“En el peronismo no somos posmodernos, necesitamos la calle, la movilización”

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“En el peronismo no somos posmodernos, necesitamos la calle, la movilización”

28 Septiembre 2021

Por Juan Cruz Guido

Mariana Gras es candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires y en diálogo con AGENCIA PACO URONDO analizó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, el rumbo del gobierno y la agenda de las mujeres. "La gente ya nos dijo en su momento que el gobierno anterior no lo contenía más", señaló. "El que vota a un Frente de Todos que tiene su identidad peronista, vota para ser incluido y para vivir mejor", analizó. "No vota para que le des un contexto histórico y político". "Eso lo tenemos que volver a conquistar y se conquista, como decía el general: haciendo, entonces nosotros tenemos que gestionar", remarcó. Sobre la agenda feminista resaltó que "no es una agenda liberal". "Nunca la ampliación de derecho es una agenda liberal", apuntó. En torno a la necesidad del peronismo de movilizar, concluyó: "Territorio, calle, abrazo es igual a realidad".

Agencia Paco Urondo: Luego de varias semanas de las elecciones PASO, ¿qué análisis hace de ellas?

Mariana Gras: La gente nunca vota en función de lo que no sucedió. No te vanaglorias de aquello que no sucedió. Y la gente ya nos dijo en su momento que el gobierno anterior no lo contenía más. En ese universo, nosotros con un esquema de absoluto desconocimiento, no solo para la política, para la sociedad en general, fuimos transitando la pandemia como pudimos, con grandes aciertos y con algunos errores, producto también de la incapacidad y producto también de una coalición que no tuvo tiempo de amalgamarse. Porque si bien todos venimos de un espectro nacional y popular en el marco de lo que es el Frente de Todos. Cerramos alianzas en agosto fuimos a las elecciones, ganamos las elecciones y cuando estábamos armando los equipos sucedió lo que sucedió. También es producto de ese escenario.

APU: Lo analiza como algo multicausal…

MG: Lo armo en diferentes esferas. Una situación que atravesaba la sociedad, desconocida para todos y todas. Una situación donde nosotros ya teníamos marcados los límites de lo que el pueblo no quería. Una coalición que se estaba conociendo o reconociendo, mejor dicho, en medio de ese proceso. Grandes aciertos, que son aquellos que no se pueden capitalizar en términos políticos, porque son aquellos que no se ven que es una sociedad que no tuvo explotado el sistema sanitario, pero a su vez, si yo me vanaglorio de la vacuna, me vanaglorio en términos de gestión, de lo bien que logramos que este país fuera uno de los países que tuviera las vacunas antes, que se pudiera llevar adelante un plan de vacunación del tamaño que se está llevando, la gente se ponía feliz al darse la primera vacuna porque te genera una sensación de que había logrado salir indemne, dentro de lo personal y lo individual de la pandemia. Pero se va al bar, al súper de la esquina, a comprarse una cerveza para brindar porque se dio la vacuna y no le alcanza. Y entonces la vacuna se esfumo.

Lo que nosotros no podemos en términos políticos nunca cometer el error de ver las cuestiones como si fueran absolutos. Porque vos tenes una conjunción de situaciones a las cuales tenés que gestionar. Entonces, ¿qué fueron las elecciones? Y eso. A mí me preguntás qué sucedió en las elecciones. Parte de esta situación que te digo, parte de una situación real donde entre la desesperanza, la desilusión, el miedo, la angustia, el atravesamiento que pasó cada una de las familias y las personas. Yo, por ejemplo, tengo en mi familia dos muertos. Yo estuve internada 20 días por COVID con respirador. La pasé pésimo. Y aún hoy, y esto fue en marzo de este año, aún hoy, cada vez que siento, hemos vacunado. Me genera una sensación de dicotomía, de ese miedo que está latente. Sumado a no llegar a fin de mes, es una explosión gobierne quien gobierne.

Ahora bien, el que vota a un Frente de Todos que tiene su identidad peronista, vota para ser incluido y para vivir mejor. No vota para que le des un contexto histórico y político. No lo necesitas. Entonces, ¿qué es lo que para mí se desprende de estas elecciones? Ese es el análisis.

