Elecciones UBA: ¿Política gremial u orientación política para frenar a Franja Morada?

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Elecciones UBA: ¿Política gremial u orientación política para frenar a Franja Morada?

17 Septiembre 2015

Por Nahuel March Rios

Entre los sucesos más sorprendentes de la elección aparece la primera victoria del kirchnerismo en un centro de estudiantes de la UBA (y una de las pocas en la historia del Peronismo), despojando al troskismo del Centro de Estudiantes de Sociales (históricamente de izquierda). También el desplazamiento por parte de la Franja Morada (UCR) de Nuevo Derecho (PS) en la Facultad de Abogacía, en una disputa inter-rectorado que cada vez se pone más al rojo vivo; y en Psicología el frente Impulso (Camino de los Libres- L del Sur- Mella) le gano el centro al PO, dando uno de los batacazos de la semana.

Como primer análisis podemos decir que a pesar de haber tenido uno de los años con mayores denuncias por corrupción en su contra, (relacionadas a la candidatura de Yacobitti), la UCR (Franja Morada- Nuevo Espacio), ha logrado avanzar varios escalones con respecto a años anteriores; y si bien no consiguieron objetivos que tenían para estas elecciones (como la minoría en el Consejo de Psicología, el Centro de Estudiantes de Arquitectura, FADU o Veterinarias), estuvieron muy cerca y dan muestra de un crecimiento fuerte por parte de la derecha de la Universidad.

Un crecimiento preocupante, y que es utilizado por el Partido Obrero como “enemigo” para consolidar sus construcciones. Como se pudo ver en la Facultad de Psicología, en donde el PO construye al enemigo a vencer, en vez de debatir un modelo de centro. Lo que le permite a La Franja Morada aparecer como el único espacio político capaz de dar respuestas al déficit que tienen estos centros como herramientas gremiales. Así la UCR a fuerza de despolitización y línea gremial para la clase media, avanza ante centros de estudiantes que solo prometen “independencia política”. Esto hace peligrar la FUBA y alimenta la estructura de una UCR que es parte de los negociados de una casta intelectual que utiliza fondos públicos para negocios privados.

Se termina el mito con respecto a la UBA “gorila”: la llegada del kirchnerismo a un Centro de Estudiantes merece una reflexión por parte de los sectores del campo popular, sobre todo cuando se avecina un enemigo claro dentro de la Universidad: la Franja Morada. Como primera reflexión, el kirchnerimos gana un centro haciendo todo lo contrario que suele hacer en otros lados. Es decir, no se basó solo en la imagen de Néstor y Cristina y el voto al proyecto, sino que se armó de políticas más integrales dentro de la Facultad y sobre todo se alió con un sector puramente gremial como lo es la UES, la agrupación más parecida a la Franja Morada que existe en sociales. Una inserción de años dentro del claustro de docentes, graduados y estudiantil y una militancia fuerte que supo construirse al calor de las derrotas (desde el 2011 intenta ganar este centro), dio como resultado que 1 de cada 2 estudiantes de sociales votara a la UES + Proyecto Sociales. Ahora bien, si por un lado los sectores del campo popular no kirchneristas deben dejar de demonizar a la militancia K, sobre todo para enfrentar a la Franja y al PRO, no hay que olvidarse que la UES históricamente ha garantizado los negocios de unos pocos dentro de la Universidad y por lo tanto es un aliado de temer.

Por otra parte, el batacazo de la semana realizado por el frente IMPULSO (Brote- CDL/Sur/Mella), demuestra que existe otra forma de construir una oposición a las políticas del rectorado. En Psicología, el PO obvio el debate sobre cómo fortalecer un Centro y evitó discutir con el Impulso polarizando solo con el EDI (Franja Morada), lo que produjo una emigración del electorado del PO a la UCR, mientras el Impulso sostuvo su caudal de votos. Un frente transversal que se propone dar respuestas a los reclamos estudiantiles y enfrentarse con las gestión de la facultad de forma política y no ideológica, es el modelo de Centro que se promete.
La política universitaria es agobiante e inentendible para muchos, pero tiene tres cuestiones que la hacen un botín de oro para los diferentes sectores políticos de nuestro país: plata, semillero de cuadros y resonancia política. La plata es algo que solo ven algunos y principalmente a partir de los negocios del rectorado. Los cuadros se multiplican sabiendo ganar y la resonancia es para los que hacen bien las cosas.

Lo que se viene en los próximos años es un crecimiento de la derecha al interior de las facultades y un debate fuerte dentro de las nuevas conducciones de los Centros de Estudiantes para frenarlo, ¿para eso se debe construir solo un centro de servicios? ¿Es posible tener un centro político gremial con orientación política? Hay que ver qué nuevas formas se dan los centros recientemente conformados frente al crecimiento de la Franja Morada y hasta a posibles enemigos internos como lo es la UES; teniendo en cuenta que para eso es determinante poder dar respuestas a las lógicas del repliegue corporativo del estudiantado, sin caer en la falta de políticas en defensa de la educación. Por lo visto en la facultad de Psicología la Franja Morada prefiere enfrentarse a centros que solo se enorgullecen de su “orientación política”, ya que ahí calan sus lógicas gremiales; y es por eso que no le gustó nada la victoria del IMPULSO, que en los papeles promete tener otra orientación de cara a combinar esa doble construcción entre lo gremial y lo político.

Además de ese botín, los Centros de Estudiantes tienen una razón mucho más legítima e interesante, y se trata de defender la educación universitaria pública, en una Latinoamérica en donde la lógica de la educación superior es la privatización constante. Que la UBA siga siendo pública es el fruto de años de luchas y debates dentro de la Universidad, y es importante que no se pierda esa orientación. Para eso, hay que enfrentar a las agrupaciones que buscan constantemente garantizar el lucro con la educación superior, corriendo del escenario a aquellas que por su propio sectarismo y falta de políticas para el sector estudiantil, le hacen el caldo gordo a esa derecha. Son años difíciles y el estudiantado de asambleas masivas y debates “zapatistas” se modificó, los nuevos militantes deben buscar las formas para frenar a la UCR y construir centros que defiendan la educación pública.