La "milagrera de los pueblos" en el norte de Salta
Por Lorena Capogrossi* | El proceso de expropiación de acciones de Repsol-YPF durante el transcurso del año 2012 generó debates profundos acerca de la propiedad de los recursos del subsuelo y permitió volver a reflexionar acerca de las consecuencias sociales, económicas y políticas que tuvieron las privatizaciones de las empresas públicas en la década del noventa. El impacto de estas últimas en los espacios regionales, particularmente por los procesos de racionalización de personal con los que fueron acompañadas, se percibe aún en los relatos de los ex trabajadores petroleros como un hito traumático que quebró marcos de referencia construidos durante décadas. ¿Por qué las rupturas fueron tan profundas? Las claves para comprenderlo se hallan en la historia.
Desde su creación en 1922 Yacimientos Petrolíferos Fiscales tuvo una presencia marcada en el territorio pues su labor excedía la mera explotación de un recurso no renovable. La llegada de la petrolera estatal a regiones alejadas de grandes centros urbanos implicaba el desarrollo de un sinnúmero de servicios sociales, habitacionales, recreacionales y educativos que beneficiaban tanto a los trabajadores y a sus familias, como a la comunidad organizada en torno a los yacimientos.
Los relatos de ex “ypefianos”, sus memorias, posibilitan aprehender los sentidos que le han dado a YPF aquellos que vivieron durante décadas bajo su tutela. Una de las expresiones más significativas que emerge de las entrevistas es aquella que sostiene que a la petrolera estatal le decían “la milagrera de los pueblos”. Esto no es otra cosa que un indicador del rol que le cupo a aquella durante ochenta años de historia argentina.
En el norte de Salta el primero en encontrar vestigios de crudo es un inmigrante español, llamado Francisco Tobar, quien en la década de 1920 cede a YPF sus derechos sobre la Mina República Argentina, ubicada en la zona que linda con lo que actualmente es Campamento Vespucio. A partir de entonces, a medida que la explotación petrolera se desarrolla abarcando actividades de exploración, explotación, refinación y comercialización, también se complejiza el entramado social de estos espacios. Si bien en sus orígenes, las condiciones de vida en los campamentos petroleros son precarias, la necesidad de constituir un plantel estable de trabajadores conduce a la implementación de innumerables beneficios, entre ellos, el otorgamiento de una vivienda. El establecimiento permanente del trabajador en la zona y la llegada posterior de su familia supone satisfacer también las demandas de consumo, salud, educación y recreación de esos nuevos pobladores. Es así que al interior del campamento se organizan proveedurías que permiten el acceso a todo tipo de bienes a precio de costo, se inauguran dos escuelas, la nacional N° 117 Sargento Cabral y la Escuela Técnica de Vespucio para los hijos de los trabajadores petroleros, se crea el Hospital General, considerado centro modelo en el país, y la empresa pone en marcha un Club Social donde se pueden practicar deportes y se realizan fiestas que son recordadas en los relatos de los “ypefianos”
Además de la constitución de una comunidad de fábrica**, la radicación Yacimientos Petrolíferos Fiscales en el norte salteño supuso una dinamización del mercado de trabajo local. Siguiendo datos obtenidos del Ministerio de Trabajo de la Nación, Barbetta y Lapegna estiman que por cada hombre ocupado en la actividad hidrocarburífera, se generaban 13 puestos de trabajo indirecto***. Haciendo una estimación grosso modo, si en el Yacimiento Norte, el plantel laboral de la firma estaba constituido a fines de los ochenta por 3.888 trabajadores de planta y 1.233 contratados, el número de puestos de trabajo indirecto rondaría los veinte mil en toda la cuenca hacia fines de la década de 1980. Teniendo esas cifras presentes, no puede sorprendernos que la desvinculación del personal durante la privatización haya tenido enormes consecuencias en los modos de vida de comunidades crecidas en torno a los campamentos “ypefianos” del país.
Reflexionar acerca de la diversidad de aspectos que tuvo el desarrollo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en los espacios regionales durante el período estatal y sobre el impacto de las políticas de corte neoliberal de la década del noventa es fundamental para poder participar en los debates actuales que buscan definir los lineamientos principales de la política petrolera en Argentina.
* Licenciada en Historia. Becaria doctoral de CONICET. Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad -CONICET-Universidad Nacional de Córdoba
** Palermo, Hernán. M. y Soul J. (2009) “Petróleo, acero y nación. Una aproximación antropológica a los procesos sociopolíticos de los colectivos de trabajo de YPF y SOMISA”. En: Trabajadores. Las experiencias de la clase obrera en Argentina (1954-2005). Schneider, Alejandro (comp). Buenos Aires: Ed. Herramienta.
*** Barbetta, Pablo N. y Lapegna, Pablo (2006): “Cuando la protesta toma forma: los cortes de ruta en el Norte salteño”. En: La protesta social en la Argentina en la década del noventa. Buenos Aires: IADE/Realidad Económica.