Justicia por Kathy

Por Gabriela Canteros y Miguel Martínez Naón

Por decisión de la entrevistada el artículo contiene lenguaje inclusivo.

El femicidio de Katherine Moscoso, sucedió hace 5 años, el 23 de mayo de 2015 y sigue impune. Desde la colectiva feminista Y que los platos los lave otro colaboran en la visibilización de esta historia y del difícil camino en la búsqueda de justicia que viene transitando su familia. En ese marco conversaron con AGENCIA PACO URONDO contándonos su artivismo textil.

AGENCIA PACO URONDO: Primero queríamos que nos cuenten brevemente cómo recuerdan a Kathy, cómo fue su vida y su trágico final. Vemos que la madre de ella se ha sumado al proyecto también.

Y que los platos los lave otro: Kathy era una joven de 19 años que vivía en Monte Hermoso; una piba como todas, a la que le gustaba la música, bailar, salir con amigues, ir al boliche. Vivía en la casa de su abuela Marta.

El sábado 16 de mayo de 2015 fue al boliche Arenas y no volvió a su casa. Durante seis días la familia, la policía y la gente del pueblo, la buscaron intensamente. Varias personas dijeron que la habían visto esa noche: en el boliche, saliendo del boliche, volviendo en dirección a la casa o siendo llevada en un auto a Sauce Grande, otro pequeño balneario vecino.

El 23 de mayo el cuerpo de Katherine fue encontrado en un médano, a unas pocas cuadras de su casa. Tenía señales de haber sido enterrada todavía con vida.

Por su femicidio no hay ninguna persona detenida ni procesada.

Su familia, durante todos estos años, ha luchado por mantener activa la causa, por mantener viva la memoria.

La madre de Kathy, Vanesa, vive en Coronel Dorrego, cuando lanzamos la convocatoria se acercó a nosotras, nos agradeció que estuviéramos armando una movida artística para pedir justicia por Kathy y decidió participar en la muestra con una obra. Fueron muy conmovedores los diálogos con Vanesa; como toda la familia, espera que la justicia actúe con eficacia y celeridad y logre encontrar al o los asesinos.

APU: Rita Segato nos habla sobre las formas políticas de la mujer. Y una de las que destaca desde tiempos remotos es la del tejido y el arte textil. Tejer, trazar redes. ¿Cómo surgió esta red, esta propuesta? Además de los métodos de tejido que usan…

Y.Q.: Desde hace un par de años queríamos hacer una convocatoria colectiva y artística para sostener el pedido de justicia por Kathy, y tuvimos varias ideas pero no resultaban operativas por diferentes razones, hasta que finalmente este año apareció la posibilidad de lo textil. Varias de nosotras estamos vinculadas al hacer textil y eso nos ayudó a ver que era el soporte ideal y nos permitió hacer con mucha facilidad algo que era fundamental para nuestro objetivo, como es el hecho de que no sea necesario ser artista para realizar una pieza textil, porque es un saber que todxs abrigamos. En el hacer textil, en esa reproducción simultánea de gestos que fueron saberes tan propios de las mujeres y ejercitados por cientos y cientos de nosotras a lo largo del tiempo en distintas latitudes, se reproduce una especie de ceremonia, de conexión entre todas, en la profundidad del tiempo y del espacio, que tiene su parangón en el reclamo presente, que es colectivo y es vincular: pedimos por Kathy, pedimos por nosotras, pedimos por todas las víctimas y para dejar de serlo. Entre otras cosas eso hizo que la convocatoria fuese masiva. Lo decimos en las bases: “Podrán participar todas aquellas personas que deseen expresar su apoyo al esclarecimiento del caso, tengan o no práctica artística” y lo reafirmamos en el texto curatorial ¿Quién no sabe enhebrar una aguja y coser una puntada? ¿Existe un gesto más pequeño para expresarnos desde un hacer en el que todes podemos?

En cuanto a las técnicas en sí, no pusimos ningún tipo de limitación. Explicitamos que podían ser tradicionales o contemporáneas, y estar realizadas en cualquier técnica o material textil. Al ver la muestra esto queda en evidencia y creo que es una de las cosas que la hace más interesante: esa mixtura de saberes y conocimientos puestos al servicio del reclamo de justicia. Muchas personas participan por primera vez en un evento de este tipo junto a artistas de gran trayectoria.

