CORREPI: Informe de la situación represiva 2003/2013

CORREPI: Informe de la situación represiva 2003/2013

17 Julio 2013

APU: Presentaron un informe de la situación represiva en Argentina 2003-2013, ¿qué nos puede comentar del mismo?

Valeria Mustoni: Presentamos, junto con los compañeros de la Agencia Walsh, el informe de estos 10 años de situación represiva. El trabajo consta del material que nosotros presentamos todos los años en Plaza de Mayo, que tiene que ver con la cantidad de muertos por el aparato estatal en cárceles y comisarías producto del gatillo fácil; más todo el trabajo de la situación que nosotros llamamos represión selectiva, que tiene que ver con la cantidad de procesamientos, persecución sindical y muertos en movilizaciones y protesta social. Este trabajo lo complementan los compañeros de la Agencia Walsh que trabajan -sobre todo- la situación carcelaria, que es bastante crítica en nuestro país.

APU:
¿En esto manejan algún tipo de cifra?

VM: En especial, trabajamos la era del gobierno kirchnerista porque nos parece que a 10 años de este gobierno hay cifras bastantes contundentes que muestran un poco la falacia de un discurso que nos presentan desde el gobierno sobre su política de defensa de derechos humanos o la no represión a la protesta social. En realidad, la situación que nosotros vivimos a diario, atendiendo la cantidad de familias que llegan a buscar nuestro trabajo, lo que vemos con la cantidad de compañeros que son procesados por organizarse en su lugar de trabajo, por militar, muestran un poco una situación bastante diferente a la que nos plantean los medios de comunicación oficiales o los mismos discursos del gobierno. En lo que va de estos 10 años de gobierno kirchnerista, son más de 2300 casos de gatillo fácil, lo que nos da un muerto cada 27 horas, 19 asesinados en movilizaciones y protesta social y 20 asesinados en los conflictos de tierra y vivienda, estos últimos son los conflictos que tienen que ver con las comunidades originarias, como los Qom.

APU: También se habla de violencia institucional, con los policías bonaerenses. ¿Cómo está esa situación? 

VM: La policía bonaerense es uno de los conflictos más evidentes, pero la misma represión que se desata sobre todo en el conourbano y en los barrios más humildes, sucede a lo largo y ancho del país. Nosotros tenemos un estudio hecho desde hace años que vamos actualizando anualmente con la cantidad de casos y que a pesar de los distintos gobiernos de las provincias, oficialistas o de la oposición, la forma de proceder de los policías provinciales o federales, esos números aumentan con la cantidad de fuerza actuando en la calle, con todos los operativos que hay ahora, la gendarmería, la prefectura. También, operando con las cuestiones que tienen que ver con la seguridad interna, hace que la situación se agrave, hay más casos de gatillo fácil, más casos de detenciones arbitrarias, más casos de represión en cualquier movilización.

APU: La Ciudad de Buenos Aires lleva unos cuantos años de gobierno macrista ¿Cómo está la situación ahí?

VM: También, a pocos años de inaugurar la Policía Metropolitana, ya teníamos casos de gatillo fácil accionado por esta nueva fuerza; que son los mismos agentes pasados de la federal o de la bonaerense a actuar en una nueva policía que no es ni más ni menos que engrosar las filas de las fuerzas represivas en la ciudad.

APU:
Mencionabas que la Agencia Walsh colabora con la parte de las penitenciarías. ¿Nos podés comentar qué pasa con eso?

VM: Los compañeros hacen un trabajo desde hace muchos años, un trabajo de investigación carcelaria, es uno de los índices, además de la conocidísima condiciones en la que viven los presos en todas las cárceles del país, es uno de los lugares donde más casos de muerte hay por año. El servicio penitenciario encargado de manejar un poco todos los negocios al interior de las cárceles, siempre terminan presos asesinados, incinerados y supuestos suicidios.

APU:
Se cumplen 30 años de democracia, ¿cómo analizás en ese marco estos 10 años?

VM: Paradigmáticamente, como decíamos al principio, existe una fuerte intencionalidad de mostrarse como un gobierno más progresista o con un discurso pro derechos humanos. Y la verdad que las cifras han ido creciendo, sobre todo, en materia de represión selectiva. Hay centenares de presos políticos actualmente en el país, los presos del Corral de Bustos, los presos de Bariloche, que son todas detenciones realizadas en movilizaciones populares. Son compañeros que llevan largos años detenidos en las peores condiciones y que por supuesto, ni siquiera han sido juzgados, son detenidos por razones políticas, es una contradicción bastante grande con el discurso que nos intentan mostrar. En cuanto a la represión en los barrios, las cifras se siguen sosteniendo y mientras más fuerzas represivas haya en la calle, estos números van a seguir creciendo también.

APU: Hablabas de dos cuestiones provinciales ¿Ahí no verías como distintas tramas, no sólo en el Estado Nacional, sino también en los Estados provinciales?

VM: Sí, la forma de operar de las distintas policías es la misma y eso tiene que ver con un análisis de que la represión nada tiene que ver con la forma de operar de una u otra o de la responsabilidad de un gobierno, sino con la política a nivel nacional que es un poco la función que hoy cumplen las fuerzas represivas en nuestro país. Tienen que ver con el disciplinamiento social, ejercer el control en las calles y muchas veces la persecución a los sectores que sufren las políticas económicas más crudas de los gobiernos.

APU: En nuestro análisis en esta década ganada en derechos humanos, lo vemos muy enfocado a lo que fue juzgar a los genocidas. Entendemos que hay un retraso más que importante con las policías y con el servicio penitenciario. ¿Ven este panorama? ¿Cómo analizan esa situación?

VM: Sin duda hay medidas tomadas del estilo que mencionás que por supuesto para nosotros son innegables y siempre han sido banderas de las organizaciones que hemos llevado adelante la lucha por los derechos humanos en este país y por lo tanto, son luchas propias, más allá de la iniciativa del gobierno de llevarlas adelante. Lo que sucede es que la represión diaria que se ejerce hoy no se menciona, mucho menos intenta solucionarse, sino más bien tiran la pelota hacia otro lugar en cuanto a las responsabilidades. Y lo cierto es que la represión que sufre hoy el pueblo, nada tiene que ver con la represión de los ´70, por supuesto que es una lucha que hemos llevado adelante y que sin duda es un triunfo que lo consideramos como nuestro. Hoy la responsabilidad de las organizaciones en la lucha tiene que ver con la represión diaria que se ejerce hoy.