"Esos 10 pibes antes de salir a patear gente por ahí, pasaron por una institución que los cobijó"

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"Esos 10 pibes antes de salir a patear gente por ahí, pasaron por una institución que los cobijó"

31 Enero 2020

Por Unidad Popular*

UP: ¿Cuánto hace que juega?

Iara Mansilla: Hace 6 años que juego en el club, este año se cumplen 10 años que llegue. Hoy por hoy quedan 3 o 4 jugadoras que fueron las que arrancaron en el rugby del SITAS. 

UP: Y en esos 10 años que está en el club ¿Cómo fue evolucionando su rol?

IM: Cuando apenas quise incorporarme al equipo tenía 14 años. Cuando sos menor de 18 años no podes jugar. Me dedique a acompañar, a llevarles agua para la cancha,  o prestando distinto tipo de ayuda. Cuando cumplí  18, ya pude y me gusto un montón. El año pasado tuve muchas responsabilidades mas, al estar adentro del equipo puedo articular en otras cosas. Los roles fueron creciendo. 

UP: A los jovenes, ¿qué valores de la cancha puede transmitirles?

IM: Lo que el rugby genera son sentimientos de familia, de amistad, compañerismo, respeto. Es mi segunda casa. Mis compañeras son mi hogar. No sé si todos lo sienten  igual pero para mí es así. En mi casa cuando llego digo: “Estoy feliz, triste, o mal” y reaccionan; en el equipo con las chicas del club  es lo mismo, siempre están ahí.  Excede lo deportivo. No sé qué sería de mí sin el rugby; de chica quería ser maestra mayor de obras, para ser arquitecta. Sin embargo me enamore del deporte.  Y hoy en día estudio otra cosa, soy profe de natación, estoy en una colonia y mi vida pasa por ahí; y la realidad para un montón de compañeras es igual. Aprendí además que esto se basa en el respeto propio, del rival, del entrenador, del árbitro. El rugby te llena de amor hacia uno mismo, a mi me costó seis años pararme y decir: “Me siento segura adentro de una cancha, y lo disfruto con mis amigas”. 

UP: Si bien genera ese clima de comunidad ¿Por qué cree que el rugby esta visto como un deporte de elite? De decir que los principales clubes son asimilados a clase media alta, alta.

IM: Yo creo que es porque se quedaron con un concepto de rugby antiguo. Hoy en día pasa por los barrios. Yo tengo un entrenador que va a “la Carlos Gardel”  a jugar con los pibes de ahí. Tengo una compañera que trabaja para el municipio que lleva el rugby a los barrios carenciados. Mi hermana  trabaja en URBA y hace talleres de entrenamiento en los parques de capital, una vez por mes.

Aunque hoy en día los doce clubes más clásicos de URBA no desarrollaron rugby femenino, pero hay clubes de segunda y de tercera categoría que lo llevan a la par del rugby masculino. Yo creo, sin embargo, que es algo de Buenos Aires, porque en el interior los mejores clubes si tienen. En Tucumán el rugby femenino está “explotado”. Es en este lugar, donde se supone existe más competencia, que no tenemos equipos femeninos, tal es el caso de CASI, Champa.

UP: ¿Tiene que suceder como el caso de Macarena Sánchez, que a través de mostrar su situación en la UAI, tomó notoriedad  y resolvió en parte esta situación? De hecho, hoy es Secretaria de Juventudes del Gobierno Nacional

IM: Sí. Si yo fuera un nene de 8 años, y quiero jugar rugby, puedo hacerlo. Ahora, si soy una nena de la misma edad, se complica. Primero que tus papas te tienen que dejar. Mi mamá descreía que rugby era también para las nenas. A los quince años me pregunto qué quería para celebrar, y yo le dije “jugar al rugby´´. Mi hermana la convenció, y nos anotamos juntas (pensando que duraríamos poco), al día de hoy estamos metidas a full. Ella y yo estudiamos para ser profe de educación física, y ella ya fue Puma. 

UP: ¿Por qué piensa que los medios demonizan el deporte?

IM: Es un poco de lo mismo. Tienen una imagen equivocada de lo que es el rugby. Por ejemplo, Yo le cuento al chofer de un Uber que juego al rugby y me dice en broma “no me vayas a pegar, eh”. Otro ejemplo sencillo: Si yo, sin conocernos, te hablo de “rugby”, lo primero que se te viene  a la mente es  un pibe grandote que se inmola contra otros. No lo asocias con esa imagen de club, de familia. Ni siquiera de rugby femenino. O si no, si yo te pregunto si sabes el nombre de la capitana de Las Pumas, no sabrías que contestar.

