¿Cómo entendemos a Macri presidente?

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¿Cómo entendemos a Macri presidente?

09 Diciembre 2018

Por Ezequiel Palacio

El modo de hacer política cambió rápidamente y el modo de entender nosotros a la política, también. El paradigma político del siglo XX se volvió un viejo engranaje que hace ruido, está muy oxidado y lleno de fisuras. Pero no basta con eso. Para saber cómo entendemos a Macri, debemos apretar ese grano en el culo de la sociedad argentina. Nos vamos a aburrir un rato, los invito. Sé que es un ejercicio empedrado el repasar la historia, pero nobleza obliga.

Buenos Aires, la Argentina

La sociedad argentina es Buenos Aires. Como siempre, Buenos Aires fue el centro del mundo del ser argentino. Después hubo y hay otras provincias importantes pero los argentinos sabemos que Buenos Aires, bla bla bla… Esta frase para un cordobés, santiagueño o rionegrino es detestable y tienen razones de sobra para hacerlo. Pero estamos jugando al federalismo político que nos enseñaron siempre en la escuela, hipocresía mediante. Todos en definitiva conocemos más o menos la historia. Llegan los españoles al Río de la Plata. Se instala un virreinato.

El virreinato establece, controla y administra rutas comerciales fundamentales entre el Alto Perú y Europa, y un dato no menor es el uso geopolítico que hace del territorio. Eso, las dos invasiones inglesas y las guerras contra Portugal en la Banda Oriental, Uruguay. De México hacia Argentina, dos o tres países europeos (España, Portugal, Inglaterra, los llamados principales) se disputaban la conquista de territorio con gente adentro. La gente era la mano de obra esclava (capítulo aparte: los pueblos originarios).

Pero para entender a Macri, ¿es necesario remontarnos 500 años de historia? En realidad sí, porque no son 500 años de historia que transcurren apacibles, sino 500 años de historia de dominación y sometimiento, con breves períodos de “algo” contrario a eso. Desglosemos muy pero muy rápidamente.

Los españoles llegados a “América” eran llamados Adelantados.

Todos ellos, provenientes de familias aristocráticas europeas, eran quienes tenían la posibilidad de financiar los viajes a América. Lo que se traslada de Europa a nuestras tierras es la cosmovisión del europeo aristocrático del siglo XIV. Pero, ¿qué significa esto? Existía un Rey. Este era el representante de Dios en la Tierra. Reyes e Iglesia Católica eran un sostén mutuo. El Rey era dueño de todo: tierras y todo lo que de ella salga (cosechas, animales, personas, herencias, caminos, etc.). Se pagaba tributo al Rey por todo. El Rey disponía, o podía hacerlo, de todas las mujeres del reino, incluyendo las niñas por nacer. Era dueño de la vida y de la muerte de todos los habitantes del reino, ya que tenía una facultad otorgada por Dios para administrar la paz y la guerra y el futuro de la doctrina católica.

En un sistema político-económico como el mundo feudal era lógico que las ideas religiosas estuvieran sostenidas por un mecanismo singular: la espada y la muerte. “La letra con sangre entra”, pintaba Goya en 1780, sintetizando un concepto poderoso.

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Pero regresemos al origen: españoles de la aristocracia feudal. Eso llega a Buenos Aires. Adinerados dueños de esclavos que consideraban que los pueblos originarios eran cosas de menor valor que un animal silvestre.

Peguemos un salto. O varios…

La primera junta de gobierno, ¿la recuerdan? Los nombres de “algunas calles” de la ciudad son nuestra primera junta de gobierno. Los Saavedra, Moreno, Belgrano, Beruti, Castelli, Larrea, Alberti, Matheu, Azcuénaga, Paso.

Básicamente estos tipos lo que querían era la independencia política del reino de España. Pero, ¿por qué? Porque fueron educados en Francia. Francia venía un poco adelantada en relación al mundo de las ideas. Nuestros próceres fueron educados con las ideas de la Revolución Francesa, aunque también en esa época “pasaron cosas”.

