Desde el AFSCA, le respondieron a relator especial de la OEA

  • Imagen

Desde el AFSCA, le respondieron a relator especial de la OEA

08 Octubre 2015

 

Carta completa de Martín Sabbatella, titular de AFSCA: 

Tengo el agrado de dirigirme a usted en mi carácter de Presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual de la República Argentina (AFSCA), autoridad encargada de la aplicación de la Ley Nº 26.522 sancionada por el Congreso de la Nación, con relación a las manifestaciones que usted realizará en ocasión de la 71° Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Al respecto, considerando la importancia de su función y la relevancia que su palabra tiene en el continente y en el mundo en virtud del cargo que desempeña, entiendo que sería pertinente propiciar un intercambio sin mediaciones que permita abordar la interesante trama de complejidades que comprende la implementación de la Ley Nº 26.522; intercambio que no hemos tenido la oportunidad de mantener en este primer año de su desempeño como Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de los Estados Americanos.

De acuerdo a lo informado por diversos medios periodísticos de la República Argentina, y en uso de las atribuciones que invisten su importante función, usted se habría pronunciado en pos de modificar la normativa que los y las representantes del Pueblo Argentino consiguieron sancionar el 10 de octubre de 2009, luego de décadas de padecer un marco legal que favoreció la concentración de medios y afectó la pluralidad, la diversidad de voces y la libertad de expresión. Además, tal como consignan esos medios, su manifestación se habría completado con una crítica intensa a la función desempeñada por el organismo federal que presido.

Más allá de no coincidir con esa perspectiva, que se corresponde casi literalmente con la que tiene la SIP, la que declama parte de la oposición política argentina y la que alientan las corporaciones mediáticas que resistieron la sanción y aplicación integral de la ley en mi país, considero mi obligación poner a su disposición datos fehacientes que, estoy seguro, modificarían su lectura y lo ayudarían a sumarse, con la autonomía que su función amerita, a la tarea de enfrentar la concentración, que es la mayor amenaza contra la libertad de expresión en todo el continente. Referentes internacionales e instituciones democráticas tan disímiles entre sí, como el ex relator para la Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas, Frank La Rue, el jurista internacional Baltasar Garzón o la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se cuentan entre los muchos y muchas que se suman al amplio consenso mundial acerca de que la propiedad concentrada de los medios de comunicación es un problema prioritario a la hora de garantizar el derecho a expresarse libremente. Esa posición, desde ya no es compartida por la SIP ni por las corporaciones que hegemonizan la comunicación en el continente.

En la República Argentina, la hegemonía de esos grupos mediáticos -que se perpetúa al amparo y por el favor de un sector del Poder Judicial- nos afecta a todos e inunda con información falsa e interpretaciones maniqueas la opinión que nos hacemos de lo que sucede en los diversos países de América y del mundo. Es una tarea ciclópea, aunque no menos imprescindible, conseguir desentrañar verdades en la maraña de mentiras y trampas que nos tienden a todos los ciudadanos con el objetivo de llevarnos a abrevar en pos de sus intereses y ambiciones. Es de tal magnitud la ignominia propagada y afecta tan ferozmente la integridad social y personal, que demasiadas veces, por error, confusión o temor a sus habituales campañas difamatorias, referentes importantes de la vida pública del continente terminan aportando su voz al coro hegemónico.

Consciente de que su tarea está orientada a colaborar con la plena democratización de los medios, la libertad de expresión, la pluralidad de voces y la diversidad de opiniones, le hago llegar mi invitación a un pronto encuentro destinado a que conozca de primera mano la información necesaria para poder conformar una perspectiva autónoma y profunda sobre la realidad de mi país en lo que hace a la aplicación de regulaciones a la industria y el mercado audiovisual. Si la ejecución de las importantes tareas que demanda su cargo le impidiera concretar un encuentro de estas características, podríamos analizar otros canales y/o protagonistas de este necesario próximo intercambio.

A la espera de una pronta y positiva respuesta, lo saludo con mi mayor consideración.

Atentamente,