“Trabajamos mucho el tema de la violencia y la trata de personas”

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“Trabajamos mucho el tema de la violencia y la trata de personas”

10 Octubre 2012

APU: Contanos un poco qué es el encuentro de mujeres, su historia y trayectoria.

Carolina Balderrama: El encuentro nacional de mujeres es producto de la inquietud de un montón de mujeres que se empezaron a juntar hace mucho tiempo. Hace 27 años se realizó el primero, esto tiene una particularidad súper interesante que es autogestionado, va rotando en todas las provincias, hay algunas en las que todavía no se ha realizado pero sí en la mayoría. Se hace como una votación de aplausos en cada encuentro y se elige la nueva sede, lleva 27 años ininterrumpidos de realizarse.

Es una experiencia inédita en el mundo, que mueve en este último tiempo entre 15 mil y 30 mil mujeres, fuimos 30 mil en Paraná hace dos años y ahora en Posadas unas 25 mil, el año pasado en Bariloche cerca de 20 mil. Se discuten todos los temas que tienen que ver con nosotras que somos como Boca Juniors, la mitad más uno y nos atraviesan todos los temas, desde política, poder, cárceles, mujer y América Latina.

APU: Uno imagina que ahí participan espacios muy diversos, de ideologías muy diversas ¿Cómo se organizan en el tema de comisiones? ¿Qué temas se van a discutir y cómo se lleva a cabo ese ordenamiento?

CB: Año a año de acuerdo a la demanda que hubo el año anterior, por ahí se abren nuevos talleres, recordemos que todo esto se desarrolla en los talleres en escuelas. De acuerdo a la demanda de años anteriores hay actividades que son periféricas y al año siguiente se incorporan a las temáticas de los talleres. Este año hubo 54 temáticas de talleres que se desbordaron y llegaron a ser 180. Hubo una época que mujer y trabajo era uno de los más numerosos.

Hoy hay muchos talleres que tienen que ver con la trata de personas, con la violencia y una cosa muy interesante que tiene que ver con la identidad y la sexualidad, todo lo que tiene que ver con volver a apropiarnos de nuestro cuerpo que, en general somos seres humanos para otro, de cuidado, de atención o de objetos de consumo, de desaparición y violencia. Es un espacio heterogéneo y diverso con mujeres de todas las clases sociales, un componente altísimo de mujeres originarias que participan de todas las expresiones de efectores político-partidario.

Se convive con eso y por ahí también en las discusiones de los talleres se generan tensiones que te permite tener en una democracia en la que podes discutir distintas posturas. Hay mujeres que pertenecen a Pro-Vida que también intentan trabar las discusiones, por ejemplo, la despenalización del aborto.

APU: ¿Participan de Pro-Vida?

CB: Sí, el año pasado y el anterior fue más notorio en Tucumán y Paraná, este año curiosamente no hubo tantos incidentes como en otros años, recuerdo en Paraná, varones que acompañan a estas mujeres Pro-Vida interrumpieron y fueron muy violentos, sigue habiendo la manifestación violenta de varones que se abrazan a rezar el rosario alrededor de las iglesias y en general eso es lo que traen los medios, abortistas, mostrar las tetas o pintaron a los varones que defendían la institución, la iglesia, esa es siempre la postal que aparece o la condena por escribir en alguna pared, algunas veces el movimiento pasa la marea de mujeres pero el mensaje queda. La verdad que este ha sido un encuentro impresionante.

APU: El encuentro lo que tiene de interesante es que como son distintos lugares a donde va, queda después la presencia y se genera la discusión en estos ámbitos. Quizás acá en la Ciudad de Buenos Aires hay una mayor discusión del lugar de la mujer pero muchas veces en algunos espacios de la provincia con una tradición machista más fuerte también se genera una resistencia en el lugar.

CV: Sí, por supuesto. Aquí en Buenos Aires se hizo dos veces, es una ciudad que dispersa un montón. No es lo mismo 20 mil mujeres caminando por las dos plazas principales y las 15 cuadras alrededor de esas plazas en Santiago del Estero, en Paraná, en Posadas que en Capital federal, entonces, el impacto siempre es mayor. En Tucumán muchas veces no nos querían atender en los restaurantes alrededor de las plazas, año a año van como tratando de otra manera. En misiones la mayoría de los comerciantes estaban enloquecidos porque no les quedaba una botella de agua fría, imaginate 20 mil tres días, es muy fuerte, eso por un lado.

Por otro lado que eran discusiones y que eran organizaciones o grupos de mujeres que venían trabajando cosas con esto que era como un impacto más fuerte. Yo formo parte de la red de periodistas de Argentina y tenemos ahí compañeras en Posadas que decían, después de esto es un antes y un después. Imaginate, al margen de lo que cada una pueda llegar a pensar o no, que estos espías que estaban ahí haciendo el tetazo famoso frente a la catedral, tomando cerveza en tetas, en un bar re concheto frente a la plaza, es algo impresionante o las mismas mujeres haciendo la marcha caminando por esos centros de la peatonal, es como muy impactante, cantando mujer, mujer unite a la lucha.

APU: ¿Después se propone un documento final con algunas demandas?

CB: Sí, de cada taller se sacan conclusiones. Recordemos que tenemos el viernes y el sábado a la mañana la llegada, la apertura, comienzan los talleres el sábado a la tarde, todo el domingo, a la tarde se cierran las conclusiones, no se vota es por consenso, se trata de sintetizar y el lunes a la mañana, -en este caso que fue feriado- se hace las lecturas de las conclusiones que, al año siguiente se entregan las conclusiones del taller impresas. Este año se vio mucho el tema de la violencia, la trata de personas, como imperioso seguir trabajando nuestra agenda cotidiana de nuestros lugares de incidencia o donde estamos organizadas las mujeres que volvemos a nuestros lugares. A partir de ahí se elige la nueva sede para el año que viene que es San Juan.

APU: ¿Se valora el actual momento histórico como un momento de avance de los derechos de las mujeres?

CB: Yo he estado solamente en un taller, no he estado en otro pero por lo que escuché de las otras compañeras, este año hubo mucha tensión de discusión política y de lo que falta, de las cosas que hay que conquistar en términos de igualdad de derechos.

El aborto es siempre una demanda que para nosotras es una cuestión de salud pública que tiene que ser atendida fuertemente. Nosotras estando allá nos enteramos del veto de Macri sobre el aborto no punible que tiene que ver con el artículo del Código Penal. No le tengo miedo a estas discusiones, creo que también hay una tradición de participación de sectores que muchas veces traban discusiones pero siempre hay compañeras en los talleres que pueden destrabar un poco.

No todas las mujeres que participan son feministas, no todas las demandas son las mismas. De repente estaba en un taller que es de mujer y sexualidad y hablando de cosas un poco más académicas, una mujer dijo, quiero que me digan de qué están hablando cuando se refieren a conocer nuestro cuerpo, es súper interesante lo que pasa. Más allá de grupos que expresamente o en términos de decirlo, valoran el momento o señalan el momento, me parece que se siga sosteniendo habiendo mujeres que pasan por este lugar y sienten la necesidad de transformar lo personal en político o sea sacar de tu ámbito de la violencia, lo que te pasa o de sostener relaciones que son opresivas y logran sacarlo a lo público, logran venir aquí y empiezan las preguntas.

Los recorridos no son iguales, los procesos no son iguales, todas las mujeres estamos en la misma instancia de cuestionamiento para cambiar de lugar, para pensarnos sujeto de derecho pleno, es como una heterogeneidad súper interesante.