Los nombres de las “principales avenidas” de la ciudad

Bueno, ahí tenemos la Avenida Alvear, simbolizando a la aristocracia patricia argentina. Heredera de esa estirpe adinerada del español conquistador. Con escudo de armas y un árbol genealógico poderoso. Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia, o mejor conocido como la Avenida Rivadavia, que nace en el Congreso Nacional, el kilometro cero del centro porteño o como el Sillón de Rivadavia, donde se sientan los presidentes y donde Macri sentó a su perro (Balcarce).

Rivadavia fue el primer presidente argentino. Por el apellido podemos corroborar su origen español, europeo, patricio, adinerado. Y aquí, dando saltitos entre años de historia, podemos dar con una punta de ovillo: Bernardino Rivadavia fue el primer generador de deuda externa. El empréstito Baring se terminó de pagar 120 años después de que se contrajo. Les ahorro la suma de años: 1947.

https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-33052-2004-03-21.html

En 1947 se terminó de pagar la primera gran deuda externa nacional contraída por el primer presidente de lo que podríamos llamar Argentina, aunque en realidad se llamaba Provincias Unidas del Río de la Plata. Bernardino Rivadavia ejerció  el cargo de presidente entre 1826 y 1827. En tan sólo un año de gobierno y administración, este señor de apellido larguísimo y aristocrático español se endeudó con los ingleses (sí, los mismos que intentaron invadir Buenos Aires en dos oportunidades… ay!! Ay!! Esto de la historia es tan sucio), a punto tal que recién 120 años después Juan Domingo Perón pudo cancelar el empréstito Baring.

Lo interesante de este dato radica en que un adinerado aristocrático endeudó al país en más de 100 años y 192 años después, en 2018, otro adinerado aristocrático hizo lo mismo: Mauricio Macri, en sólo dos años nos hizo deudores a dos o tres generaciones. Rivadavia y Macri se parecen. No únicamente por en el hecho simbólico del tiempo y el tipo de endeudamiento a los que ambos personajes nos someten, sino también en el trabajo incansable y militante hacia la clase a la que pertenecen.

Salvando las distancias, ambos trabajan para darle rentabilidad a la clase social que representan. Pero me gustaría ocuparme de otra cosa, para darle respuesta a la pregunta de origen: ¿Cómo entendemos a Macri presidente?

¿Qué cosas nos impulsan a desconocer la historia, a darle la espalda, para no aprender nada de nuestra experiencia como sociedad?

Son varios los factores. A primera vista, es decir, superficialmente, es importante remarcar que los gobiernos populares fueron muy pocos, pero muy pocos.

Y a esos años de pocos gobiernos populares hay que sumarle el incansable ejercicio de interrumpir períodos democráticos con dictaduras militares.

Somos una democracia inexperta, muy jovencita, a la que le vamos amputando los miembros inferiores.

La clase dirigente nacional siempre fue militar o aristocrática, o estuvo rodeada por la aristocracia nacionalista: Ese lumpenaje berreta y ocioso. Inútil. Embrutecedor. Dispuesto a arrodillarse para lamer el falo del poder y codearse con la alta alcurnia internacional.

Si Sarmiento leyera esta frase diría que hacemos referencia a los indios pampeanos. Pero, no. La referencia es directa hacia la clase alta argentina.

Perón, Evita, la Patria Socialista

Quien escribe esta nota no es seguidor de Perón ni del peronismo. Pero no importa eso, aunque no soy necio. La importancia histórica y social del peronismo es superlativa.

Percibo a “El movimiento” y la doctrina peronista tan amplia como tan contradictoria; tan impulso hacia el empoderamiento sindical y obrero y a la vez tan sentar las bases para el capitalismo más salvaje y dictatorial de la región. Como las palabras tienen un peso específico y jugar con palabras es un placer que disfruto, para justificarme, usaré del título la palabra Evita como verbo: Perón evita la patria socialista, para hacer poesía sin que nadie me lo pida.

