“El PRO contaminó a la Metropolitana, fomentando prácticas represivas"

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“El PRO contaminó a la Metropolitana, fomentando prácticas represivas"

16 Enero 2016

AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué opina del traspaso de la Policía Federal a la Metropolitana?

Pablo Ferreyra: El traspaso de la Policía Federal a la Ciudad salda una deuda histórica con los porteños y el sistema federal republicano. Sin embargo, esta expectativa no puede pasar por alto algunas irregularidades que surgen de la simple lectura del convenio, y menos aún, que se ignore la falta de discusiones serias para mejorar la seguridad en la Ciudad. El Gobierno de la Ciudad propone que la votación del convenio sea cerrada, es decir, que no se permita hacer modificaciones. Asimismo, el convenio sólo pasará por la Legislatura porteña, haciendo interpretación forzada de la Ley Cafiero. Esto evitaría el paso por el Congreso Nacional.

APU: ¿Cuáles son las objeciones puntuales al convenio de traspaso?

PF: Fundamentalmente que los gastos siguen siendo cubiertos por el gobierno nacional. Según el jefe de gobierno porteño, se produciría un traspaso de recursos, pero considerando que hay una partida presupuestaria nacional asignada a la Policía Federal, la administración de los fondos permanecería en el ámbito nacional. Además es un cheque en blanco para que los ejecutivos de Nación y Ciudad establezcan nuevos protocolos de actuación policiales sin acuerdos parlamentarios.

Por otro lado, la trasferencia de agentes no parece responder a un planeamiento estratégico ponderado a la luz de las necesidades de seguridad de la ciudad, sino que parece el producto de negociaciones aisladas entre miembros de la Policía Federal y el Gobierno. De hecho, no especifica si la intención es conformar una sola fuerza. Hay cuestiones extrañas como la “predisposición” que deben tener los agentes de la División Destacamento para estar al servicio del gobierno nacional en operativos de control de ingreso y egreso de la Ciudad.

Otro factor es la falta de claridad respecto a los sumarios y sanciones a agentes transferidos, iniciados en la órbita de Nación y que aplicará la Ciudad, y a las investigaciones iniciadas por una de las fuerzas y que deben trasladarse a la otra para continuarla. Esto último puede volverse perjudicial para las víctimas especialmente de violencia policial. El proyecto también presenta inconsistencias en el punto referido a la División Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual, que deja en suspenso las proporciones en las que se transferirá.

Por último, el convenio establece que los agentes públicos transferidos conservarán el nivel escalafonario, la remuneración, antigüedad, derechos provisionales y de cobertura social que tuvieran al momento de la celebración de la transferencia o sus equivalentes. Esto, aunque legítimo, dificulta la convivencia entre las dos policías y, sobre todo, la unificación.

APU: ¿Es necesario este traspaso policial?

PF: La Policía Metropolitana tiene una estructura institucional que permitiría, si existiera la voluntad política, la construcción de una política de seguridad responsable y funcional, en diálogo permanente con la ciudadanía. Sin embargo, el PRO se ocupó de contaminar esas estructuras, fomentando prácticas represivas y encabezando sus cúpulas con ex jefes de la PFA, todos ellos cuestionados por violaciones a los derechos humanos.  El gobierno de la Ciudad nunca creó los Foros de Seguridad Ciudadana que por ley le correspondía crear.

Por todo esto, lo que verdaderamente queremos es que el traspaso se haga, pero de un modo en el que se abran canales institucionales de discusión en los que podamos participar y aportar, para poder pensar en serio en una policía de la ciudad que respete los derechos humanos y garantice seguridad a todos los porteños.