¿Qué pasa en Córdoba? ¿Peronismo? ¿Kirchnerismo? ¿Unidad?

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¿Qué pasa en Córdoba? ¿Peronismo? ¿Kirchnerismo? ¿Unidad?

12 Mayo 2019

Por Yael Crivisqui

Carlos Díaz es militante territorial de Hacemos por Córdoba, y trabaja en la Seccional 13 de la ciudad de Córdoba, que cuenta con más de 100.000 electores y que, al frente, tiene a Martin Córdoba, candidato a Concejal por dicho espacio: “Me sumé en ese equipo hace algunos años, comenzamos a trabajar la parte social, con cursos de oficio, operativos de salud, dos salas cunas y una red de merenderos, a través del Club Infantil Vivero Norte” que tiene de Presidente a Claudio Peralta (Kayó)”.

Comenzamos hablando de las dificultades que tuvieron en su momento para coordinar trabajo entre Nación y Provincia, sobre todo con algunos programas, acordando que esa fue una de las puntas por las cuales el kirchnerismo perdió las elecciones en 2015. IMG-20190509-WA0032Entonces le pregunto si cree que esa ausencia o destrato puede cambiar con un nuevo hipotético gobierno de Cristina, viéndola en esta nueva etapa de más apertura, de más disposición a escuchar, a tejer puentes, etc., y me responde: “Sí, pero viéndolo en el contexto de un nuevo gobierno peronista, no diría de Cristina, (yo por lo menos). Reconozco que es la mayor dirigente, pero tengo mis resguardos por la razón de que todavía seguimos sin tener respuesta de ella para con los militantes de Córdoba, al margen de que sé que no tiene porqué darlas. Hablemos de un nuevo gobierno peronista bien amplio, dispuesto a sentarse a escuchar y negociar como se hizo en el tiempo que gobernó Néstor”.

En esa misma línea, con lo que fue el gobierno de Kirchner y su histórica convocatoria a la juventud para participar en la política, le consulto si en las filas de Hacemos por Córdoba está la demanda de un trasvasamiento generacional. Me manifiesta con toda convicción que sí, por supuesto, y asevera:“de hecho nosotros estamos apostando a la conducción de una persona joven, sub 40, que viene de años de militancia como lo es Kayó. Es necesario el cambio generacional en la dirigencia, sobre todo a nivel territorial, porque para poder discutir arriba primero tiene que haber un cambio por abajo, en las bases, y ahí sí estoy de acuerdo con que tiene que haber una convocatoria a una unidad bien amplia, vos sabés, aunque no estoy de acuerdo en que haya tantas organizaciones que se digan peronistas, pero que no participan del espacio. ¡y que no digan que no se los invita! porque vos acá al PJ tenes que entrar. La verdadera discusión se da adentro del Partido, que tiene una orgánica. También hay gente que supera los 40, que tiene que ser contenida. Yo creo que todos tenemos que participar de ese cambio”.

Carlos tiene muy buena relación con La Cámpora, por lo que aproveché y le pregunté qué le pareció la posición que tomó la principal referente del kirchnerismo cordobés y diputada nacional Gabriela Estévez, llamando a votar al peronismo cordobés y que dio a conocer públicamente a través de una entrevista que le hicieron en la Voz del Interior: “Me parece bien que marque esa posición, medio tarde porque lo tendría que haber hecho en el momento que estaba la discusión de la lista con Pablo Carro, pero también entiendo los tiempos políticos y que no podía romper con este otro espacio más de…”izquierda” del kirchnerismo. Es un acercamiento al PJ, y me parece que todos los que sean peronistas van a tener que empezar a participar del Partido, porque sino desde afuera, Córdoba no va a crecer nunca con otras ideas. Siempre va a tener las mismas. Si el domingo sale todo bien, la militancia que está por fuera del PJ tiene que empezar a ocupar espacios adentro del Partido. Es el tiempo de la juventud”.

