Asesinato de Lucas y represión en Jujuy: ¿anticipo de los nuevos tiempos?

  • Imagen
    jujuy
OPINIÓN

Asesinato de Lucas y represión en Jujuy: ¿anticipo de los nuevos tiempos?

17 Julio 2023

La semana pasada se conoció la sentencia por el asesinato de Lucas Gonzales, el joven jugador de futbol víctima del gatillo fácil por parte de la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Lucas fue acribillado de dos balazos en la cabeza. Entre los agravantes que encontró la justicia para condenar a prisión perpetua a los tres policías asesinos de Lucas, se destacó el “odio racial”. Es la primera vez que en nuestro país se toma en cuenta la discriminación por el color de piel como un significante válido en una causa penal por asesinato.

En buena hora que se empiece a hablar y no a negar el odio que subyace en una porción importante de nuestra sociedad hacia las clases bajas, los pobres, los negros. Ser pobre y ser negro en argentina tiene connotación negativa ante cualquier sospecha, sin ir más lejos ante cualquier movimiento o reclamo que se haga sin importar los fundamentos del mismo. A Lucas González lo mataron “por ser negro”, como sentenció el abogado de la familia, Gregorio Dalbón. Las implicancias de ser negro dejan a una gran parte de la población en los márgenes de lo permitido por las reglas abstractas de la misma sociedad que las impone por fuera del contrato social. Entonces aparecen los adjetivos calificativos peyorativoss que van a acompañar el sujeto “ser negro”. Es ser vago, sucio, irrespetuoso, falopero, irresponsable, maleducado y chorro.

Los policías que asesinaron a Lucas González y persiguieron a sus amigos, actuaron como les manda su conciencia, sin atenuantes, por intuición asesina para con “el negro”. No les importó que estaban haciendo los cuatro pibes, quienes ante la intercepción de un auto sin identificación se asustaron y salieron rajando para esquivar las balas. Dos de esas balas envenenadas de odio le dieron a Lucas. Lo asesinaron, si saber por qué. Ah si perdón, los policías sabían porque, Lucas era negro.

El próximo 13 de agosto se van a desarrollar las PASO, en el inicio del proceso electoral que en octubre o a más tardar en noviembre pondrá en el gobierno a un nuevo presidente o presidenta. Entre las oferta de candidatos que tendrían posibilidades de alcanzar el triunfo hay tres fórmulas que llevan bajo sus estandartes, la opción de reprimir ante cualquier circunstancia que ellos crean fuera del orden constitucional según la interpretación de la derecha.

Patricia Bullrich pre candidata a presidenta tiene un pasado nefasto muy reciente si de represión se trata. La ex montonera y ministra de trabajo del gobierno de la Alianza, tiene en su haber los asesinatos de Rafael Nahuel y de Santiago Maldonado (en ambos hechos defendió la actuación de las fuerzas de seguridad involucradas), sucedidos durante su estadía en el ministerio de seguridad con Macri como presidente. Todo hace pensar que de ganar las elecciones a Bullrich no le va a temblar el pulso mandar a las fuerza de seguridad a perseguir cualquier intento de protesta contra las medidas que su futuro gobierno pueda llegar a implantar.

En tanto el competidor en la interna de Juntos por el Cambio, Horacio Rodriguéz Larreta no es todo lo sincero para dejar ver son promesas de represión en campaña. Para eso cuenta con su candidato a vice, Gerardo Morales. Las protestas que aún tiene lugar en Jujuy y la represión que Morales desató contra los manifestantes son la antesala de lo que podría hacer el tándem Larreta-Morales de alcanzar el poder a nivel nacional. A propósito Rodríguez Larreta no salió cuestionar la ofensiva policial le quito la vida a Lucas González.

La oferta de candidatos a la derecha del electorado llega a su extremo con Javier Milei, quien además de hacer apología de la venta de órganos en el libre mercado, también es un acérrimo defensor de la mano dura y de la muerte como instrumento para la tan mentada “paz social”, más cercana a la paz de los cementerios que a la vida en democracia.

El asesinato de Lucas Gonzales en noviembre de 2021 y la represión que aún continúa en Jujuy con el plus del intento de expropiación del edifico de la Universidad de Buenos Aires en Humahuaca están marcando hacía donde se encarrila parte del proceso electoral para el futuro más próximo cuando también es inminente que nuestro país va a cumplir 40 años de democracia y hay muchas deudas pendientes.

"Todo hace pensar que de ganar las elecciones a Bullrich no le va a temblar el pulso mandar a las fuerza de seguridad a perseguir cualquier intento de protesta contra las medidas que su futuro gobierno pueda llegar a implantar"