¿Chau a los ídolos?

  • Imagen

¿Chau a los ídolos?

28 Octubre 2018

Por Ezequiel Palacio

 

Todo ocurre tan rápido como lo puedas imaginar. Ola de denuncias por abusos sexuales cometidos por bandas o integrantes del rock argento, que viene a romperlo todo.

Chau a los ídolos. Chau a la figura de poder de los ídolos.

El movimiento de mujeres es imparable y en este ejercicio de empoderarse, motivan a muchas otras mujeres a reivindicarse, sanar sus dolores y vergüenzas, y solidarizarse con otras mujeres por señales de alertas generalizadas.

La cultura roquera argentina (no conozco otra en carne propia) es producto de nuestra idiosincrasia.

Le pone voz a una cultura singular argentina, porteña o provincial, que se impuso en nuestro país a mediados de los años 60 como un movimiento hegemónico importado.

Se cantaba en inglés hasta que algunos de los míticos músicos transformaron esa expresión hegemónica y la tradujeron en rebeldía y confrontación al poder de turno, tanto en el país como en el mundo.

Una nueva cosmovisión aparecía en la sociedad que estaba en ebullición política, social y cultural.

Pero más allá de esto, algo se estaba gestando.

Para quienes son más jóvenes, adolescentes que empiezan a vivirla y experimentar, es fundamental comprender esta ola de denuncias.

Porque hasta hace poco tiempo atrás, lo común, lo habitual, lo cotidiano, lo esperable, era que la mujer se someta a la voluntad del ídolo. Y no sólo la mujer, sino también el hombre.

Para el hombre era o es sinónimo de prestigio ser quien organiza los colectivos que te llevan a recitales, poder ingresar al vip, camarines, detrás del escenario, ayudar, estar ahí, ser parte de la birra privada, del porro del baterista, de la línea de merca del cantante… convertirse en mensajero, el que lleva y trae, que carga… la mujer, en cambio, sufre esto del prestigio enfermo con un trastorno singular: su sexo.

Porque el roquero argento siempre hizo alarde de su condición.

Era contestatario en sus comienzos y eso implicaba también transgredir los límites impuestos, el orden establecido, ser un reventado en todos sus sentidos, vivir al límite, aunque después la industria de la música comprendió que eso debía consolidarse como una característica del roquero y transformó esa singularidad en producto vendible.

No sé bien cuándo se produce esta ruptura del músico rebelde contracultural en el producto comercial de una disquera… pero por ahí viene la cosa.

Porque ese escalón de poder que tiene el roquerito lo usa a discreción. Porque fue criado en una sociedad que naturaliza el abuso, que criminaliza a la víctima, que cree primero en la “verdad” del acusado y lo perdona de antemano. Porque fue criado en una cultura patriarcal y machista, donde la mujer ocupa un segundo o tercer lugar en la escala de prioridades socioculturales. Porque nuestra concepción judeocristiana posterga a la mujer, la condena si hace falta y es la culpable siempre de ese cuentito de la manzana del Edén (valga el simbolismo para las denuncias por violación).

No todos los músicos son iguales, ni todos los hombres que conquistaron la cima han abusado de mujeres o de su poder… pero la lista es larga.

¿La Bersuit?  ¿Los camarines de la Bersuit?  ¿Hociquito de Ratón?

¿Attaque 77? ¿La entrevista que le hace Pergolini a Ciro Pertusi donde todo es tan pedófilamente aceptado entre ambos?

Charly García... ¿Quién no sabe dónde vive?

¿Quién no tocó el timbre del piso 7 de Coronel Díaz?

A veces respondía el mismísimo Charly.

A veces quien tocaba timbre era un chabón, según su humor, te abría la puerta.

Yo subí un par de veces.

Las chicas subían siempre.

Esa visita musical, cultural, turística a puro vértigo con Charly las chicas las pagaban con su sexo.

Me tocó ser plomo de Chico Novarro hace unos años atrás. Fuimos a Córdoba, Salta, Mendoza, Punta del Este. La chacra de Pancho Dotto en Uruguay. Novarro era pura camaradería para un pibe de 19. Sueldo, viajes gratis en avión, hoteles de lujo, noches de música de mierda ejecutada por músicos de altísimo nivel, entre cables, instrumentos y… mujeres claro. Dotto ofreció mujeres para la noche del show. Novarro, drogas. El asado estaba riquísimo.

Hoy denuncian por abuso a Cielo Razzo.

Denuncian por abuso a integrantes de Onda Vaga. 
Denuncian por abuso a Pez.
Denuncian por abuso a El Mató a un Policía Motorizado. 
Denuncian por abuso a Cristian Aldana de El Otro Yo.
Denuncian por abuso a Salta la Banca. 
Denuncian por abuso a La Ola que quería ser Chau. 
Denuncian por abuso al bajista de la banda Sueño de Pescado.

La periodista Alicia Barrios denunció en vivo por TV en 1985, que Pappo Napolitano intentó violarla en los pasillos del Luna Park. Pappo se reía.

"¿Te quedan ganas después de esa experiencia?", pregunta Barrios. "Uno tiene ideas de violar así gente linda como vos. Pero viste cómo es la violación, hay un tira y afloja de las dos partes", confiesa Pappo

Los camarines de las bandas de rock, pop, cumbia, o lo que sea son un atrapa chicas. 

Las bandas de cumbia tienen lo suyo. Las fiestas del mambo cubano, las noches colombianas en el centro porteño…

Y en complicidad los “grandotes” de la “seguridad” tienen el trabajo de ir a buscar a la piba que marcaron. El músico elige, le dice a algunos de sus mensajeros que la traiga. Una vez en camarines la piba, fascinada porque se fijaron en ella, queda a disposición de quien ejerce el poder. Puede negarse sin dudas, pero la experiencia por esas situaciones ya fue transitada.

No es la música, ni el arte, la noche, las drogas, el alcohol, la ropa o lo que fuese. 
El patriarcado, el machismo, la misoginia, el atropello y los abusos somos nosotros, todos y cada uno de nosotros, HOMBRES.