APU: La muestra es sencillamente emotiva y colorida, ¿hubo alguna consigna o curaduría o sugerencia para la presentación de las piezas de arte textil? 

Y.Q.: Qué bueno que la sientan así, porque es lo que buscamos: llegar desde la emoción y eso hace todo inolvidable. Hubo dos consignas, una de tipo conceptual y otras técnicas. La primera tenía que ver con el hecho de que no resultase hiriente u ofensiva para la memoria de Kathy, y las técnicas solo que tuviese 40 cm de ancho y no fuese especialmente frágil, porque prevemos que es una muestra que montaremos en diferentes espacios y queremos tener la posibilidad de colgar las obras de manera individual o agruparlas, hacer largos lienzos, adaptar los montajes, etc. Necesitamos versatilidad para poder itinerarla ya que ese es uno de los principales objetivos de este proyecto. No hubo preselección y de hecho ningún trabajo fue cuestionable en relación a la memoria de Kathy, todo lo contrario. Todos están cargados de amor, de pedido de justicia y memoria. La curaduría fue en el trabajo virtual porque la propuesta inicial no nació en pandemia sino antes. Tuvimos que adaptar todo a la virtualidad para poder cumplir con los plazos que habíamos propuesto. Eso nos obligó a hacer un gran trabajo de difusión en redes, una labor minuciosa de fotografía y edición del material que recibimos; la inauguración también fue de manera virtual en donde -como en una presencial- tuvimos invitadxs especiales, como familiares de Kathy que nos hablaron de la causa o Kekena Corvalán sobre artivismo, etc. Ese día mostramos por primera vez la totalidad de la obra recibida que es lo que ahora está colgado en las redes hasta que podamos hacerla de manera presencial.

APU: ¿Qué recepción tuvo la muestra (en lo virtual) y qué perspectivas tienen en el futuro como colectivo?

Y.Q.: El formato virtual, inicialmente, fue una complicación, ya que no teníamos ninguna experiencia en cómo armar una muestra virtual, cómo exponer, cómo hacer una inauguración virtual, sin la posibilidad de recorrer la galería, ver las obras físicas. Nos pusimos a investigar, probar, preguntar, imaginar. Usamos las herramientas que tuvimos a mano y entendimos que las redes son una posibilidad increíble de llegada a un público muy amplio y diverso.

Y la recepción de la muestra Justicia x Kathy fue increíble. 

La inauguración contó con la presencia de alrededor de 130 personas de distintos puntos del país, incluso algunas personas de afuera. La emoción nos atravesó a todes les que participábamos. Fue un momento conmovedor, intenso y también de aprendizaje. 

Después, con la difusión de la galería de imágenes con las obras, nos llegaron mensajes tan bellos, de tantas personas, que nos animó a pensar que esto fue el inicio de algo que debe continuar. Queremos que las obras circulen, esperamos el momento de poder exponerlas físicamente en Monte Hermoso, especialmente, pero también en Bahía Blanca, en toda nuestra zona. El asesinato de Katherine Moscoso, la red de ocultamiento e impunidad que se tramó desde sectores del poder, es algo que nos atraviesa dolorosamente y esto lo comprobamos con cada obra que llegó, con cada obra recibida. La gente nos traía o mandaba las obras y nos agradecía la posibilidad de expresarse, de decir que quieren justicia, que no quieren quedarse callades. Fue tan fuerte esto que decidimos mantener abierta la convocatoria y seguir recibiendo obras de quien quieran sumarse tardíamente a la muestra. 

Y que los platos los lave otro es una colectiva feminista que creamos en Coronel Dorrego en el año 2005, hace ya 15 años, la perspectiva es seguir juntas, pensando, creando, moviéndonos, imaginando una vida mejor, más feliz y más justa para todes.

 Si querés participar podés consultar las condiciones en:

https://drive.google.com/open?id=1FY8_N7I2kLkj0fyMab8shmNZOjZysZ1g

Para visitar la muestra: https://linktr.ee/JusticiaXkathy