Todo eso se fue a votar en las PASO. Votó lo que votó. Y nosotros, como proyecto político tenemos que entender que ahora sí, pero no como una consigna, un eslogan. Ahora sí tenemos que demostrarle al pueblo que nos votó en el 2019, a qué vinimos. Vinimos a esto. A dar una disputa en términos económicos, a generar un país que tenga industria, a generar un país que cree trabajos, a generar un país que se acostumbre a la ampliación de derechos, a crear un país que la mayor palabra que se diga sea dignidad y no me quiero ir. Hoy como una. Eso lo tenemos que volver a conquistar y se conquista, como decía el general, el peronismo es hacer, entonces nosotros tenemos que gestionar.

APU: Frente a la derrota electoral en las PASO, el Gobierno reaccionó con varios cambios en el gabinete. ¿Qué análisis hace de esos cambios?

MG: Yo estoy muy contenta de la reacción. Porque los compañeros que ingresaron siguen manteniendo un esquema de diversidad que es el Frente de Todos. Hay una frase de Hugo Moyano que dice que cuando él va a negociar los aumentos salariales tiene una máxima, que si él se va de la reunión insatisfecho y el que está negociando con él también es que la negociación fue buena. Si alguna de las dos partes se fue feliz, es que la negociación no fue equitativa. Yo creo que desde esa mirada de alguien que sí sabe negociar, lo que nos pasó después de las PASO fue eso. Fue una coalición, con la lectura que cada uno puede tener en el marco de la coalición, que dio disputa y que todos salieron de la resolución con esa sensación, que yo me quedo de Hugo Moyano, de entonces fue buena la negociación porque se mantuvo la diversidad dentro del Gabinete. Sumaste actores de gestión que saben qué, cómo, cuándo y dónde. Que es la premura que nosotros necesitamos ahora para que el Estado avance a los pasos y a la necesidad que tiene el pueblo, real, de demanda, de poder comprar el alimento que quiera llegar a fin de mes y poder planificar alguna vacación. Porque lo que tiene el pueblo argentino, que no te pide mucho, te pide eso, no te está pidiendo grande de grandes modificaciones estructurales. Quiero vivir bien y que al que está al costado mío le vaya bien. La gran disputa es si voy a ceder un poco para que al de lado también le vaya bien, o no pienso ceder nada y lo que le pase al lado a mí no me importa. Es la gran disputa de fondo, siendo muy simplista, pero en definitiva.

Entonces me parece que está bueno lo que está sucediendo, porque vos vas a avanzar, vas a construir esta gestión, vas a profundizar y dos años de pandemia de gestión destruyen. Honestamente, si nosotros decíamos que en el 2003 construir en el Estado era difícil porque estaba todo vacío. Teníamos a Néstor, pero era todo como un petróleo. Bueno, en pandemia después del macrismo, era realmente muy difícil construir. Con el miedo que todos y todas teníamos, que no entendíamos nada. 

APU: La pandemia cambió uno de los pilares para la construcción política del peronismo, fundante, como la movilización. Hecho que también modificó la campaña. ¿Cómo lo ve eso?

MG: Totalmente. En ese sentido fue horrible la campaña. Fue horrible igual que el resto de las cosas, en las que un profesor de educación física dio la clase por zoom. Que era como yo veía a mis hijas saltar en el living de mi casa de aquello. Hicimos lo que pudimos hacer dentro del marco de las herramientas y también de la imaginación y la creatividad que tenemos.

APU: La actividad virtual del año pasado del 17 de octubre resultó un fracaso total en ese sentido…

MG: Pero sí, olvidate, y más para nosotros, porque eso puede servir en un esquema de un posmodernismo. Nosotros no somos posmodernos. Entre la tiza y el carbón de la resistencia y la marcha virtual del 17 de octubre, yo no tengo duda donde estoy.

Lo que pasa es que fue forzado. En ese escenario, al no poder estar en el territorio, no puede estar en la calle y no poder abrazar, escuchar, sentir. Hubo mucho de subjetividades y las subjetividades estaban atravesadas por esto que dijimos antes, un contexto de desolación.

A nosotros como peronistas, la calle nos permite siempre dar cuenta de que somos la mayoría de este país. La virtualidad nos empezó nuevamente a horadar. En esta soledad lo único que teníamos eran los grandes medios de comunicación, dos o tres realitys y el caos, la desolación, la muerte. Yo ayer lo hablaba con mis hijas. Yo tengo dos hijas, una de 9 y otra de 7. Ayer dieron el dato de que hubo 90 municipios en la provincia de Buenos Aires que no tuvieron caso de COVID y la nota era en realidad que solo había siete municipios que seguían teniendo. Y la de 12 me dice porque lo dicen desde ahí y no desde la cantidad que no. Porque es un modo de construir y destruir autoestima.