Los periodos más brillantes y significativos de la política argentina, vinculados a las bases obreras y populares, fueron del peronismo. Siempre. Nunca, ningún otro gobierno, desarrolló tantas políticas económicas pensadas para que las clases más desposeídas tuvieran ascenso social. Lo hizo el peronismo de Perón. Lo hizo el peronismo de Cristina y de Néstor.

Pero debemos atender un suceso fundamental. Las dictaduras militares en la región y específicamente en Argentina tienen un factor en común. En nuestro territorio funcionó un tridente como nunca antes: la iglesia Católica, las Fuerzas Armadas y la aristocracia terrateniente y financiera.

El peronismo que sindicalizó al movimiento obrero y politizó a un punto altísimo a la población joven argentina también dejó abierta la puerta para la militarización de un odio singular: la clase alta nacionalista y las fuerzas armadas.

Entonces… ¿por qué somos tan obedientes con el patrón? Son varios los factores pero haré foco en dos:

  • Los militares asesinaron y desaparecieron a una generación hermosa que pensaba, que buscaba y perseguía ideales filosóficos de igualdad, soberanía, independencia y conciencia de clase.
  • Los gobiernos populares, a pesar de las reformas realizadas, no pudieron cambiar la cosmovisión de las escuelas formadoras de pensamiento crítico en Argentina. Es decir: las casas de altos estudios en el país, por lo general, están administradas por el poder hegemónico y aristocrático. Y la formación de pensamiento crítico, de este modo, se ve cercenado por todo un sistema donde impera la desunión y se fomenta el pensamiento único.

La pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué razón, si es tan fervoroso el espíritu político de las casas de altos estudios en el país, luego los docentes y profesores, por ejemplo, en las aulas someten sus voluntades y conciencias críticas a un formulario que indica los contenidos embrutecedores de las conciencias de los pibes?

Si los docentes no tienen conciencia de clase, si votan gobiernos de derecha, si desconocen la historia, si no tienen pensamiento crítico… ¿cómo saldrán de la escuela los chicos que están en etapa escolar? La escuela termina siendo un reformatorio que le pone rejas al pensamiento de los chicos. Una muestra de ello es Macri presidente.

Genocidio – Etnocidio

Si el genocidio es la muerte física de hombres y mujeres, el etnocidio, entonces, hace referencia a la muerte de su cultura.

La última dictadura cívico-eclesiástica-militar de la argentina fue un genocidio en sí mismo. Fue la puesta en marcha de un plan geopolítico, orquestado por los Estados Unidos en la región. Los planes son a largo plazo siempre.

Hoy se ven los resultados

Cuando se producen cambios significativos en lo social es porque antes hubo un cambio a nivel educacional: la materia en escuelas primarias y secundarias nacionales, llamada Estudios de la Realidad Social Argentina (ERSA), abolida por la dictadura cívico-eclesiástico-militar, es una muestra de ello.

Cuando en educación intervienen los poderes protofacistas, entonces sucede un vaciamiento cultural e intelectual que favorece la manipulación por parte de los poderosos. El giro hacia gobiernos de derecha, protofacistas, embrutecedores, sin ideología y desclasados. Entregadores de soberanía e independencia hacia empresas norteamericanas y europeas, son una muestra más de esto. 

Luego del genocidio, 30 mil detenidos desaparecidos, aparecen los síntomas del etnocidio, la muerte de su cultura. Simbólicamente, hago referencia a la muerte de la cultura de una generación que combatió al punto de entregar su vida por una idea superadora de la realidad del país.

Luego de la dictadura, el gobierno de Alfonsín, luego el Menemato. La entrega absoluta de soberanía y recursos como jamás lo hemos visto en nuestra historia. Sin nadie que se opusiera. Sin movimiento obrero, sin sindicatos fuertes, sin oposición o, mejor dicho, con una nueva oposición, una nueva forma de hacer política: corrompiéndolo todo.

