Informe: Plan Nacional Estratégico del Seguro 2012-2020
¿Qué es el PlaNeS?
El desarrollo del Sector Seguros en la Argentina está relacionado positivamente con el favorable desenvolvimiento de la economía nacional experimentado desde el año 2003 hasta la actualidad y como la industria aseguradora local todavía muestra un importante potencial para continuar su crecimiento hacia el año 2020, la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) impulsa el Plan Nacional Estratégico del Seguro 2012-2020 (PlaNeS) procurando fomentar una cultura aseguradora e incentivar las mejores prácticas en la industria.
Los propósitos del plan son: a) generar una visión compartida y discutir, de manera participativa a través de foros donde las demandas de los sectores vinculados puedan ser consideradas, el rol de la industria de seguros en un escenario de crecimiento económico sostenido, consolidando a la SSN en su rol de supervisor y promotor de la actividad, b) incrementar la producción y el stock de inversiones del Sector, aportando al desarrollo de un mercado de capitales, y reorientar parte de las inversiones a la economía real, contribuyendo al desarrollo económico y social del país.
En última instancia, como mencionará la presidenta en su discurso, “vamos a pasar de inversiones cortas, de carácter financiero, a inversiones de carácter productivo y de más largo plazo destinando una parte de esos fondos, según sea el tipo de actividad asegurada”
Los principales ejes temáticos del PlaNeS son impulsar el crecimiento del mercado asegurador y reasegurador argentino, fortalecer el esquema de control, lograr una mayor protección del Asegurado, fomentar la integración regional y redefinir el marco normativo.
Impulsar el crecimiento del mercado asegurador y reasegurador tiene como objetivos principales la contribución al desarrollo económico y social del país, canalizando los ahorros hacia la inversión productiva, promoviendo la estabilidad financiera, complementando los programas sociales y siendo un sector clave para el sostenimiento del consumo y la redistribución de la renta nacional. Para llevar a cabo este objetivo se incluyen entre otros las siguientes medidas y herramientas:
(a) el desarrollo de nuevos seguros y el análisis sobre la necesidad de modificación en la cobertura de seguros existentes. Por ejemplo el desarrollo de un seguro de retiro voluntario, de microseguros y otros seguros sociales para los sectores de bajos ingresos, ampliación y modificación del seguro agrícola, entre otros.
(b) la realización y la promoción de acciones de concientización en la sociedad, a fin de incrementar la conciencia aseguradora,
(c) el desarrollo de nuevos seguros optativos para la población,
(d) el incremento del volumen de inversiones del Sector y la mejora de los criterios y políticas de inversión de los fondos, incentivando la canalización de los mismos hacia la economía real,
(e) la consolidación del funcionamiento del nuevo marco regulatorio de reaseguros,
(f) actualización del marco normativo (leyes N° 12.988, 17.418, 20.091 y 22.400).
Entre las metas, y los impactos esperados más importantes del Plan, al 2020 podemos mencionar:
- Incrementar la producción del Sector, de 45.006 millones de pesos en el ejercicio cerrado en 2011 a aproximadamente 149 mil millones de pesos (en valores constantes de junio de 2011), lo cual implica prácticamente triplicar la producción.
- Incrementar la participación de la producción del Sector en el PBI del 2,7% en el ejercicio 2010/2011, al 5,1% en el ejercicio 2019/2020, acercándose así a los valores de los países desarrollados, lo cual es clave para dotar de solidez a la economía nacional.
- Incrementar el stock de Inversiones del Sector, en valores constantes de junio de 2011, de 55.262 millones de pesos en el ejercicio cerrado en 2011 a aproximadamente 262 mil millones de pesos.
- Incrementar el stock de Inversiones del Sector en relación al PBI nacional del 3,3% en el ejercicio 2010/2011, al 8,9% en el ejercicio 2019/2020.
- Incrementar la inversión total del Sector en la economía real del 0,16% en el ejercicio 2010/2011, al 10,0% en el ejercicio 2012/2013 y al 20,0% en el ejercicio 2019/2020.
- Modificar las participaciones relativas de los principales ramos de seguros en el total de la producción, de aproximadamente 80% Patrimoniales y 20% Personales existente en el ejercicio 2010/2011 a una proporción cercana al 65% Patrimoniales y 35% Personales en el ejercicio 2019/2020. Esta meta es muy importante por distintas razones; en particular, a partir del crecimiento de los Seguros Personales, las Inversiones del Sector crecerán a una tasa más elevada y el plazo promedio de las mismas será más largo, lo cual puede constituirse en un aporte relevante al mercado de capitales en nuestro país.
- Incrementar la participación de aseguradoras y reaseguradoras de capitales nacionales en la industria aseguradora local, disminuyendo la remisión de divisas al exterior.
- Incrementar la cantidad de empleados de las entidades aseguradoras (27.463 en el ejercicio 2010/2011) y de productores asesores de seguros (23.132 personas físicas y 470 personas jurídicas en el ejercicio 2010/2011), como así también la cantidad de puestos de trabajo que genera indirectamente el Sector.
Impacto de la nueva disposición del Reglamento General de la Actividad Aseguradora.