Me fui un poco, pero quiero decir: territorio, calle, abrazo es igual a realidad. Nosotros no vamos a los barrios, somos los barrios.

Sin poder abrazar y sin poder mirar, escuchar es muy difícil de contextualizar la realidad, porque en el medio te mareas. Los medios de comunicación te marean la subjetividad con operaciones.

De todas maneras, sería un error político e ideológico, no político, táctico, ideológico, salir a justificar esta situación. Ahora hay que salir a resolver los problemas que venían desde antes de la pandemia y gestionar.

APU: Durante el gobierno de Alberto Fernández, a pesar de la pandemia y de todo, se avanzó con varias medidas de la agenda feminista. Entre ellas quizás la más resonante la intervención voluntaria del embarazo, pero también varias medidas como el cupo trans, el DNI no binario. ¿Qué balance hace de esto?

MG: Absolutamente y no fue producto del azar, fue producto de una decisión política, de un proyecto político que sintetizó una demanda social donde no solo se consiguió la IVE sino también la política de acompañamiento  de los 1000 días. Porque esto es la ampliación. Vos querés esto, podés ejercer tu derecho. Vos necesitás esto, el Estado está presente para acompañar en ese derecho.

Nosotros en lo que no podemos caer, al igual que en el género, es en un esquema binario. A o B. No, no, no. El peronismo es A. B, C Y D. Dentro de ese escenario, vos elegís qué forma de vida querés. El feminismo justamente es eso. No podemos caer en miradas binarias ni en miradas reduccionistas de la necesidad del movimiento de mujeres.

Todo lo que se avanzó, en el medio de esta situación, suena y te hacen jugar a que es una agenda liberal. Qué es lo que sucede a la lectura que sucedió después de la campaña.

APU: Sí, es cierto, aparecen también esos cuestionamientos…

MG: No, no es una agenda liberal, nunca la ampliación de derecho es una agenda liberal. Vuelvo a lo mismo del reduccionismo. Pensar que la política es una acción, y no la totalidad, es no entender la gestión de un gobierno.

APU: ¿Crees que está agenda influyó en la elección? Positiva o negativamente…

MG: No creo que los votos que se fueron a la derecha extrema sean en función de eso. Si vos votas a la derecha, la vas a votar nosotros hagamos el IVE, los 1000 días, hablemos en E, I, O o R. No nos vas votar a nosotros. Yo no creo que el electorado que acompañó a Alberto y a Cristina en el 2019 sea un electorado que le moleste la ampliación de derechos. Todo lo anterior, por más amplio que sea. Justamente creo que, si hay algo que lo une, es ese esquema.

Creo que hay una mirada reduccionista, que no creo que surja de las bases. Creo que está bueno el debate igual. En esto de pensar que, porque yo hablo inclusivo, eso va a generar que otros no me voten. Bueno, ahí lo que debato en realidad. Tomando esto como un ejemplo de miles como a vos te molesta que algo que incluye a alguien que no se siente incluido, a vos te genere una contradicción. ¿Por qué te genera una contradicción? Si tus derechos no se ven socavados. Y lo de estos se ven incluidos. ¿Dónde está el ruido? En este esquema. Esa es mi pregunta. ¿Dónde está el ruido?

De todas maneras, sí creo que hoy el pueblo no quiere más ruido. Y como ruido es toda discusión de fondo. Entonces vos las discusiones culturales, para mí, la tenés que poder dar en un contexto determinado.

Mi mejor acto de gestión es cerrar un comedor, porque esa familia, ese pibe y esa piba, vuelve a comer en su casa y elige a su familia que come. A partir de esa premisa puedo empezar a discutir, en paralelo si tengo la capacidad organizativa, otras instancias de inclusión, pero la primaria es la generación de trabajo, la generación de equidad como parte constitutiva de vivir en Argentina. Yo quiero eso.

APU: Hoy en la Argentina hay un gran debate en torno a qué hacer con los planes sociales. Durante el gobierno de Macri se multiplicaron y con la pandemia y las consecuencias que trajo también. ¿Qué análisis hace sobre este tema?

MG: Ahí sí tomo lo que dice Alberto constantemente y lo que plantea Cristina constantemente. Cuando decimos dos modelos. Querés un modelo que, por ejemplo, se vanagloria de abrir mil comedores y cree que eso es una política social, o querés un gobierno que busque cerrar los comedores. Queres un gobierno que se vanagloria de la cantidad de planes sociales que tiene y que los desarticula y no son cooperativas. Entonces en la política social es una erogación de capital y no reconstruye la dignidad. O crees uno que te diga: "este es el universo que yo tengo y tengo que dejar de tener planes sociales. El mejor plan social es la generación de un laburo, no hay otro. Todo lo demás es una instancia de paliativos que permite que no te hundas más en un proceso de desigualdad y de inequidad.