Menem, ese caudillo que fascinó a Perón en su exilio en Puerta de Hierro, hizo escuela. La farandulizacion de la política. La exhibición y el ejercicio de lo banal, de lo estúpido. Aparecieron las empresas europeas y yanquis, avanzadas en esta lógica de corromper con dinero fresco y abundante, producto de ese plan conquistador territorial del imperio del norte o europeo, y sentaron las bases de una nueva forma de hacer política: arrodillándonos.

"(...) ¿Usted cree que las futuras dictaduras serán militares? 

No, señor. El militar no vale nada junto al industrial. Puede ser instrumento de él, nada más. Eso es todo. 

Los futuros dictadores serán reyes del petróleo, del acero, del trigo. 

Nosotros, con nuestra sociedad, prepararemos ese ambiente. Familiarizaremos a la gente con nuestras teorías. Por eso hace falta un estudio detenido de propaganda" (Roberto ArltLos siete locos, 1929)

Nos fuimos tan atrás otra vez, solo para demostrar que hubo quienes se percataron de estos planes. Pero la mayoría de los docentes no lo debaten en sus clases y priorizan la norma de estudiar el Martin Fierro desde una óptica de análisis porteña y aristocrática, sin importar que estemos en una escuela de Formosa o Neuquén.

Sé que muchos van a sentirse ofendidos, lastimados en su amor propio, pero lo único que nos libera del fascismo y el embrutecimiento político es la formación intelectual del pensamiento crítico, y esto en las escuelas nacionales no sucede.

Y si sucede, entonces acontece la magia maligna de una entelequia brutal o bien la burocracia sindical institucional, sino no se explican las generaciones de pibes domesticados políticamente que terminan eligiendo gobiernos de derecha o extrema derecha como el caso Brasil. O quizás, estos últimos sean una inmensa minoría.

No es mi intención responsabilizar a los docentes. La realidad a la que hacen frente es dura y son muchos los que dignifican con luchas sociales la tarea de enseñar y despertar conciencias. Enfrentados a una maquinaria de manipulación periodística brutal que conlleva al desprecio social de sectores embrutecidos y desclasados que solo ven en su propio espejo, los reflejos de su realidad.

Tampoco vamos a hablar de traición social ni de clase. Tómense el tiempo de escuchar a dos intelectuales sobresalientes para comprender mejor nuestra realidad. Álvaro García Linera, político y militante, vicepresidente de Bolivia y Juan Carlos Monedero, politólogo, profesor universitario y cofundador de Podemos en España, nos dejaron en CLACSO 2018 una disertación precisa y exquisita.

Cuando una sociedad frágil intelectualmente, vaciada de contenido y de cultura, aniquilado su paradigma político-social, se enfrenta  a la maquinaria poderosa de los que buscan el poder, entonces allí suceden los avasallamientos y los autoreproches con la almohada.

Nadie en su sano juicio votaría un gobierno que le mintió en la cara. Nadie votaría y defendería a un gobierno que le hace perder su masa salarial, le sube los impuestos y los servicios básicos (luz, agua, gas), aumenta los costos de vida, permite la represión policíaca, entrega soberanía hidrocarburífera, permite la instalación de bases militares extrajeras, etc. Aunque… quizás nos cueste revisar nuestra historia.

La falta de una estructura que fomente, en las casas de estudio, estudiantes que ejerciten la razón con conciencia crítica y social es un pilar fundamental de nuestros sistemas políticos. Pueden manipularnos sin ninguna resistencia.

Oscilamos entre gobiernos que buscan independencia económica y política de las grandes potencias, con errores y aciertos, y gobiernos que favorecen la entrega de soberanía y la precarización de los sectores medios, empujando hacia abajo, hacia el fondo, a los sectores más desprotegidos.

