“La composición es un pájaro que vuela, pero nunca en línea recta”

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“La composición es un pájaro que vuela, pero nunca en línea recta”

10 Mayo 2013

APU: ¿Cómo es el Carmen, el pueblo del que sos originario? Ahí también nació un gran músico argentino…

Bruno Arias: Sí, Jorge Cafrune. El Carmen es un pueblo que tiene muchas fincas y vive de la producción del tabaco, también ahora hay producción de seda, frutillas. Hay pesca también en el dique La Ciénaga, el dique Las Maderas. Queda a 20 kilómetros de San Salvador, en la zona del Perico, al sur de Jujuy, más para el lado de Güemes, en Salta, ahí cerquita está todo. El Carmen está entre San Salvador, entre Pálpala, entre Perico, en la parte de los valles jujeños.

APU: ¿Es la parte del llano?

BA: Sí, al lado también hay otro pueblo que se llama San Antonio y de El Carmen también se pasa, por un camino de cornisa, a Salta. Sale por Vaqueros, ciudad del Milagro y es una zona bien gaucha porque, aparte de ser el pago de Cafrune, todos los años se hacen jineteadas, vienen al homenaje a Cafrune los gauchos de San Salvador, todas las agrupaciones gauchas en la Cabalgata Grande, acompañando a un caballo que lleva un sombrero y una guitarra en homenaje al maestro y a veces también se ve en los bailes algún gaucho con pañuelo al cuello y facón en la espalda. Pero es ciudad de pescadores y de finqueros y de la gente que viene a cosechar el tabaco.

APU: De todas maneras, hace varios años que te instalaste en Buenos Aires…

BA: Hace ya diez años, primero sobreviviendo de la música, ahora viviendo de ella y dedicándome el 100% siempre al folclore, a cantar y a andar peleándola con la música y la guitarra al hombro.

APU: Tu último disco se llama “Kolla en la ciudad”. ¿Es imprescindible para un músico venir a vivir a Buenos Aires?

BA: En mi caso, vine a vivir a BA en 2004, antes, en 2002, estuve en La Plata, un año antes en Tucumán. En esas épocas no había redes sociales o no estaban tan difundidas. Yo había agotado todo el circuito peñero, el festivalero, y sentía que tocando en la provincia no progresaba como artista y estaba como estancado. Más que ser el cantor de mi pueblo quería aprender, estudiar un poco de música, perfeccionarme un poco más y, después, llegar a la grabación de un disco, que era un anhelo que tenía, por eso me fui a Tucumán, de ahí a La Plata y después de ganar el Pre-Cosquín, de viajar a Córdoba, hacerme conocer en el ambiente de las peñas en Cosquín. La primera vez que fui allí, en el ´99, fui a “La luna joven” de Landriscina, que se realizaba hacía años, y después se dio la oportunidad de venir a una peña en Buenos Aires porque esta se había instalado en Cosquín, y esos fueron los primeros pasos para llegar a la grabación del disco.

APU: El disco “Changuito volador” es del 2005. Ahora estás presentando tu tercer disco, que estuviste tocando en todos los festivales de verano, no sólo Cosquín donde te llevaste el premio “Consagración”, sino en varios otros. ¿Por qué provincias anduviste?

BA: Estuvimos en el festival de Salamanca, en Jujuy, estuve en la estación Comadre para los carnavales y también estuve en algunos festivales en San Luis. Por suerte por todo el país han ido saliendo tocadas, y ahora este premio ayuda a que me conozcan más y que se me abran puertas en diferentes medios de radio y televisión, y que se abran las puertas a festivales grandes en las provincias donde era difícil llegar. Con este rótulo de “Consagración” es como que comercialmente ayuda a crecer y que se puedan mejorar las condiciones de la banda y de la actuación.

APU: Nosotros no entendemos nada pero los que sí entienden, dicen que cantás con voz bajita como los brasileros.

BA: Sí, a veces cantamos tranquilos, a veces más aguerridos con las canciones. Empecé tocando valsecitos que es el ritmo más representativo de Jujuy y hay como un estilo que se ha marcado con el ritmo, encontrando una forma de darle un aire fresco al valsecito y con voz más suave. Es difícil encontrar una personalidad en Jujuy, con una influencia boliviana.

