"Paraguay reactualiza los intentos golpistas en Honduras, Bolivia, Ecuador y Venezuela"

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"Paraguay reactualiza los intentos golpistas en Honduras, Bolivia, Ecuador y Venezuela"

01 Noviembre 2012

Por José Cornejo

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo llegan a producir un libro sobre el golpe en Paraguay tan cerca del momento del golpe? Ustedes son académicos saben, que el conocimiento toma tiempo producirlo...

Lorena Soler: El golpe de Estado nos encontró a Rocco y a mí en Asunción, estábamos ahí por cuestiones académicas y por ese azar de la vida nos tomó el golpe de Estado a Fernando Lugo. Con Rocco nos conocíamos de espacios militantes, no necesariamente espacios académicos aunque luego terminaron confluyendo y a la vuelta de Asunción pergeñamos este libro, que fue pergeñado en un bar como corresponde a las mejores prácticas de la militancia. Y bueno, sabíamos o teníamos el deseo, la necesidad de que el libro salga con urgencia y en la inmediatez de la coyuntura histórica para reunir a un conjunto de intelectuales que pudieran decir algo sobre el golpe de Estado a Fernando Lugo.

APU:  ¿Y cuál es el mensaje central si tuvieran que sintetizar lo principal que quisieran decir o quisieron decir con el libro? ¿Qué es lo más urgente?

Rocco Carbone: Bueno, yo creo que quizás hay dos mensajes: primero fijar una posición intelectual académica respecto del golpe, decir que se trata de un golpe. Obviamente no se trata de un golpe clásico como se daba en los años 70, mano militar con los tanques, sino a través  de un instrumento jurídico-político. Entonces el primer punto de inflexión sería ese. Y el segundo, como se dice ahí en la introducción, digamos como expresión de deseo proporcionar a esa mayoría desplazada a través, por ejemplo, del golpe a Lugo desde un instrumento militante-intelectual. De hecho hay casi como una dedicatoria, obviamente no es una dedicatoria, pero es como una dedicatoria al final de la introducción que dice: “A la ciudadanía paraguaya que resiste, justamente, la brazada del golpe”.

APU: ¿Y en Paraguay la intelectualidad quedó del lado de Franco?

LS: No, en ningún sentido. Todos han padecido el golpe de Estado no solamente como una derrota política, sino también que ellos han sido desplazados de sus cargos políticos y de sus fuentes de trabajo y demás y siguen siendo perseguidos por el franquismo sin duda y tratándose de posicionar en torno a las próximas elecciones de marzo o abril del 2013.

APU: Una pregunta inmediata luego del golpe contra Lugo es si las reformas de Lugo fueron demasiado profundas para una sociedad conservadora o para un poder hegemónico muy concentrado o si, por el contrario, el Luguismo representó algo demasiado tibio como para poder instalarse ¿Qué lectura hacen ustedes del proceso?

RC: Quizás paradójicamente podríamos decir que ambas cosas. Obviamente el gobierno de Lugo no fue “revolucionario”, pero quizás si uno lo recorta sobre eso que decías vos, sobre un sistema político y una sociedad bastante conservadora, uno lo puede leer como extremadamente progresista. Digamos, la reforma agraria que él prometió, la cuestión de la tierra. De hecho el golpe, por lo menos el pretexto del golpe fue la matanza de Curuguaty en el Departamento de Canindeyú por una cuestión de tenencias de la tierra. Entonces, podríamos decir que fue tímido y al mismo tiempo paradójicamente podríamos decir que tuvo aspectos revolucionarios en función del contexto paraguayo.

LS: Sí, inclusive si uno ve las causas por las cuales, lee las causas por las cuales acusan a Fernando Lugo, digamos son todas causas por las cuales uno apoyaría a Fernando Lugo. La derecha continental o lo que es esto de los argumentos globalizados porque aparecen una y otra vez no solamente en Paraguay, sino también uno lo puede ver en diferentes países de América Latina: la globalización del proceso, el Chavismo, el miedo al fantasma rojo, la inserción de la izquierda revolucionaria, una supuesta guerrilla que se arma que no se sabe muy bien qué pasa, pero que es la excusa para que las fuerzas armadas intervengan en la política nacional, etc. Son argumentos que más o menos se desplazan, pero que tienen un peso específico histórico en Paraguay que por ahí no tienen en otros países de América Latina.