UP: Totalmente. No lo sabía.

IM: Demonizan al rugby porque no lo conocen. Es parte de culpa del rugby también. ¿Qué están haciendo las instituciones de rugby argentino para hacerse conocidas? Esto esta demonizado hoy, por diez chabones que juegan a este deporte, que fueron y mataron a patadas a otro joven de su edad. Y bueno, ¿Las instituciones de rugby la argentina que hacen? La URBA sacó  un comunicado que decía “lamentamos el fallecimiento”. ¿Y Los Pumas donde están? ¿Y Las Pumas donde están? Es raro que una nena o nene cuando empieza a jugar al rugby no te diga “yo quiero ser un puma”. Si no tenés esos principales referentes que te indiquen que cosas están mal a una edad tan maleable, algo falla.
Esos 10 pibes antes de salir a patear gente por ahí, pasaron por entrenadores, pasaron por una institución que los cobijó. Si jugas en nivel superior, jugás con gente de más edad que vos y más experiencia. ¿Nadie se dio  cuenta lo que estaba pasando? ¿Ningún entrenador fue a decirles que lo que hacían estaba mal? Esos no son los valores de este deporte. Cuando tenía 17 años, mi capitana Xoa, mi hermana y  mi entrenador me vivían diciendo “no cachivachees”. Y eso hoy lo aplico a los que yo entreno. Es una cadena.

UP: ¿Qué cosas nota en el rugby femenino, que en otras categorías de esta disciplina en general no se hace tan evidente?

IM: Que cuesta todo el doble por ser mujeres. Puede ser una posición victimizada pero es así. No tenemos jugadoras. Por suerte en mi club tenemos espacios propios y un entrenador exclusivo. Nuestro propósito año a año con mis compañeras es proponerse traer a una jugadora más. Se hace todo a pulmón.
Xoana (La pionera del rugby femenino en SITAS), arrancó  en el club junto a otras pocas chicas más, y lo único que hacían era practicar entre ellas. Tal es así que una anécdota que ella cuenta es cuando se separó de su club anterior, y había sido seleccionada para ser Puma, y por ende necesitaba si o si ficharse por exigencia de UAR. Fue una carrera a contrarreloj contra el inicio de temporada. Es ahí que un  amigo le recomendó ir a SITAS, y en la primera reunión junto a los dirigentes en un bar ya se sintieron conmovidas, sólo  porque las estaban recibiendo.

Lamentablemente a muchas chicas ni si quiera les pasa eso. Y está mal, no tiene que estar librado a la suerte. Conozco el caso de unas chicas del sur de la provincia que están pidiéndole a la URBA que las categorice como club. Las primeras compañeras nos cuentan que ganarse un espacio de la cancha para entrenar, era conseguir un montón. Yo viví lo que fue ganarnos un lugar en el gimnasio junto a los chicos del plantel superior.  A cualquiera que le cuente le puede costar imaginar la situación pero es tal cual. En otros clubes ni siquiera sucede esto. Donde entrenan los varones no entrenan las mujeres.

UP: Todo es una sumatoria de cuestiones.

IM: Exacto. Mira, un nene de 8 años juega continuamente hasta que llega a primera. Tiene ese ritmo constante. En nuestro caso, si yo traigo una chica, la mayoría tiene alrededor de 20 años, y nunca se imaginó jugar a este deporte. Le tenemos que decir que además de rugby, nosotras le ofrecemos compañerismo, le ofrecemos equipo, todo y después debemos aclararle: “tenés que pagar una cuota por mes”. Cuesta un montón, algunas se quedan, muchas se van. Cada vez que llega una chica nueva nos ilusionamos, pero después puede irse por el factor económico. Es por eso que también los medios crean esa imagen que es un deporte de elite. 

UP: Ya narró perfectamente los problemas ¿Pensó cómo solucionar esto que plantea? ¿Es desde los clubes, es desde la UAR, quién o quiénes?

IM: Principalmente necesitamos más representantes femeninas  en la URBA, en la UAR, y también en los clubes. Yo soy una jugadora que la tuvo que remar toda la vida. En esas instituciones ¿Cómo puedo pensar en mí un señor que jugó al rugby toda su vida pero que tuvo todo en bandeja? Hay que armar un proyecto provincial que sea obligatorio de acá a diez años, en cada club, exista un plantel de rugby femenino.

UP: ¿Se puede hacer eso, no?