Aparte Jujuy tiene cuatro regiones, entonces, en toda la quebrada, la puna, el valle y la selva que es la yunga, hay como mucha diversidad. Encontrar un estilo es muy difícil, si venís para la parte de mi pueblo, suena más carpero, más tipo al “Chaqueño” Palavecino, con los violines, con el bandoneón. La puna con toda la herencia boliviana, la música que baja de Perú. En la jungla hay otro estilo que es más guaraní, con ritmos como el pim pim, y otro tipo de fiestas en los carnavales que tienen que ver con otros sonidos más tropicales que son diferentes. Trato de ir encontrando un sonido propio, en este último año creo que hemos logrado que la gente nos vaya reconociendo con el repertorio que es muy propio y la mayoría de las canciones son inéditas. Eso también hablaban los periodistas cuando nos dieron el premio “Consagración”, que se podía proponer algo distinto.

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APU: En el disco “Koya en la ciudad”, el tema “Caminantes” tiene que ver con la unidad latinoamericana, y está dedicado al frente zapatista.

BA: Exactamente. En realidad me regalaron un documental. Un chico de México que militaba con los zapatistas, el documental se llamaba “Caminantes”, y después de ver ese documental salió la letra y la música.

APU: Ahí se nota claramente la influencia boliviana.

BA: Sí, acá agarro el ritmo caporal que le decimos, la saya que es como un ritmo afro-boliviano, es como una mezcla de guaino con ese tresillo africano, y tiene mucha fuerza. Ahí usamos charangos, la zampoña y todos los instrumentos de caña.

APU: ¿Estas influencias africanas se notan en el jujeño tambiénn o lo tomaste vos en particular?

BA: Están incorporadas ya en Jujuy, porque recibimos toda la información de Bolivia que está como bien adentro de la Provincia de Jujuy. Aparte hay muchos bolivianos que vienen a trabajar a nuestra provincia, hay una mezcla de cultura. En realidad es bastante parecida, con los bolivianos tenemos muchas cosas en común. La influencia del afro se nota más en las chacareras en Perú, se nota mucho en el festejo, en todos esos ritmos, y en Bolivia, en lo que es la saya, el caporal, ahí se nota más la parte afro.

Este tema “Caminantes” está dedicado a todos los pueblos de Latinoamérica por el documental del Ejército de Liberación Nacional Zapatista. En una parte del documental, el Subcomandante Marcos que estaban junto a los originarios de México decía que tenían un lema que era “Todo para nosotros y nada para los demás”, y cuando él se mezcla con las comunidades, los comuneros dicen, “Para todos todo y nada para nosotros”. Ahí se arma como un debate, y él dice que se quería ir. El caminante va haciendo su gestión, y cuando llega a un lugar se detiene y termina su gestión, pero cuando el caminante toma un compromiso y nunca se detiene, se convierte en camino, y el camino nunca para. Cuando el subcomandante se quiere ir los originarios le dicen que no se puede ir porque ya era camino, de ahí sale toda esta canción que fue inspirada con ese documental.

APU: Además del tema de los pueblos originarios, que recorre gran parte de tus letras, también está uno de los reclamos sociales de los pueblos del interior que es la lucha en contra de la mega minería. Tal es así que en la contratapa del disco tenés impreso el mensaje, “No a la mega-minería contaminante”

BA: Es un tema donde hay mucho debate, no es que esté en contra de la minería porque todo lo que usamos viene de ahí. Lo que pasa es que ya nuestros abuelos, los originarios, hacían minería pero en armonía con la naturaleza. Lo que se reclama es que, primero las empresas mineras de afuera que no pagan impuestos sean controladas porque hacen lo que quieren con el medio ambiente. Desvían los ríos, utilizan toda el agua, contaminan, usan mucho cianuro, usan explosivos, matan la flora, la fauna. Los únicos perjudicados son los lugareños, en Abra Pampa con las minas, el río viene con aguas verdes, por ahí, como están alejados de la ciudad no lo vemos y nadie toma conciencia de esto. En Andalgalá, la Asamblea de Algarrobo está luchando y hay mucho auto-convocado que en estos tiempos son reprimidos y perseguidos como si fuera época de dictadura, por estas empresas que tienen mucho poder, estas cosas no salen a la luz, no se difunden.
En mi caso, trato de acompañar a toda esta gente que nos enseña a luchar y que son los verdaderos protagonistas de todo esto. Como jóvenes haciendo música no podemos estar ausentes de lo que pasa en nuestro país. Se lo puede visibilizar a través de la música. Estar presente en eso para mí es un sentimiento porque la gente misma te compromete cuando uno va y conoce esos lugares.