 

Federico Nanzer es militante del kirchnerismo cordobés y del PC. La primera pregunta que le hice fue sobre la baja de la lista del kirchnerismo, que llevaba a Carro de candidato a Gobernador y me dijo: “Nosotros desde el PC considerábamos que tenía que haber una expresión política de una parte del espacio nacional, popular y democrático de Córdoba pero esta expresión no tenía que cruzar, contaminar ni perjudicar la potencialidad electoral del peronismo cordobés contra Cambiemos. Incluso lo planteamos mucho antes de que Cambiemos se divida y ponga en riesgo la elección provincial. Y lo decíamos porque estamos convencidos de que hay una parte de la militancia que se expresa y se identifica con una identidad de izquierda; y que por lo que nosotros denominamos ‘pereza intelectual’ pero también por las acciones que viene teniendo el peronismo en estos 20 años, que ha hecho que estos compañeros mantengan una distancia simbólica y efectiva con respecto a su identidad electoral. Entonces, era claro que no iban a querer votar a UPC, y por eso proponíamos generar un espacio político progresista en donde estuviéramos gran parte de la expresión kirchnerista y que fuera el espacio que estos compañeros y compañeras pudieran votar. Pero todos aquellos y aquellas que tenían una identidad peronista tenían la principal tarea que era defender la provincia, y por lo tanto, debíamos dejarlos librados para que jugaran dentro de Hacemos por Córdoba, y en paralelo no podíamos atar a la compañera Cristina a una táctica inconducente a nivel nacional. IMG-20190509-WA0014De hecho, se lo dijimos a Pablo (Carro) entendiendo que cuanto más se acercara a Cristina más chances electorales tenia, llegando a un 11 o 12%, lo que iba a implicar que UC quedara cuarta y a 30 puntos de Hacemos por Córdoba. Y eso de ninguna manera la iba a favorecer. En ese punto, cuando llega la definición nacional de que la lista no se presentaba, nosotros no lo tomamos como una sorpresa, ni nos pareció una barbaridad. Nos pareció una jugada maestra de parte de una dirigente política que es una estratega brillante. Esto sirvió para que el kirchnerismo en Córdoba pueda entender esto que dicen los psicólogos: no se puede andar disociado, tenés que tener la cabeza con el cuerpo; y poder ver así cual es su magnitud, su envergadura y en función de ello ver qué puede hacer, qué puede pretender y cómo tiene que asumir que hay fuerzas políticas de carácter popular como lo es el peronismo cordobés, que no es el peronismo que nos gustaría a todes, pero es el que existe. Una alianza de clase entre la burguesía provincial y los y las trabajadores/as.”

Le pregunto entonces sobre qué pasó con el comunicado que saca después un sector del kirchnerismo llamando a no votar por Hacemos por Córdoba y él expresa: “Hubo mucho pensamiento primitivo, cómodo, dogmático contemplativo. Uno construye políticamente para cambiar la correlación de fuerza, y por lo tanto, eso tiene que ver con una realidad que no es como yo quisiera que fuera, sino como es. Esas expresiones que pretenden representar al todo, pero que representan a una mínima parte, son contemplativas de sí mismas, y no de la realidad del pueblo cordobés".

Gabriela Estévez marcó ahí la diferencia de esa mirada sesgada e individual, de esas expresiones que bien caracterizás, y llamó a acompañar al peronismo cordobés, le dije, y coincidió observando que le parece importante que haya distintos referentes/as del espacio nacional, popular y democrático de Córdoba que hayan abierto una vía de interlocución con el PJ, y recalcó: “Incluso los y las comunistas entregamos una serie de propuestas programáticas a la fórmula de la ciudad de Córdoba, porque creemos que en la ciudad se va a dar una batalla por desterrar a Cambiemos; porque si pierden la municipalidad va a ser un golpe importante. En ese marco, nos parecen importantes las declaraciones de la compañera Gabriela, en torno a cuál fue la decisión de Cristina y que este domingo hay que votar al peronismo, porque es la fuerza que le puede dar un golpe contundente a Cambiemos en la provincia. También algunos gestos del legislador Martin Fresneda. Así es que saludamos contentos estas posiciones, así como nos pone contentos que haya compañeros/as que van en la lista de Haciendo por Córdoba que han tenido un permanente acercamiento a nuestro espacio como lo son Natalia de la Sota, ni hablar de los compañeros del Evita, etc. Una cantidad de compañeros/as con los que tenemos que refundar un espacio que tenga que ver con los postulados de la Liberación Nacional desde esta elección en adelante en Córdoba".

