"La rezonificación es para las soluciones habitacionales que el macrismo niega"

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"La rezonificación es para las soluciones habitacionales que el macrismo niega"

30 Noviembre 2012

El modelo en juego, por Francisco "Tito" Nenna

Ningún proyecto popular avanza a ritmo sostenido ni los gerentes de las corporaciones asisten jamás, mansos y en silencio, a una etapa que limita sus privilegios. Nueve años de construcción colectiva desde el 25 de mayo de 2003, con voluntad militante, compromiso político y coherencia ideológica, arrojan como saldo una fuerza social cuya organización está todavía en ciernes, mientras los dueños de los enclaves productivos reniegan, refunfuñan y especulan con fuga de divisas en plena crisis internacional, retaceo a la inversión y pulsión destituyente en sus espadas parlamentarias.

En ese contexto, el kirchnerismo sigue siendo un conglomerado de sectores que articulan para luchar por la justicia social en cada conflicto, sin llegar a convertirse en un bloque hegemónico que imponga su manera de pensar y actuar al resto de la sociedad. Como herramientas políticas, el Frente para la Victoria primero y Unidos y Organizados después fueron concebidas para ser la punta de lanza del movimiento, siempre subalterno y, por ende, menos poderoso que las grandes empresas, con lobbistas en la Justicia, los canales de televisión, los foros mundiales y las fuerzas de seguridad.

Tal relación de fuerzas explica los últimos pasos estratégicos que dio la presidenta Cristina Fernández, con alto impacto en la agenda pública y una complejidad política elevada para las agrupaciones con desarrollo territorial en el distrito porteño. La hora exige a los cuadros kirchneristas madurez, templanza e inteligencia para asimilar las definiciones de la Jefa de Estado, traducirlas para el relato que precisan los compañeros en los barrios y reordenar los discursos que animan e inspiran a nuestras bases.

Porque el modelo nacional que defendemos, ese que nos permitió recuperar las AFJP e YPF, el mismo que hizo posible la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y decretó la Asignación Universal por Hijo, aquel que bajó el cuadro del represor Jorge Videla e impulsó el juicio a los genocidas, este que militamos en la adversidad cuando los ruralistas desabastecieron el país y que transformó la angustia en potencia para bancar a CFK cuando el compañero Néstor Kirchner falleció; afronta innumerables acechanzas y peligros en el corto plazo. Los poderosos anhelan un dólar a 6,50 pesos para alzarse con una transferencia brutal de renta depreciando el salario de los obreros; la patria financiera, la UIA y las entidades agrarias se niegan a verter sus ganancias en el mercado interno sin garantías de duplicar cada moneda que suelten; y por último, los pronósticos más optimistas auguran un 2013 con un crecimiento económico incomparablemente menor al de otros años y sugieren concentrar el despliegue estatal en la conservación de los puestos de empleo vigentes, con concesiones impositivas o estímulos a las firmas para que ese gesto redunde en la multiplicación de la demanda interna.

Así, la Presidenta requirió la aprobación urgente de proyectos impostergables para el plan Pro.Cre.Ar y el Polo Audiovisual, herramientas centrales para la industria de la construcción y el ingreso de los sectores populares de nuestra ciudad a los mecanismos de acceso a la vivienda digna. Bajo esta definición política y la convicción de que nuestros legisladores forman parte de un proyecto colectivo y no son librepensadores a sueldo de editoriales marketineras, el FPV porteño juzgó esencial el acompañamiento en el recinto de normas concebidas por el Pro, con modificaciones impuestas por nuestro bloque, para conseguir la rezonificación de terrenos donde el kirchnerismo dará las soluciones habitacionales que el macrismo niega.

Para los que mateamos con los vecinos, los que nos ponemos las luchas al hombro, los que revertimos la lógica de construcción política bajo parámetros publicitarios por una ética que pondera la mística de la pelea cuerpo a cuerpo, la situación es ardua. Pero siempre dijimos que no veníamos a una cita risueña con el destino sino a crear trincheras sociales, y eso implica garantizarle al Gobierno nacional la sanción de las leyes que necesita para profundizar el rumbo.

Porque está en juego el modelo. Porque la derecha pretende estrangular el proceso yugulando la producción, alentando la devaluación y empujando a la recesión. Y porque somos protagonistas de un proceso que cree fervientemente en la construcción de poder popular para cambiar las cosas.