Me parece que a Lugo hay ponerlo también en un contexto. Lugo llega al poder después de una hegemonía desde el año  1954 del Partido Colorado. Es el primer proyecto político de alternancia, aun caído Stroessner en 1989. Desde el 89 al 2008 gobernó una clase política reciclada del Partido Colorado. Entonces también es un proceso de cambio, su sola presencia implicaba un proceso de democratización abrupto que con contradicciones permitió hacer grandes transformaciones, que no pudo avanzar en algunos cambios importantes, aún avanzando en otros tan importantes como la salud, presupuestos inéditos en educación, en áreas sociales.

RC: El programa “El buen vivir” que une al gobierno de Lugo con el gobierno de Evo Morales. De todas maneras para hacer política obviamente no se necesita disputar sólo la figura de la presidencia. Para hacer política obviamente hay que disputar las Cámaras, el Senado y Diputados y eso no había acontecido. Digo, Senadores y Diputados, como le dicen en Paraguay los “dipuchorros” y los “senaratas”, esa dictadura del parlamentarismo. Son justamente esas dos cámaras, a través de un mecanismo jurídico-constitucional que es producto, de alguna manera, del stronissmo, porque la Asmblea Constituyente en el 93, si no recuerdo mal, produce una Constitución después del fantasma de Stroessner, crea justamente esa figura del juicio político al presidente por mal desempeño. 

APU: ¿Deja la experiencia del luguismo una fuerza residual que pueda continuar una parte de esas conquistas o por lo menos seguir abierta la esperanza de esa línea de construcción?

LS: Hoy lamentablemente ese campo de izquierda está fragmentado en relación a las elecciones del 2013. El Frente Guazú que era el frente que había acompañado a Fernando Lugo, lamentablemente está escindido en dos frentes, uno que acompaña a Mario Ferreiro y el otro que todavía no ha acordado una figura presidencial. En esos dos casos qué pasará es todo un interrogante, puede pasar todo porque todos pueden ganar o todos pueden perder. Inclusive no está asegurado el triunfo de los partidos tradicionales que también están escindidos. Es un sistema político en una crisis profunda con lo cual los partidos tradicionales también están en crisis. Ya es un panorama bastante complejo, sobre todo la nota distintiva es la fragmentación política que no es sólo de la izquierda porque si no parece también que sólo la fragmentación es del campo de la izquierda…

APU: De todo el sistema de partidos, también de los tradicionales como el Partido Liberal, el Colorado…

LS: Del Partido Liberal, del Partido Colorado. Digamos con veinte internas cada uno, con elecciones, peleándose entre ellos, sacándose puestos, destituyéndose en la Cámara de Senadores, de Diputados. La nota distintiva en las elecciones 2013 va a ser una alta fragmentación política que hace que todo sea posible, ¿no?

RC: ObviaEs un poco paradójico. El Frente Guazú desguazado porque hay una figura que es la de Mario Ferreiro que se abrió quizás legítimamente y hay otra parte del Frente Guazú que todavía no sabe qué hacer, no se aglutinó alrededor de una figura Esa fragmentación obviamente no va a ayudar a ese espacio progresista para disputar las elecciones de 2013. Por el contrario va a colaborar de alguna manera a una vuelta a la vieja hegemonía colorada porque es muy probable que si el Frente no encuentra una forma de articulación en Paraguay vuelvan las articulaciones políticas clásicas.

LS: Sin ser el mismo Partido Colorado, ¿no es cierto? Porque probablemente pueda ganar con el menor porcentaje de votos de su historia y sin controlar el Congreso porque también puede pasar esto.

APU: Ahora pregunto lo siguiente: ¿No existen dentro del Partido Colorado fuerzas populares o nacionalistas a partir de las cuales uno pueda hacer una comparación con lo que pasó con el PJ en Argentina a partir del 2003? Digo, el Partido Justicialista en el 2002-2003 fue una fuerza generalmente desprestigiada, vinculada a la corrupción, garantía del modelo neoliberal que en algún punto logra resignificarse ¿Existen fuerzas posibles en el Partido Colorado para que uno pueda establecer una comparación?