Macri es entendido sólo dentro de un marco de estupidización política. El ascenso de un mafioso a la presidencia del país con recursos no renovables codiciados por las potencias del mundo como el petróleo, el agua dulce, las riquezas mineras, el gas, etc.  La marioneta accionando según los intereses de su clase.

La marketización del oficio del político, la creación de un discurso vacío y mentiroso, mediante una oleada incesante de información mediocre y perfectamente estudiada para confundir al grueso de la población. Herramientas que los sectores poderosos del sistema aprovechan a su favor mientras la población se distrae con el vuelo de una mosca televisada en HD.

Mientras esto sucede en vivo y en directo, el irresponsable presidente Macri ya confirmó que en su retiro, luego de la presidencia, se exiliará en Italia, para que se olviden un poco de él.

Conoce como ninguno el paño, confía en que, como en todo su prontuario de ladrón, la justicia mire para otro lado y cajonee sus causas; como hasta ahora, como siempre que miramos para otro lado jugando al avestruz escondiendo la cabeza bajo tierra y exhibiendo el trasero vaya a saber por qué gusto singular de sodomización.

Hagamos una ensalada de nosotros mismos para evitar otra intoxicación

Ricky Pashkus fue el encargado de producir y montar el show en la Gala del Teatro Colón propuesta para el G20

Argentum, un espectáculo basado en la danza, el teatro y proyecciones multimedia, que emocionó al presidente más proactivo de las clases dirigentes y altas nacionales e internacionales. Porque Mauricio Macri no es ningún idiota. Lobbista como pocos, si estrecha una mano es porque vio ganancias para sus cuentas ilegales en paraísos fiscales.

Idiota era De la Rúa. Un inepto que llevó el país al desastre y a la muerte. Según el último censo nacional, en Argentina hay, grosso modo, 44 millones de personas. El 27,3% de esa cantidad está por debajo de la línea de la pobreza según el diario La Nación (https://www.lanacion.com.ar/2176184-pobreza-indigencia-indec).

Para los estudios realizados por el observatorio de la Universidad Católica Argentina, UCA, este número asciende al 33%. 

Pero hay otros índices que el Observatorio de la casa de altos estudios católicos revela:

  • Pobres indigentes con problemas o malestares psicológicos 34,3%.
  • A un 40% de los chicos y chicas indigentes nunca les leyeron un libro.
  • Ese mismo porcentaje de chicos no tiene ni tuvo un libro en su casa.
  • Un 50% de los pibes y pibas pobres de la Argentina no fueron nunca a una biblioteca.
  • El 50% de los pibes y pibas pobres de Argentina no tiene ni tuvo acceso a internet.

El ejercicio es complejo, pero hagamos el intento: el espectáculo realizado por encargo del gobierno oficialista no será visto por el 99,99% de los argentinos. Es decir que fue sólo un espectáculo montado para agasajar a los presidentes del grupo de los 20 países con mayor PBI del planeta. Esto no quiere decir que los 20 con mayor PBI tengan resueltos sus conflictos sociales y la brecha entre ricos y pobres, sino más bien todo lo contrario.

Son los 20 países con mayor asimetría social. Promotores de un capitalismo brutal que perjudica siempre a los sectores más vulnerables y atenta contra la dignidad del movimiento obrero, aunque bien sabemos que esta forma de llamar a los trabajadores y trabajadoras es casi una utopía.

Hoy son, somos, mejor dicho, mano de obra empleada o desempleada. Existen experiencias político-económicas que no tienen cabida en el grupo poderoso de los 20, como ser Suiza, Islandia, Irlanda, Noruega, por ejemplo, por nombrar solo algunos. Estos países tienen una inversión económica superlativa en educación y formación profesional y casi nula en servicios represivos. Por mencionar sólo algunas diferencias.

Las asimetrías se manosean cuando los extremos se rozan de tan opuestos.