APU: Raly Barrionuevo, que también está comprometido con esta causa, tuvo una acción judicial en su contra por decir que el agua de Andalgalá está contaminada.

BA: En realidad, sé que no le han hecho un juicio, sino que han amagado. Este tema es del 2004, el paisano que dice la parte del agua envenenada de Andalgalá. Y ahora se están comercializando productos regionales en Andalgalá con Toronto y otros lugares fuera de acá, y la gente que compra esos productos le dice que hay problemas con el agua que está contaminada. Es el desastre que trae la mega minería a cielo abierto. No es porque Barrionuevo haya hecho una canción, él ya venía visibilizando esto con sus canciones.

APU: ¿A vos te trajo algún problema con tus temas tomar un posicionamiento en una época de tanta polarización?

BA: Por ahí en algún momento, en un par de festivales habían dicho que Coplanacu, Barrionevo y Bruno Arias no vengan a tocar porque los festivales están bancados por la Barrick Gold. Ahora fui a Andalgalá, al Festival del Fuerte, el intendente está en contra de la Barrick Gold, de estas aguas ricas, y han hecho un festival con el esfuerzo del pueblo. Se pueden hacer cosas sin depender de estas empresas. Ojalá que haya una nueva reforma de ley o que realmente paguen los impuestos que tienen que pagar, pelear también entre todos porque nos están matando y se están llevando todo el oro.

APU: Tu letras tienen mucho contenido político-social, te viniste con una remera en homenaje a Mariano Ferreyra. Hablábamos de Raly Barrionuevo o Coplanacu, pero en general no es el folklore que más se difunde en la tele o en las radios. Desde hace un tiempo está de moda un folklore medio edulcorado, temas de amor cuasi eróticos, poesías lamentables. Con muy buenas voces, muy afinadas, músicos detrás que tocan muy bien. ¿Cómo ves eso?

BA: A mí no me molesta, me gusta, es más, escucho de todo. Cuando yo comencé escuchaba el folklore que se escuchaba en la radio Después fui descubriendo músicos, otra historia del folklore, escuchando a Jacinto Piedra, Peteco Carabajal, toda la movida del “Chango” Farías Gómez, Liliana Herrero. También tengo incorporado el folklore tradicional desde Los Manceros Santiagueños, toda la música santiagueña. Y después me gusta mucho la parte fina del folklore, de las melodías y las letras que es el Dúo Salteño, Los Andariegos, Las Voces Blancas. Grupos vocales como los Wancawá, Buenos Aires 8, el Grupo Vocal Argentino… hay tanto para buscar en el folklore. Solistas como Cafrune, Atahualpa Yupanqui, la más grande: Mercedas Sosa. Soy muy fanático de la música de Chile, más que nada de Víctor Jara, que es alguien que ha marcado en lo social, un camino, sobre todo por su historia. Tengo un tío desaparecido en épocas de la dictadura, y eso también ha ido haciendo que broten estas canciones con estas letras. En mi casa la historia de mi tío estuvo silenciada, después de 30 años creé un Facebook de mi tío, José Antonio Lucero, que está en mi página de Facebook. Y da la casualidad que mi tío en el 76 estaba juntado con una chica y tuvieron un hijo en cautiverio, y después de más de 30 años encuentro a mi primo hermano gracias al Facebook que hice.  Sé que era Montonero, como un mensajero de esa época, y esas cosas también fueron brotando a flor de piel y dándome otra orientación a la hora de cantar.

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APU: En estos últimos 10 años que estuviste viviendo en la ciudad, que fuiste bajando de Jujuy por Tucumán, Córdoba, toda esta ruta que hiciste ¿Cómo fue cambiando tu estilo musical?

BA: Algunos me dicen que ya no canto los bailecitos del primer disco y que canto las canciones de los pueblos originarios, y que les gustaba más el primer disco. Creo que uno tiene que hacer lo que siente, depende también del momento que le toque vivir, tampoco quedarme en una fórmula. Sé que el primer disco le gustó a toda la gente y no por eso voy a repetir en otro disco la misma fórmula, los mismos estilos, la misma instrumentación y mantenerme 40 años tocando lo mismo. Creo que uno tiene que ir proponiendo cosas distintas, en este último tiempo me he animado más a la composición. Siempre el mensaje de los grandes referentes, Atahualpa Yupanqui decía que la forma sea nacional y el idioma universal, y que cuando uno se va comienza a conocer su pago. Violeta Parra dice que los jóvenes tienen que ser libres. La composición es un pájaro que vuela, pero nunca en línea recta. 