IM: Se debería hacer muy fácilmente. Si vos tenés una cancha, pueden entrenar varones y mujeres. Si vos tenés un vestuario, pueden utilizarlo varones y mujeres. Si hay entrenadores para varones debería poder conseguir las mujeres también.  Si vos podes meter 15 pibes por mes, podes incentivar a 5 pibas con la misma campaña de difusión.

UP: Descreo de la capacidad de los principales clubes e instituciones en poder alcanzar a las pibas y conseguir plantel. Más bien creo que la no inclusión para con ellas, implícitamente, obedezca a no ceder espacios.

IM: Sin rugby femenino no podemos avanzar. Tenemos a “Los Pumas Seven” que juegan torneos y salen campeones, y a Las Pumas, que juegan torneos increíbles pero que no dan resultado. ¿Por qué es eso? Porque no se pueden dedicar 100% al rugby. 

UP: ¿Cómo supone que desde el estado se podría colaborar para alcanzar esto?

IM: Que ayude en la decisión. Los municipios pueden tener equipos de distintos deportes, deberían fomentar a las nenas que puedan hacer otra cosa. De 5 chicas, hoy, 3 no saben que el rugby femenino existe. Que sepan que pueden elegir además de Hockey o Danza. Yo me enteré porque vi una entrevista en la TV a Xoana (Sosa), y el zócalo de la nota decía que era jugadora del SITAS. Y el club  me quedaba más cerca que la escuela.

UP: ¿En su plantel son todas de la misma edad?

I: No yo tengo 20 y la más grande tiene 32. Y tenemos dos juveniles de 13 años. En realidad, el problema es que el rugby es mixto hasta los 12, después no pueden jugar hasta los 18. La URBA recién ahora está haciendo un seleccionado juvenil, pero no tienen entrenamiento oficial. ¿Cómo puedo pretender que rinda una chica de 15 adentro de la cancha si no pueden jugar en sus clubes?. 

UP: ¿Y ustedes que pueden hacer para atenuar esta realidad?

IM: Lo principal es que vengan a entrenar para mantener la constancia. A mí también me pasó, pero me quede porque amaba el deporte. Para mi jugar un amistoso o dar una vuelta a la cancha era un montón.

UP: ¿Se acuerda del primer amistoso?

IM: Si. Fue en San Andrés. Estaba con mi hermana, y  ganamos. Era en formato Seven, y llegamos con el número justo.

UP: En resumidas cuentas, esto se logró porque Ud. insistió, y de esta forma llegó preparada a los 18 años,  mientras que los varones tienen continuidad en su formación.

IM: Si. Ellos viven metiéndole desde pibes. Un jugador a los 25, ya desde los 5 años está tackleando, y desde los 15 está en el gimnasio. Con nosotras es distinto. Sofi, la capitana de Las Pumas, empezó de chiquita pero también padeció esa brecha.  Las instituciones deben aportar a acortar esto, con gente capacitada que apoyen y difundan. 
Nosotras no somos una categoría en desarrollo. Somos un plantel superior. Eso significa jugar los sábados como los planteles superiores de varones. Debemos ocupar los mismos espacios.

UP: Ustedes toman todo con la misma rigurosidad.

IM: Si. Yo no soy una jugadora de rugby femenino. Yo soy una jugadora de rugby. Es la misma cancha, la misma duración del partido, el mismo color de camiseta. Cambian cuestiones mínimas en reglamento. En general nos regimos por los mismos criterios

UP: Estos 6 años que pasaron en el medio, ¿notó cambios en el rugby femenino?

IM: Si, creció un montón. Se puso muy competitivo pero tiene que seguir creciendo. No tiene que tener un techo. El paso de 7 a 10 jugadoras es un montón. Por esto no puede ser que no tengamos dos planteles como los varones. Necesitamos jugadoras que se especialicen en ambos estilos

UP: ¿Cual elegiría?

IM: El de 15 jugadoras. 

UP: ¿Jugó de esa manera?

IM: Si y de 12. 

UP: ¿En el mismo puesto?

IM: No. Primero fui Scrum, después fui Hooker, pero por otras cuestiones pase de nuevo a la línea. Aunque siempre puedo ir rotando en otros puestos. Hay cambios, porque una se adapta a las necesidades grupales. Si una se lastima, tengo que ir a cubrirla, ya que no hay cambio posible de una jugadora en ese mismo puesto. Una tiene que ubicarse según lo que precise el equipo.

