Denuncian que la gestión de Cambiemos alcanzó “récord absoluto” en casos de violencia institucional

Por Nicolás Adet Larcher

Desde diciembre de 2015 hasta noviembre de este año, fueron asesinadas 259 personas por casos de violencia institucional. Un muerto cada 25 horas. Estos datos se desprenden de un relevamiento realizado por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) a partir de los que fueron los primeros meses de Cambiemos en el poder.

María del Carmen Verdú, explicó al diario Clarín que la cifra es “récord absoluto” en cuanto al crecimiento exponencial sobre casos en apenas 10 meses de un gobierno. Como explica Verdú, la violencia institucional era una problemática que ya se mantenía durante el gobierno anterior en las distintas provincias. Lo que sorprende para Correpi es la velocidad de la implementación del aparato represivo a nivel nacional en este año.

Según el informe, las muertes por gatillo fácil abarcan un 47% de los casos, seguido por muertes de personas en calidad de detenidas con un 39% y muy por debajo hechos como desapariciones forzadas, con un 4%.

A nivel provincias, los datos muestran diferencias considerables. Buenos Aires lidera el ranking nacional con 2.254 muertes por violencia institucional, seguido de cerca por distritos y provincias que contabilizan hasta tres cifras como Santa Fe (569), Córdoba (377), CABA (342), Mendoza (271), Corrientes (109), Tucumán (103) y Santiago del Estero (102).

En un porcentaje del 57,40% los hechos fueron ejecutados por policías provinciales, en un 25,42% por efectivos de los servicios penitenciarios y en porcentajes menores por policías de la federal (10,26%) la metropolitana, efectivos de gendarmería, seguridad privada, etc.

En otro informe, referido a los casos de violencia institucional entre 1983 y 2016, Correpi determinaba que un porcentaje de alrededor del 51% de las víctimas eran personas de 25 años o menos y que el 49% correspondía al segmento de 15 a 25 años de edad.

Los informes pertenecientes a esta institución, se actualizan en forma constante año tras año, sumando y contabilizando casos en todo el país. No todos, ya que muchas veces pasa un tiempo hasta que se conocen a nuevas víctimas de un aparato represivo que busca ocultar a sus muertos.