¡Bésate, amate, resistí!

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¡Bésate, amate, resistí!

11 Noviembre 2018

Por Agustín Ocaño

 

Tomás fue una de las personas que sufrió uno de los actos que se repite en una Argentina donde Mauricio Macri dice que ser homosexual es una desviación. ¿Pero el discurso del presidente es mero relato de una construcción hegemónica? Absolutamente. Comenzando por él, seguido por los medios concentrados y terminando por los estigmatizadores seriales, no sólo intentan denostar las libertades colectivas, sino que incitan al maltrato y buscan el individualismo que siempre está presente entre los conservadores que intentan la quita de derechos que cada uno tiene. ¿Será qué mostrarán además la discriminación extremista como símbolo de burla? El maltrato físico, verbal y psicológico de un verdadero personaje paupérrimo encuentra las vicisitudes internas que ni siquiera saben plantear. Porque cuando se intenta ir desde lo nefasto, la masa popular buscará transformarlo. Quizá a la persona de la Pizzería, donde fue atacado Tomás con su pareja, ¿les molesta que chicos y chicos, chicas y chicas, chiques y chiques muestren su afecto? Bueno, hay noticias para ellos, para quienes están dentro de una bola de categoría tan repulsiva junto a un pensamiento retrógrado. Eso se seguirá haciendo en una Argentina con amplitud de pensamientos, libertad y derechos. El golpe y maltrato han demostrado que no hay uno, hay cientos que enfrentarán a los homofóbicos y machirulos.  

No sólo se quedaron con el ataque y las corridas de hace unos días, las víctimas del ataque recibieron amenazas vía redes sociales, es por eso que hablamos con Tomás para que nos explique un poco más sobre lo que sigue ocurriendo.

 

AGENCIA PACO URONDO: De acuerdo a la intimidación que quieren provocar, ¿sentís que esto es por el apoyo que vienen recibiendo?

TOMÁS RODRIGUEZ: Creo que la visibilidad que tomó este tema ha demostrado mucho. Se nota con las amenazas que recibimos en las redes sociales. Muchas giraban en torno a la medida que tomó el dueño del lugar de echar al encargado que nos echó como primera medida para sacarse un poco el problema de encima. Creemos que a una persona con tanto odio hacia nuestras identidades sumarle la bronca del desempleo en un contexto como este en el que bueno, sabemos por qué tipo de políticas es muchísimo más difícil encontrar laburo, creemos que para nada suma.

APU: ¿Cómo están ahora?

TR: Hoy estamos más asustados, sobre todo porque las cosas que nos llegan en las redes: amenazas e insultos. “Por culpa de ustedes una persona se quedó sin laburo”. Creemos que el dueño del local para nada tuvo en cuenta las voces de las víctimas. Accionó sin medir las consecuencias. Pero esas consecuencias hoy están.

APU: ¿Pudieron saber cómo seguirá todo esto, más que nada por parte de los organismos correspondientes?

TR: Sabemos que el INADI va a ir a dar unas capacitaciones de sensibilización al local el 5 de noviembre. Y ahí nuestra opinión también problematiza la situación, porque creemos que las jornadas tienen que estar, claro que sí. Pero si van a servir para cerrar el tema ahí, no estaría contribuyendo a lo que nosotras queremos visibilizar con esto.

APU: ¿Hay otros actores que incitan a la violencia y la degradación social popular?

TR: Parte de las personas de seguridad. Queremos visibilizar un gobierno donde hay ausencia de políticas públicas efectivas y claras. Donde lo que existe es un discurso de tolerancia muy infundido. Encima eso, de tolerancia. Como si lo que estuviéramos pidiendo es un esfuerzo para comprendernos y un caretaje a empatizar con nosotras.

APU: ¿Qué es lo que tiene que saber la gente? ¿Desde dónde hay que luchar?

TR: Cuando creemos que lo que hay que difundir es un discurso de inclusión, de aceptación. Medidas concretas. Por ejemplo, estamos pidiendo que se sancione a nivel nacional la ley de cupo laboral trans, Diana Sacayán. Denunciamos un montón de cosas con nuestras activistas y las organizaciones. Se votó un presupuesto que desfinancia un montón de programas, proyectos y políticas que apuntaban directamente a tantos colectivos. Pero también a proteger a nuestro colectivo. Un ejemplo es la desfinanciación del programa HIV, la eliminación del ministerio de salud. Creemos que va mucho más allá de una capacitación a las personas que nos agredieron.  No por decir que esa gente ya nos odia, tal vez se sensibilicen eso no lo sabemos. Pero estas cosas siguen pasando. El local de al lado no va a recibir ningún tipo de formación y va a seguir agrediendo. Esto nos pasa en la calle, en nuestras familias. Creemos eso. Que es una cuestión que trasciende de nuestro caso. El objetivo de visibilizar nuestro caso era incluirlo en esta secuencia de odio que aumenta no sólo en la Argentina sino en el mundo y en la región.

Cabe destacar que se concentraron, a través de una convocatoria hecha por Facebook, en Scalabrini Ortiz y Santa Fé para visibilizar la lucha y repudiar el acto en la pizzería. Seguiremos luchando, seguirnos gritando y seguiremos defendiendo la causa justa. Como personas, comunicadores y militantes.