APU: ¿Cómo te cambia la ciudad en tus composiciones, en tus letras y en la música?

BA: Creo que Buenos aires me ha cambiado en esta lucha, creo que tiene que ver mucho con los provincianos que están acá, que resisten, la gente humilde de las villas, los bolivianos, los peruanos. Los originarios que vienen a difundir toda su historia, a visibilizarse, a mostrar toda su problemática, sus necesidades. Buenos Aires me hizo cambiar muchos conceptos: antes pensaba que como era jujeño tenía que tocar carnavalitos y los santiagueños tenían que tocar chacarera, y me fui desestructurando de ese pensamiento antiguo. La música es una sola y somos todos latinoamericanos. Y si uno puede viajar a un lugar y vivir con la gente del lugar, entender de dónde vienen los ritmos, compartirlos y tenerlos de la mano de los referentes del pueblo, uno puede llegar a  aprenderlo. Nunca lo va a pulsar seguramente como el que nació ahí, pero va a poder trasmitir a ese nivel. La idea es poder alcanzar, como lo hicieron grandes referentes como en Jujuy Ricardo Vilca, llevar el folklore jujeño al nivel de la música del mundo. Ojalá mi música pueda cruzar las fronteras, salir del país y tener el nivel de la música del mundo. En una época escuchaba sólo folklore y también investigo mucho sobre la historia del folklore, y ahora escucho música de todo el mundo, desde música clásica hasta el último DVD de Iron Maiden. Escucho todo lo que pueda y así voy absorbiendo y aprendiendo sobre nuevos cantautores.

APU: Alguien nos contó que viajando en un tren, sube un músico y toca una canción que hace referencia a alguien que llega a la ciudad desde el interior. Le preguntó de quién era esa canción, y te nombró a vos, Bruno Arias. No sé si estás enterado que están haciendo cover en el tren.

BA: El tema “Kolla en la ciudad” es como si fuera mío pero no lo es. Es de Néstor Gea y Sergio Castro, dos profesores de historia que hicieron la cantata originaria en el año 85. En este último tiempo yo he tomado esta canción y se ha convertido en emblema y lucha de los originarios. Tiene que ver mucho con lo que pasa en la ciudad. En Jujuy, con la discriminación que sufre la gente de la quebrada, la Puna, los bolivianos, los peruanos que vienen a nuestro país. Tiene un mensaje claro que dice, cada 12 de octubre qué festeja la gente. Pero eso ha ido cambiando en estos últimos tiempos, el día de la raza se ha convertido en el día de la diversidad de los pueblos. Hay muchos cambios en estos tiempos en Latinoamérica, está más unida, más integrada, más solidaria.

APU: ¿Qué es el Bondi Cultural?

BA: El Bondi Cultural es una idea loca de un amigo que se llama Juan Villegas, nosotros le decimos Juan del bondi porque sueña con un bondi lleno de actores y artista viajando por todas las plazas del mundo, haciendo cultura. Se me ocurrió hacer un disco de un copilado de folklore, donde selecciona siete cantautores de siete provincias que son changos independientes pero que la están remando desde hace unos años. Se armó este disco que se llama Bondi Cultural, donde grabaron dos canciones cada uno y temas propios. El disco se consigue en las disquerías o se lo puede bajar de Internet. El proyecto fue creciendo y este año, si Dios quiere, voy a seguir con eso. Y ojalá que salga pronto la ley de la música. Así como el cine y el teatro tienen su instituto, ahora lo va a tener la música, que sirva para que los músicos independientes puedan autogestionarse y que se pueda pedir algún subsidio. Me gustaría autogestionar Bondi Cultural 2, que va a ser un disco doble, con 10 cantores y 10 cantoras de diferentes partes del país que quedaron afuera del Bondi 1, por ejemplo, como Catamarca, La Rioja, Mendoza o el Sur. Son changos de 20 ó 30 años que componen sus propias canciones. Siento que en el folklore hay una renovación muy fuerte, pero que no se difunde porque no todos tienen los medios para salir de su provincia y poder grabar un disco.