestro un recuerdo de sus alumnos Perfumistas!!”, su sello y la fecha escrita 6-IV-1953.

Las cosas que me enteré de la vida política de mi abuelo fueron a partir de lo que leí en diarios, libros, cuando me puse a buscar después del 2001. Mi madre, como la hija de cualquier político, veía poco a su padre, sabía muy poco. Él salía temprano volvía tarde. El hermano de mi madre, que tenía el archivo de mi abuelo, poco a poco me fue entregando materiales, como la encuadernación de los ejemplares del “Informativo Gremial Papelero”, el órgano oficial de difusión del sindicato. También me pasó muchas fotos que mi abuelo tenía, que las hacían los compañeros de prensa del sindicato. Del discurso que puso en tapa La Nación, donde Perón felicita al sindicato, supe por un amor de mi abuelo. El ejemplar del diario me llegó gracias a los que programan los algoritmos de internet.

Mi padre me habló de un libro que Perón le hizo a mi abuelo, con fotos de él en distintos momentos de nuestra historia, encuadernado en cuero, pero jamás lo vi. Supongo que estará entre las cosas que mi tío vendió. Una vez encontré alguien que vendía parte del archivo fotográfico. Así fue que comencé a buscar en mercado libre si había más cosas, hasta que un día buscando discursos del General, el sistema me ofrece un diario La Nación.

La única persona a quien podía preguntarle por mi abuelo era a quien fue su secretaria en el Centro Gallego. Cuando mi abuelo estaba internado sabiendo que se moría en noviembre del setenta y seis, le pidió a un gallego dueño de una agencia de turismo en avenida de Mayo que la contratara. Yo trabajaba de cadete por el centro y cuando pasaba y la veía, entraba a saludarla. Hasta la vez que me contó del discurso, que me di cuenta que le afectaba hablar de él.Ella fue quien me contó que Evita le decía el “rojillo” y que una vez Perón dio un mensaje por la radio en el Día del Papelero, en el que decía que siempre que lo iba a visitar lo mangueba.

Después del '55 Valentín Fernández Génova fue diputado por la Unión Cívica Radical Intransigente. Su militancia también la dedicó a la causa gallega, uniendo gallegos divididos por el lugar de procedencia: si eran de Coruña, Vigo, Pontevedra u Orense. Él era parte del Centro Coruñés, ubicado a la vuelta de la sede de la facultad de psicología que está sobre Independencia.

Por el diario supe que fue secretario de la AFA, delegado de la CGT en la Conferencia de la Organización Internacional de Trabajo antes del bombardeo, que formó parte del primer directorio del PAMI, participó de su creación. Publicaron que escribió un libro sobre mutualismo, jamás supe el título ni tuve modo alguno de acceder a él. Fue miembro de la Academia Gallega de Letras, dirigió la revista cultural del Centro Gallego. Me dijeron que también formó parte del gobierno republicano en el exilio.

“Tomá, llevate esta foto a vos que te gustan esos”, me dijo la segunda mujer de mi abuelo cuando a mis dieciseis años me regaló la foto de una entrevista que Valentín Fernández dio junto a David Graiver. Mi madre la vio y largó una carcajada. Es el financista de los Montos, me dijo. Cuando mi tío me regaló la bolsa de fotos encontré fotos del Congreso de la Productividad del 20 de diciembre de 1954, Valentín Fernández sentado al lado de Gelbard. Los encontré también en un restaurant de la zona de avenida de Mayo, comiendo pastas con la familia de quien fuera Ministro de Economía al regreso del General. En las elecciones de 1973 Valentín Fernández fue en la lista de Manrique.

Una vez en un acto organizado por el Partido Obrero en la facultad de psicología, encontré a un compañero de Papeleros que había compartido mesa con Pitrola, año 2003, 2004. Le pregunté si conocía a Valentín Fernández y me dijo “cómo no lo voy a conocer si le pusimos su nombre a un Centro de Formación Profesional”. Sigo buscando información sobre él para contar la historia de un militante gallego, un gallego peronista, que perteneció a una “institución ejemplar y yo me complazco declarándolo, porque en la Federación Obrera de la Industra del Papel, Cartón, Químicos y Afines, se cumplen todas las aspiraciones que en 1943 y 1944 constituía casi un sueño de mis ideales como secretario de Trabajo y Previsión”, según palabras de Perón.

 

Desde otra institución ejemplar, desde un tiempo en el que poco se escribe en papel, saludo a todxs lxs trabajadorxs en nuestro día.

BUENOS AIRES, LUNES 4 DE ABRIL, DE 1955

FUÉ FELICITADO UN GREMIO POR EL PRESIDENTE

Refirióse al esfuerzo realizado para aumentar la producción de papel.