Vicente Candellero y Manuel Martínez, militantes del campo popular cordobés, respecto a la estrategia electoral de Cristina para Córdoba, manifestaron lo siguiente: “Intuimos que el primer efecto luego de la decisión de CFK en muchísima gente militante y no militante de Córdoba, nosotros incluidos, fue un profundo sentimiento de incertidumbre incómoda y molesta. Esta incertidumbre –creemos– puede ser el mayor saldo positivo de esta elección, si se discute de manera honesta y reflexiva entre la gente que quiere transformar nuestra provincia. La decisión de CFK y el desenlace posterior nos demuestran que comprometerse por un futuro mejor implica estar abierto a atravesar decisiones prácticas que nuestra ideología o formas de pensar hacían invisibles. Esta incertidumbre es un signo con gran potencial político si aceptamos que siempre hay algo diferente por hacer en política. En momentos en donde estallan las comodidades de nuestro pensamiento, estalla el debate, la polémica y muchas veces un silencio prudente. Este estallido puede ser un gran comienzo”.

En paralelo a esto, se dan un momento para reflexionar respecto al debate que se viene dando en la militancia del campo popular sobre UPC, y expresan: Muchos de los debates en el último tiempo entre compañeros y compañeras radica en la discusión sobre si UPC representa los ideales del peronismo y esto se analiza desde la óptica de qué tan neoliberal es o no el peronismo de Córdoba. El debate de ideas argentino de los últimos 30 años utilizó la palabra “neoliberalismo” de modos muy diversos. En primer lugar, referido a la política económica de los gobiernos en consonancia con los intereses de los sectores privilegiados. En otro sentido, hablamos de neoliberalismo como forma de desarrollar la política pública por parte del gobierno con el objetivo de expandir la lógica de mercado. Esto último es muy claro en el surgimiento de las agencias por sobre ministerios y secretarías que impulsó la reforma del Estado provincial encabezada por Juan Manuel De la Sota. Podemos referirnos a una idea de “neoliberalismo” vinculada a la construcción de una “cultura” particular que intenta instalar el sentido de palabras fundamentales para la vida política como: ‘corrupción’, ‘trabajo’, ‘populismo’, ‘Estado’. Por ejemplo, intentando que el ‘trabajo’ no sea asociado con un ‘proyecto de país’, sino con el esfuerzo y la astucia individual. Hay que tener en cuenta aquí que siempre la construcción de un ‘discurso’ o una ‘cultura’ neoliberal desde diferentes partidos políticos se desarrolla en diálogo constante con otras organizaciones (medios, partidos, sectores de la producción, etc.) a nivel local, nacional e internacional y tiene una relación directa con las otras dos formas de entender el neoliberalismo”.

Entonces, ¿qué relación se puede encontrar, o no, entre el kirchnerismo y el peronismo cordobés, pregunté. Y la respuesta de ambos fue contundente: “Creemos que la construcción discursiva del peronismo cordobés fue neoliberal en el sentido de excluir y ubicar como adversario principal al kirchnerismo, el fenómeno más antineoliberal de la historia reciente en Argentina. En los momentos de mayor radicalización de las políticas de gobierno K, el peronismo cordobés adoptó posturas abiertamente alineadas hacia los sectores privilegiados. Su rechazo radical a la Ley de Medios y a las políticas de retenciones permitió trazar una relación política gubernamental con sectores abiertamente anti-kirchneristas que le garantizaron apoyo y gobernabilidad. Cabe remarcar como dato de color que los impuestos provinciales a la producción sojera son más bajos que en la Pampa, Buenos Aires y Santa Fe (¿coincidencia?).