LS: Creo que la experiencia luguista es la de la "co-seguridad" en el sentido que Lugo era un personaje que había ganado con un altísimo porcentaje de votantes del Partido Colorado. Entonces, parte de su fuerza social y política la sostenía en las bases populares, nacionales, en las mejores tradiciones, si eso es posible. Bueno, algunas de las mejores tradiciones de ese partido lo sostenían a Fernando Lugo…

APU: ¿No hay algo de stroessismo en Lugo? Eso es lo que quería preguntar ¿No hay algo de stroessismo en la alianza con el Partido Liberal? ¿No hay una analogía con la Alianza y su caída a finales del 2001? ¿No hay elementos comparables?

LS: Bueno, habría que pensarlo, no sé. Lugo no es De la Rúa de todas formas, no son figuras presidenciales homologables. El origen de Lugo es popular, salió de un lugar muy pobre como San Pedro, tiene historia de militancia vinculada a los campesinos, al tema de la tierra. No es un cuadro dirigente que hace alianza con otros cuadros dirigentes, es una alianza de cúpulas por decirlo rápido.

RC: De hecho el dirigente político ahí era Franco, ¿no?

LS: Exactamente. Que era por otra parte un sector muy aislado del Partido Liberal porque Lugo no tuvo apoyo de la totalidad del Partido Liberal. Por eso cuando uno dice “Partidos”, no solamente en Paraguay, en toda América Latina, no dice mucho. Dice sólo una parte y etiqueta para ordenar el discurso. Pero digamos el Partido Liberal que apoya a Fernando Lugo es parte del Partido Liberal, que no es la parte mayoritaria, que es la peor parte, que es la franquista que es la que termina haciendo el golpe a Lugo. Que posiblemente no se presente en las elecciones de 2013. 

APU: Porque no pueden tampoco…

LS: No, pero tampoco podría ser esa línea política, no va a ser…

RC: El Partido Liberal, obviamente, como todos los de los partidos tradicionales, tiene varias alas. Alas más progresistas, coservadoras, alas de derecha y por ejemplo esa ala que responde a Franco está totalmente desprestigiada, tanto dentro del Paraguay como a nivel regional. Lo que pasó en Paraguay, el golpe que pasó en Paraguay obviamente afecta a una subjetividad inmediata que es el pueblo paraguayo, pero altera de manera nuclear todos los procesos de integración del Mercosur y, si queremos, de América Latina. Lo que pasó en Paraguay ahora reactualiza Honduras 2009, lo que pasó en 2009 en Tegucigalpa con Zelaya, reactualiza la intentona a Evo, reactualiza lo que pasó en Ecuador cuando por ejemplo ciertas fuerzas militares se insubordinaron a Correa y estuvieron a punto de matarlo; obviamente reactualiza la intentona también a Chávez y, si por ejemplo Chávez durante la última elección hubiera perdido las elecciones, el futuro actual de América Latina sería totalmente distinto.

APU: En un sentido, por la cercanía temporal, ¿el libro no termina abriendo más preguntas que generando respuestas?

LS: Sí, ojalá, por supuesto. Este libro está escrito en el medio del drama, ¿no?, en la coyuntura del drama político que es una coyuntura dramática, que apostábamos a inspirar lo mejor de nosotros, las preguntas más inteligentes que se nos pueden ocurrir. Pero por supuesto que son interrogantes y que es un libro, como decíamos antes con Rocco, que tal vez en cinco meses sea otro libro del que es hoy.

RC: Porque obviamente cualquier producto cultural dice lo que puede decir, pero dice lo que la historia le hace decir. Digamos que este es un libro que, como te decíamos antes, quiere hacer las cuentas con el golpe, pero al mismo tiempo se interroga sobre un montón de otras cosas. Sobre el nacionalismo, sobre la soja roundup ready, el agronegocio, sobre los partidos tradicionales. Hay un montón de interrogantes que un libro que pretende ser de alguna manera una respuesta urgente, pero no amén paradójicamente y no tanto, no cierra porque no la puede cerrar, no puede cerrar la discusión, sino que es de alguna manera un libro que abre la discusión en torno al golpe y en torno a la situación político-social de Paraguay del siglo XXI y de 2012-2013.