Este hecho es significativo en sí mismo, ya que es una muestra de los valores éticos y morales de quienes lo presiden. Veamos el espíritu simbólico: Argentum, espectáculo de danza, teatro, música en vivo de orquesta y proyección audiovisual. A pedido del gobierno, se contrató a un exponente del ámbito musical y de las danzas. Ricky Pashkus fue el encargado de materializar una demanda especifico: "Fue un hecho artístico pero también profundamente político, y respondió al pedido de un Gobierno que estaba diciendo: 'Necesito que hagas algo'" (https://www.eltribuno.com/salta/nota/2018-12-1-12-15-0-pashkus-el-creador-de-argentum-el-emotivo-show-en-el-colon)

La frase libera más de lo que encierra, pero simplifiquemos: ¿Fue un hecho artístico? Sí, lo fue. ¿Fue un hecho profundamente político? Sí, también lo fue, pero elitista, sectario, xenófobo y auspicioso para cumplir con el objetivo de agasajar a los poderosos, ya que el mismo director se esmeró en la motivación respecto a sus dirigidos diciéndoles que:  '"Hay que ganarse el clima de la peña. El Colón es el Colón, es magistral, pero el proyecto tiene que atravesar las paredes y llegar al corazón'. Y se vivió un clima de peña", confió el coreógrafo.

Y acá es donde todo se pone raro, porque las peñas folclóricas nacionales tienen una esencia que no ahorra sutilezas en cuanto a lo políticamente reaccionario de su espíritu. Porque nacen en el “campo argentino”, en toda esa ruralidad donde el terrateniente es patrón, dueño de estancia y eventualmente amiguero del gaucho que luego vota democráticamente hablando, en contra de sus propios intereses políticos, para mantener un empleo basado en el amedrentamiento y el ninguneo por parte de la patronal terrateniente y sojera, que hasta no hace mucho supo paralizar al país cortando las rutas y los accesos más importantes y prendiendo fuego campos enteros para que el viento se lleve el humo hacia la capital porteña.

Entonces Argentum…

El Teatro Colón, los 20 del G20 y Macri. Toda su clase aristocrática bien representada, porque los exponentes de la política nacional oficialista provienen de las familias patricias aristócratas y terratenientes nacionales, que figuran en los libritos de historia que Kapelusz y Santillana reparten en las escuelas primarias.

Hago mención a la editorial Kapelusz y Santillana porque el ataque que están sufriendo las editoriales pequeñas es brutal, silencioso y letal. Y no es casual, porque el auge editorial de los años anteriores no tuvo antes precedente alguno en la historia argentina.

Libros con voces diversas, contando historias acalladas por la historia oficial, vieron la luz gracias al trabajo de muchos y muchas que dedicaron sus años al trabajo del librero. Kapelusz y Santillana, en la historia de la educación, representan lo contrario: la historia oficial. Billiken se masturba mirándolos recuperar el terreno perdido en el gobierno anterior…

Recapitulemos

G20; Gala en el Colón; el nuevo reglamento para el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas represivas del Estado; UNICABA, la unificación de la educación terciaria en la Ciudad de Buenos Aires (acaso no se había aclarado este circo patético del fin de la historia y el pensamiento único?), el cierre de 29 profesorados; el partido judicial (dirigido por Daniel Angelici, lameculo del poder; y la influencia que ejerce el apellido Macri) cerrando la causa de la muerte Santiago Maldonado por parte de Gendarmería Nacional; los tres jueces agentes del Opus Dei marplatense, asesinando y empalando otra vez a Lucia Pérez.