Con motivo de celebrarse ayer el Día del Trabajador Papelero, el Presidente de la República dirigió un mensaje radiofónico al gremo afiliado a la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón, Químicos y Afines. La alocución fué difundida por Radio del Estado y la Red Argentina de Radiodifusión, comenzó con un afectuoso saludo a dichos obreros, para continuar con los siguientes términos:

"Son muchos los motivos que me obligan a expresar la gratitud que el Gobierno le debe al esforzado gremio de los trabajadores del papel. La organización que los agrupa es una institución ejemplar y yo me complazco declarándolo, porque en la Federación Obrera de la Industra del Papel, Cartón, Químicos y Afines, se cumplen todas las aspiraciones que en 1943 y 1944 constituía casi un sueño de mis ideales como secretario de Trabajo y Previsión.

"Es una organización ejemplar por la prudencia, sabiduría, capacidad y sobre todo, por la honradez de sus dirigentes. El gremio puede sentirse satisfecho de dirigentes de la calidad del compañero Valentín Fernández, que con extraordinaria responsabilidad y con gran espíritu patriótico ha desempeñado delicadas funciones, en las tareas de organización del Congreso Nacional de la Productividad y el Bienestar Social, en cuyo éxito él ha sido un factor de importancia.
"Los trabajadores del papel serían acreedores de mi gratitud por el solo hecho de haber aportado a la lucha por el bien de la patria, hombres de la calidad que possen sus dirigentes.

"Estas palabras mías no deben ser recibidas como un elogio ni como una alabanza destinada a complacer a los compañeros que conducen los destinos de la organización. Más bien constituyen el mejor elogio y la mejor alabanza que puedo hacer de todo el gremio, que ha sabido elegir los dirigentes que merece.
"Son los trabajadores papeleros dignos acreedores de la gratitud nacional, porque sin ellos el país no hubiera resuelto numerosos problema fundamentales relacionados con la industria del papel.

"Gracias a la decidida resolución de superar todos los objetivos del plan quinquenal, resolución adoptada por los trabajadores papeleros por propia iniciativa, las fábricas de la industria correspondiente han podido mantener su actividad sábados, domingos y feriados, tratando de cubrir así la demanda interna con la productividad del trabajo y del capital y evitando el correspondiente gasto de divisas. En un año, desde septiembre de 1953 a septiembre de 1954, la producción papelera nacional aumentó en un 37%. En estos momentos estamos llegando a una cifra que oscila entre el 45% y el 50%. Este incremento de la productividad fué obtenido sin aumento de equipos y sin aumento de personal. Prácticamente, la mayor productividad se debe al rendimiento de los trabajadores.
"Yo me complazco declarando que la mayor productividad de la industria papelera, producto de la creciente actividad del trabajo de los trabajadores del papel, ha traído beneficios directos e indirectos a los mismos obreros, beneficios que se reflejan evidentemente en las condiciones del actual convenio colectivo que rige la actividad papelera nacional.

"Estas palabras de gratitud tienen, además, otros motivos, causas, razones o fundamentos de tanta importancia, como los que acabo de mencionar.
"La solidaridad gremial se manifiesta en la obra social que sirve al bienestar de los trabajadores afiliados con sus 18.500 respectivas familias. Esta acción social no solamente representa el desarrollo de la solidaridad interna del gremio mismo: va más allá porque, aliviando el esfuerzo que en materia social realizan los organismos del Estado y de la Fundación Eva Perón, facilitan la acción de estos últimos beneficios de otros sectores del pueblo.

"Por lo tanto, las obras sociales que desarrollan las organizaciones sindicales, tal como la Federación de Trabajadores Papeleros, no sólo son expresiones limitadas de solidaridad gremial, sino de generosa y amplia solidaridad nacional. Este espíritu de solidaridad es fruto del esfuerzo de los compañeros que en todas las escalas de la organización encuentran siempre un lugar y un momento de cada día para hacer una cosa por los demás. Solamente así, con muchos hombres y mujeres que se interesen por el bien de la comunidad, haremos llegar al tope de sus mástiles la bander del Justicialismo: la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, necesarias para la felicidad del pueblo y la grandeza de la patria.

"Al expresar mi gratitud a los compañeros trabajadores del papel, no lo hago solamente en virtud del afecto que siempre les he tenido. Acabo de demostrar cómo todo el gremio, en todas sus actividades y con todos sus hombres, trabaja por el bien de la patria. Junto a mis sentimientos personales de íntima y afectuosa gratitud, yo entiendo que debo expresar la gratitud de la patria, que es la gratitud de nuestra comunidad organizada, vale decir, de todo el pueblo argentino, que se honra contando en su seno a la Federación de Trabajadores del Papel.

"A mí vez, yo me honro interpretando el agradecimiento justiciero de nuestro pueblo; y deseando a los compañeros de todo el país que sigan adelante por el camino que se han trazado, me permito decirles con mi saludo final, que yo estoy aquí como siempre por cualquier cosa que necesiten a las órdenes de todos como un compañero más".