Malvinas: una causa nacional

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HONOR Y GLORIA A NUESTROS HEROES

Malvinas: una causa nacional

02 Abril 2024

Las palabras del presidente Javier Milei respecto a la causa de la soberanía nacional sobre las islas Malvinas nos llaman a una serie de reflexiones.

Por un lado, a pesar de lo que diga el mandatario, no tenemos dudas que nos encontramos con un gobierno absolutamente desmalvinizador.  No hace falta más que recordar los elogios de Milei a la ex primer ministra inglesa Margaret Thatcher para comprender cuál es el corazón de su pensamiento.

Estábamos hablando de un dirigente forjado en la teoria económica anarco capitalista. Es decir, a pesar de lo que diga ahora, Milei no cree en la soberanía, no cree en la bandera. Tampoco cree en la patria.

En este marco nos parece importante volver la mirada hacia el pasado y reflexionar sobre la parte de la historia del conflicto en las islas del atlántico sur. En esa mirada podremos encontrar las coordenadas del futuro para recuperar la defensa de la soberanía nacional.

En lo principal reconocer al ex gobernador de la proviincia de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas (estaba encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina) como el que colocó al primer gobernador argentino en las islas. Nos referimos a José Luis Vernet, que incluso tuvo una hija nacida en la Antártida. Rosas impulsó la idea de ampliar la base territorial argentina. Su defensa de la soberanía nacional es ampliamente reconocida, pero se olvida su intención de siempre mantener la bandera nacional en territorio malvinense.

También es necesario recordar al expresidente Julio Argentino Roca como el primero que constituye un mapa con Malvinas como parte del territorio nacional. El entonces mandatario en 1884 realizó la primera presentación formal por parte de Argentina hacia Gran Bretaña. Además, Roca logró que hubiese territorio argentino en la Antártida, elemento de avanzada a nivel internacional.

Por su parte, el general Juan Domingo Perón en su presidencia impulsó una gran cantidad de iniciativas para reclamar por la soberanía de las islas, en el marco de la tradición preexistente. Pero también puede reconocerse cierta labor de los gobiernos radicales, en específico el del doctor Arturo Ilia, que instó a negociar a las partes para solucionar la ocupación ilegal de nuestras islas, con eso se comienza un proceso de negociación entre ambas naciones seguido durante el gobierno civil posterior, el de Héctor José Campora y posteriores. 

En 1982 tuvimos la experiencia de la guerra -lanzada por la dictadura militar genocida- pero resignificada por los pueblos de nuestra américa y por los héroes de Malvinas.

Con el regreso de la democracia, debe reconocerse el hecho del ex mandatario Raúl Alfonsín de no volver a tener relaciones diplomáticas con Gran Bretaña en tanto no se negociará de manera decidida la soberanía de nuestras islas. Sin embargo, el proceso de desmalvinización se inicia allí. Recordemos que Alfonsín no revindicó la gesta militar de los soldados.

En el caso del menemismo fueron los acuerdos de Madrid los que volvieron a vincularlos diplomáticamente con Inglaterra en 1990 consolidando la política de desmalvinizacion.

Recién con el kircherismo, Malvinas se recupera como causa nacional. Se lleva a los foros internacionales y se logra el apoyo de países no alineados o de naciones periféricas de manera decisiva.

A partir de ese momento se convierte en una causa latinoamericana la recuperación por parte de nuestro país del archipiélago del atlántico sur (son recordadas las declaraciones de Chávez o de Lula sobre el tema).

En un nuevo aniversario del conflicto bélico, nos encontramos con la paradoja de tener un presidente que a pese decir que revindica la causa de Malvinas, se siente cercano a la ex primera ministra inglesa responsable de las pérdida de las 323 almas en el Ara Belgrano. Por todo esto, es fundamental entender que lo que nos jugamos en materia de defensa de nuestro soberanía e integridad territorial. Las Malvinas eran, son y serán argentinas.