Los asesinatos por la espalda a integrantes de la CTEP, el incendio en la comisaria, con estación de bomberos al lado, que ocasionó el asesinato de 9 presos hacinados en una comisaría del conurbano. La urgencia por adelantar las elecciones en CABA y Gran Buenos Aires para que la imagen negativa del presidente no reste votos a Larreta y Vidal en sus elecciones. La patética maniobra por parte de los barras bravas argentinos, en combinación con la “inteligencia” policial (vaya oxímoron!!) para utilizar (como desde hace muchos años atrás la dictadura militar argentina comprendió a la perfección) políticamente a un partido de fútbol como herramienta de distracción social. El negociado brutal que implica que el partido se juegue en el Santiago Bernabeu de Madrid, que Boca y River reciban los cánones económicos por los derechos de televisación, los viáticos económicos para el traslado y hospedaje de la fuerza de choque de la política argentina: sus barras bravas. Cuando la policía no puede hacer una actividad por lo evidente de sus actos, entonces ahí van los barras bravas del fútbol, esa entelequia de la brutalidad dispuesta a cualquier cosa por manejar espacios de poder, narcotráfico, influencias, centros de compra, estacionamientos, y zonas liberadas para el saqueo estratégico, etc. etc, etc. … dan asco.

La batidora conceptual

Por un lado, la realidad socio-político-económica del país, más el conflicto regional con el auge y el posicionamiento de políticas neoliberales y xenófobas, el menosprecio y ocultamiento del crecimiento de países como Bolivia, que este fin de año cobrará doble aguinaldo por ley, debido al crecimiento de su PBI.

Por otro lado, el estallido social francés. El movimiento sindical francés, a la cabeza de otro avasallamiento político por parte del poder. El freno momentáneo que ocasionó un plan de lucha. La argumentación de la lucha en la acción directa. El pueblo tomando las calles, mostrándose. Aunque también el pueblo francés sea intolerante con la inmigración africana.

La lucha: qué capítulo hermoso de la vida social humana.

La resistencia, la voluntad de la empatía en relación a los que menos tienen. Pero no reivindiquemos cualquier cosa. La policía francesa no se pone al lado del pueblo francés, sublevado, porque compartan las razones de estos. Se ponen del lado del pueblo alzado porque saben que van a sufrir la ira de aquellos que son mandados a reprimir con gases, palos y balas. La policía es policía en cualquier lugar del planeta…

Acá, en nuestros territorios, se libra un fenómeno singular vinculado a la resistencia social. Creo, humildemente, que este fenómeno tiene mucho que ver con los argumentos mencionados en este escrito, respecto a la formación intelectual de nuestros chicos, sobre muchos y muchas que pasamos por casas de formación terciaria. Por más que les pese a muchos, el espectro universitario es formador de mano de obra calificada dispuesta a ocupar una vacante en el mercado laboral nacional o internacional.

Tenemos una formación muy elemental, basada en criterios educativos y pedagógicos del siglo pasado o del anterior y las derechas transnacionales lo saben a la perfección. Con el verso de mejorar la calidad de formación de los futuros docentes es que se cierran profesorados y se favorece la unificación educativa, acallando voces y criterios: lo que en la década de los años 90 se llamó el Fin de la Historia o el Fin de las Ideologías o Pensamiento Único.

La política es una herramienta de transformación sin dudas. Y son muchas las personas del mundo que dedican su vida a comprender por qué razón se dan los fenómenos de manipulación en la sociedad. Para muchos y muchas nacidos post dictaduras americanas, existe un espíritu de pasividad, de escepticismo político y una frustración social muy fuerte vinculada al quehacer político. Por un lado el desinterés, por otro el aferrarse a la soga del sálvese quien pueda como discurso imperante de los últimos 40 años en la región.

Sin embargo existen modos de comprender los hechos que nos acercan más a la acción que al descreimiento. Algunos hechos son más intensos que otros y requieren de mayor lucidez de la que podemos poner en práctica. Esto significa que nuestra formación requiere que entre nosotros, entre todos nosotros, nos aferremos a la empatía, a pensar lazos que me unan al otro. A poner en práctica herramientas que el capitalismo agonizante nos quiere hacer olvidar: en la calle y entre todos.