El nuevo reglamento general de la actividad aseguradora, anunciado el pasado 22 de octubre en el marco del lanzamiento de PlaNeS (Plan Nacional Estratégico de Seguros), incorpora una medida que complementan las iniciativas previas del gobierno en materia financiera, con el objetivo de abrir nuevos canales de financiamiento para la actividad productiva.
Específicamente, el nuevo Reglamento General de la Actividad Aseguradora modifica el inciso k) del punto 35, que establece que las aseguradoras deberán invertir en instrumentos destinados a financiar actividad productiva o en infraestructura. En otras palabras, lo que se ha dispuesto es que parte de los fondos que administran aseguradoras se orienten hacia la “economía real”, inversiones de mediano y largo plazo en el desarrollo de la oferta nacional. En general, el mecanismo disponible para realizar este tipo de inversiones son los fideicomisos. En el ejercicio vigente entre julio de 2010 y junio de 2011 el 0,16% de las inversiones se orientó hacia la economía real.
Como la actividad aseguradora opera con plazos diferentes según su rama específica de actividad, el porcentaje que se deberá destinar a inversión productiva, según la mencionada modificación en el reglamento, será diferente para las distintas operatorias de cada rubro. Por ejemplo, para las aseguradoras de accidentes de riesgo del trabajo (ART) que son las que requieren la mayor liquidez en el mercado asegurador por los plazos que enfrentan para cubrir siniestros, se fijó un piso mínimo de inversiones en la economía real del 5% y un 10% como máximo. Las que operan con plazos promedio de mayor extensión, como son las empresas de seguros generales y reaseguradoras, se estableció un piso mínimo del 10% y un máximo de 20%. En tanto, para lasfirmas que administran seguros de Vida o Retiro, cuyo mercado posee naturalmente un plazo mayor se fijó un mínimo del 12% y un máximo del 30% de inversión en fideicomisos vinculados a la actividad productiva o en infraestructura en el país.
En términos del impacto que la medida tendrá sobre el sector productivo y infraestructura, representa una inyección de recursos que incrementará los 88 millones de pesos registrados a junio de 2011, a más de 7.000 millones de pesos al cierre de ejercicio del año 2013. En relación con la participación en el PBI, la medida implicará un salto de 0,0004% del PBI de 2011 a 0,29 % de participación en el PBI esperado de 2013.
El crecimiento de la actividad aseguradora, por su parte, tiene una correlación directa con el crecimiento de la economía; por lo cual, el desempeño del sector seguros ha sido positivo y se pretende canalizar de forma directa el ingente ahorro de la actividad hacia actividades que complementen el crecimiento de la economía.
La medida, como fuera señalado con anterioridad, complementa otras anteriormente dispuestas y que orientan el funcionamiento de la economía en un mismo sentido frente a una coyuntura internacional de crisis. La estatización de las AFJP y el Fondo de Desendeudamiento (FONDEA) -que consiste en cancelar deuda con reservas del Banco Central, acumuladas por el desempeño de la cuenta corriente de la balanza de pagos- son herramientas que permiten redireccionar recursos especulativos hacia la inversión productiva.
El Banco Central de la República Argentina, en el mismo sentido, dispuso mediante el comunicado 5319 que el 5% de la cartera de depósitos de los bancos debe ser destinada al crédito para financiamiento de proyectos productivos; ingresará como oferta de crédito blando un volumen cercano a los 15.000 millones de pesos al 31 diciembre del corriente.
Sumadas, estas políticas permiten un sostenimiento de la expansión de la actividad productiva, mediante la inyección de recursos en el mercado doméstico que promueven el crecimiento del consumo, la inversión y el empleo local.
Conclusión
Como en tantos otros mercados y sectores, el mercado asegurador, bajo las políticas publicas neoliberales -llevadas a cabo con la complicidad y el silencio de los grandes medios de comunicación hegemónicos- se vio desregulado, fundamentado en el argumento tantas veces repetido, de que el Estado era ineficiente e ineficaz –situación creada por el mismo poder económico- y que debía dejársele al mercado el hecho de regularse.
Esta filosofía política condujo, como hemos visto, a la gran crisis económica y política de 2001, y alentó en todos los sectores a la concentración económica y la extranjerización.
Es en este contexto, y bajos los lineamientos de profundizar el modelo de desarrollo iniciado en 2003, que el PLANES cobra sentido para reorientar los capitales a la actividad productiva, a la vez que restaurar para el Estado Argentino ciertas funciones y finalidades que el Estado no puede delegar en nadie.
Es precisamente por este cambio de paradigma en la intervención Estatal en el mercado que los sectores que representan a los ganadores de los anteriores modelos económicos ponen el grito en el cielo.
Así cobran sentido las palabras de nuestra presidenta “Pero estas no son cuestiones que uno hace porque sí. La situación de las aseguradoras en el año 2001 era catastrófica y hoy es floreciente, producto de este modelo económico.”
Fraschina, Santiago
Gambaro, Santiago
Kestelboim, Mariano
Marinelli, Juan Pablo
Von Zeschau, María