Y volviendo a los valores del rugby, esto obedece a que cada entrenador debe inculcar en cada jugador la idea de querer lo mejor para su equipo. La camaradería se traduce que yo doy todo por vos y vos das todo por mí, y nosotras, actuamos igual por la de al lado. Con todo lo que paso en Gesell, todo lo referido a lo colectivo se ve reflejado mal.
Entonces si cualquier jugadora o dirigente se pregunta  ¿Yo que tengo que hacer para revertirlo? Ahí yo le respondería: Capacítate, da charlas, decí que todo exceso es malo., No vale de nada responder “lamentamos el fallecimiento”. Debemos actuar como lo hizo el club Universitario de La Plata. En esa institución, se hizo una comisión de género ante el hecho que una piba denunció a una camada de jugadores por abuso.  El referente de esas categorías debe decirles a esos chicos que está muy mal actuar así. En mi caso, si yo me llego a enterar que algún pibe que entreno hace algo indebido, me sentiría culpable. Porque da cuenta que no estoy capacitada y algo no vi. Además me preguntaría que hice para no enseñarle a una persona que pegarle a otra en el piso no está bien. De última, ¿Por qué las mujeres de rugby no le pegamos a los varones?

UP: ¿Tuvieron posibilidades de planteárselo a los varones de tu club?

IM: Muy poco. Pocas veces compartimos mesas con planteles superiores. Una puede tener facilidades  con los varones porque después de 6 años en el club se genera familiaridad con los demás. Si sucede es en otros ámbitos por fuera de lo deportivo. Una puede decir que tuvo suerte de que ellos la inviten a participar. Pero eso no debería suceder. 

Por suerte las nuevas generaciones van cambiando esta situación, yo conozco a una chica de doce años que ama su camada, eso ayuda a futuro, ya que tanto los pibes como las pibas van a entender que son comunes, que no tienen diferencias. 

UP: De esa manera podes resolver todo mediante una organización más natural.

IM: Si. Totalmente. Eso lo logramos con instituciones que incluyan. Ahora tenemos que remarla para que te escuchen, y después, para que hagan. Una piba va y dice “esto se hace así”, por más experiencia que tenga en el club, cuesta. La batalla es con las futuras generaciones. Yo el día de mañana cuando tenga 40 años, voy a querer retirarme y que cuando eso suceda contar con juveniles e infantiles. De esta manera una chica no va a tener que empezar de cero como nosotras. Atrás de la “Derrota digna” tenés siete pibas que tienen que entrenar y laburar, y que además deben complementar con otras cosas para alcanzar el mismo rendimiento. Para que hoy “Las pumas” lleguen a ser “Los pumas” deben arrancar desde chicas. 

Gracias a toda la discusión, hoy hay chicas que arrancan desde los 12. Y si mi rival tiene juveniles, nosotras, por más pica entre clubes que exista, nos alegramos.

UP: ¿Es mentira que una nace con dones?

IM: Si, puede ser que de diez, una, tiene condiciones de crack. Pero tenés que acercarla al deporte. Sofi González tiene todas las aptitudes, para mí una de las mejores de Latinoamérica. Tal vez existan  10 “Sofi González” que no conocen el rugby.  Yo lo veo en la colonia de vacaciones donde trabajo con las nenas de 5 y 6 años, ahí hay una nena que tengo, ama jugar al futbol con los varones. Y las otras nenas no la entienden, porque solo desean estar con su peluche. Los padres deben inculcarle que el género no marque la preferencia del deporte. 

UP: Ustedes están peleando mucho para cambiar esa imagen

IM: Hay una compañera que me decía que a pesar de esto no se consideraba tan feminista porque no iba a las marchas, ni se comprometía en otras actividades. Yo le decía que pasa más por adoptar una posición, al determinar saber qué es lo que está mal y querer cambiarlo. Al proponer que el deporte no es solo para hombres, avanzas algo. Hoy está visto una jugadora de futbol mejor que la de rugby.

UP: Si, tomando notoriedad como en el caso que hablamos de Macarena Sánchez.

IM: Sí, pero por suerte ella conto con los clubes que acompañaron la movida que ella expuso. Nosotras necesitamos que las instituciones  también nos banquen. Ahí podemos llegar a las familias para que vean con más naturalidad esto. Los canales de televisión deberían poder pasar también nuestros torneos, los de cable y los de aire. 
Con una institución que se anime y rompa esa barrera, todas la van a seguir porque es el camino. Nosotras vamos a estar ahí.
 

*Entrevista realizada por Emiliano Medrano: Sec. Político UP 3 de Febrero. Sec. Juventud Unidad PopularNacional
 Claudio Gambale: Sec. Prensa UP 3 de Febrero