Con diferentes palabras y a partir de distintos señalamientos, el ‘cordobesismo’ logró construir una isla en donde no ingrese el germen contaminante del populismo anti-republicano que desordenaba por diferentes medios la armonía en dicha isla. Esto, creemos, que sí diferencia claramente a la construcción cultural y hegemónica del peronismo cordobés con otros gobiernos provinciales que, si bien pueden haber adoptado políticas públicas muy similares al peronismo de Córdoba y haber tenido alianzas directas con el establishment, no construyeron su identidad (y por lo tanto su razón de ser) de la misma manera. Habría que preguntarse, manifiestan, si Haciendo por Córdoba puede continuar en su lugar si, por esas casualidades, expresara públicamente que apoya la incorporación de un amplio sector del kirchnerismo a su espacio, siendo esta una política de ‘entrismo’ avalada por la figura de CFK. La cantidad de páginas de publicidad en La Voz del Interior, los guiños de Mario Pereyra y el apoyo sistemático de empresas agro-exportadoras e industriales… ¿continuarían donde están o se espantarían? Podríamos lanzar la hipótesis de que muchos de estos sectores privilegiados sentirían una desilusión profunda cuando viesen que el proyecto que creían que podía articular bienestar social con respeto irrestricto a los intereses privilegiados inclinó la balanza hacia la aceptación de CFK. ¿Este hecho haría ‘perder’ más votos que los que se podrían ‘ganar’? Hay que tener en cuenta que el voto no es una suma mecánica de partidos e ideologías y que comprende un componente ético y afectivo que se construye históricamente y que en el caso de UPC ya expresamos algunas características fundamentales para analizar este problema. Creemos que si UPC aceptaba una alianza con el kirchnerismo estas elecciones podría haber perdido muchos más votos de los que ganó al realizar algo sumamente incoherente con lo que vienen haciendo hace décadas”.

Y agregan: “El fenómeno del peronismo cordobés en su relación con el kirchnerismo, además de ampararse en una comunicación gubernamental y electoral pocas veces tan sofisticada y eficiente, tiene que explicarse, además, por la propia acción político-histórica del kirchnerismo. received-2381096992138839El espacio de Cristina en la provincia de Córdoba nunca tuvo una orientación política clara, un proyecto con ambiciones de poder inserto en el clima local, donde la táctica de acercamiento con tal o cual espacio político sea evaluado en función de un objetivo concreto a mediano o largo plazo. El vínculo entre el kirchnerismo y el PJ local refleja esto de manera notable: prevalecieron siempre los rumores, posturas difusas, acuerdos espurios, la rosca, etc., que no tuvieron la potencia de construir una estrategia política compartida para Córdoba. Esto desembocó en la casi nula capacidad de construcción de referencias y discursos que puedan sostenerse en el tiempo para conquistar apoyos en nuestra provincia. La demostración más clara de esto es la oscilación constante en la relación entre ambos espacios, producto de la necesidad de trazar acuerdos en las elecciones ejecutivas en donde ambos necesitaban la mayor cantidad de votos posibles y fueron jugando de acuerdo a los intereses de cada uno. Alrededor de 10 puntos en 2009 fueron ocultados en la figura de DLS a partir del pacto con Cristina para ganar en el 2011. Alrededor de 12 puntos en 2013 fueron olvidados por la renuncia de lo que parecía ser una grandísima referenta y alrededor de 10 puntos en 2017 quedarán ‘huérfanos’ estas elecciones y migrarán hacia el peronismo o hacia la izquierda tradicional”.

Respecto a la elección del domingo, ambos sostienen que: “en Córdoba se juega más que una elección ejecutiva local”. Y aseguran que: “las características coyunturales del escenario nacional llevaron a que los ojos del país se encuentren hoy sobre la provincia. Es que las incertidumbres de cara a octubre intentan ser dominadas a partir de pronósticos más certeros que la danza de encuestas que día a día inundan los medios de comunicación. Los y las principales jugadores/as nacionales lo saben y ya hicieron sus apuestas. Así, si la estrategia de CFK nos sorprendió a muchos y muchas, ¿qué podemos decir de la intervención nacional de Cambiemos? ¿Refleja la imposibilidad de administrar una interna o, más bien, la intención de sostener el vínculo estratégico entre la Rosada y el Panal con la cabeza puesta en octubre? Si hay algo innegable de Cambiemos es su astucia electoral, muchas veces atestada de cinismo”.

 Finalmente agregan: “Las estrategias posibles serían tender a fisurar de manera cada vez más potente la estructura del peronismo cordobés para comenzar a disputar políticas públicas o la de intentar construir un espacio político plural que pueda ser una alternativa al bipartidismo, por fuera del armado del peronismo cordobés. De nuevo, estas preguntas y posibilidades se resolverán en la práctica y por medio de la incertidumbre. Para ello, es necesario abandonar los balbuceos doctrinarios, de uno y otro lado, y comenzar a debatir los caminos concretos que puedan llevar a Córdoba a un mejor futuro, más aún entre personas y organizaciones que comparten muchísimas más cosas que las que las diferencian”.