APU: En el caso que le toque asumir su banca, ¿qué agenda plantea llevar al Congreso?

MG: Del movimiento de mujeres tenemos muchos temas por discutir. Voy a algunos que siempre se plantean y que generan ruido, porque hay muchas veces que dicen "bueno, ese es un tema que lo militen los hombres". Yo soy partidaria de que la construcción de la justicia social es cuando uno puede construir y revertir una injusticia social es cuando se compromete el conjunto de la sociedad. Y no sólo las partes. Es cuando las partes logran que permear al resto de la sociedad. Por ejemplo, equidad en la licencia de maternidad y paternidad. Yo te hablo de un universo de igualdad y ya desde el momento en que nace el niño el Estado te está diciendo "vos, madre, te quedás con tu hija seis meses", "vos, padre, tenés dos días porque sos el proveedor y te tenés que ir a trabajar". Entonces ya desde el inicio no está bien. En lo discursivo y en el lugar donde se pone a la mujer y en el lugar donde se pone al hombre.

¿Y qué hay detrás de eso en agenda económica? Porque ¿por qué las mujeres somos las más discriminadas en el sistema laboral? Porque somos las responsables mayoritarias y en términos culturales, de la responsabilidad de cuidado de tareas, de cuidado de nuestros hijos.

Otro tema de agenda de los hombres y las mujeres tiene que ser la cuota alimentaria. Nosotros ahí tenemos que ir más a fondo. La cuota alimentaria es un derecho de los chicos y de las chicas. Tenemos la obligación de garantizar determinados pisos de derecho y de dignidad para ellos. Ahora, ¿qué me pasa? ¿Cuáles son los informes? Yo tengo que de cada diez familias siete son monoparentales, es decir, a cargo de la madre y de esas siete, solo dos cobran la cuota.

Hay un millón y medio de familias monoparentales que no reciben cuota alimentaria o es irrisoria la que reciben. Y además cuando yo empiezo a ver el círculo de la violencia contra las mujeres, me doy cuenta que es uno de los temas más comunes que desata la violencia física dentro de las violencias preexistentes.

Si yo armo en la punta del iceberg de determinadas violencias, la cuota alimentaria es una de ellas.

APU: En ese sentido, el Gobierno lanzó una moratoria de jubilación para las tareas de cuidado, en línea con lo que señalabas, en su gran mayoría, las mujeres. ¿Cómo viste la medida?

MG: Hay un reconocimiento de un Estado y un proyecto político que incluye y que amplía derechos. Que mira a aquellos sectores invisibilizados y ampara. “Yo te estoy mirando, yo te estoy viendo y yo estoy ejerciendo un esquema de equidad”. "Tu trabajo al frente de la responsabilidad de la crianza de los chicos y de las chicas tiene una remuneración económica y tiene un derecho jubilatorio absolutamente revolucionario".

APU: Sin embargo, la comunicación de la medida por parte del gobierno no fue tan extendida…

MG: Lo que pasa es que vuelvo a lo mismo. Para poder dar estas discusiones vos tenés que bajar el ruido, el ruido hay que bajarlo, porque vos en el medio del caos no tenés tiempo o ganas ni nada de complejizar mucho, pero porque es así esta sociedad.

Te duele la cabeza, no querés escuchar más, no sé qué sé yo quiero llegar a fin de mes. Simplifica la vida. Estás ahí para simplificar la vida. Laburas 18 horas por día. No estás registrado, o no me pagan, soy monotributista, salgo y el bondi no me frena, el tipo me maltrata, se me cae el barbijo, llegó a mi casa agotado y obviamente que quiero distenderme y no ver un debate de fondo de estas características.

De todas maneras, si a mí me das a elegir entre haber generado la inclusión que se generó mediante la jubilación de las tareas de cuidado. Ahora, o en el momento donde se puede capitalizar, yo igual prefiero siempre ahora, porque la única verdad es la realidad y porque el peronismo es efectivo. Entonces no será todo lo revolucionario discursivamente y no daremos la batalla al sentido común que nosotros quisiéramos dar. Pero si le cambiamos la vida a esas mujeres que pensaron que nunca les iba a llegar y en definitiva de eso se trata. Después vamos dando las peleas en el contexto que podamos hoy.