Segunda fecha: un Fortín impenetrable

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Segunda fecha: un Fortín impenetrable

17 Febrero 2014

Por Matías Fabrizio

Por el descenso

En este sentido, Colón y Argentinos jugaron el famoso “partido de seis puntos”. El Sabalero se llevó la victoria con gol de Gabriel Graciani de cabeza, y dejó al Bicho de la Paternal en el último lugar del descenso. Ojo, que el equipo santafesino escaló dos posiciones, pero sigue en la zona roja. El Bichi Borghi le está intentando dar a Argentinos una impronta distinta a la que tenía con Caruso Lombardi, desde luego. Volvió a la línea de tres en el fondo, con salida por los costados y doble 5. En el ataque es Leo Pisculichi el que puede salirse del libreto, en él están gran parte de las esperanzas del equipo.

Abrió la fecha, el viernes, el triunfo de Godoy Cruz contra Quilmes, por 2-0. Fue en Mendoza, donde en 30 minutos de juego, el Tomba ya tenía los dos goles de ventaja. Temprano en la segunda mitad el Cervecero se quedó con 10, por la roja a Jonathan Zacaría, y a partir de ahí cada vez se hizo más cuesta arriba.

El DT de la visita, Blas Armando Giunta, no encontró respuestas con los cambios, y a medida que pasaba el tiempo, la remontada se hizo cada vez más utópica. El domingo a primeras horas de la tarde se confirmó que el entrenador no seguiría en su cargo. Tras estar siete años en Almirante Brown, algo impensado para el fútbol argentino, la experiencia de Giunta en Primera sólo duró nueve juegos: una victoria, cuatro empates y cuatro derrotas. Al parecer, Pablo Quatrocchi estaría a cargo interinamente del equipo, que el miércoles tiene un partido clave vs Colón.

En levantada

El sábado por la tarde, con gol de Guido Carrillo, Estudiantes metió un triunfazo contra All Boys en Floresta. Con la vuelta de Juan Sebastián Verón, y a pesar de jugar los últimos 25’ con uno menos por la roja a Carlos Auzqui, el Pincha se aseguró una semana más entre los líderes, ya que tiene 6 puntos. El equipo de Mauricio Pellegrino está a años luz de, por ejemplo, el Estudiantes de Sabella campeón de la Libertadores 2009. Sin embargo, parece, y no por los resultados, que está en un gran momento. Tiene la columna vertebral, la base del equipo, muy bien armada: Gerónimo Rulli es un arquerazo y hasta se dice que el Manchester City lo está viendo, la dupla central formada por Leandro Desábato y Jonathan Schunke está firme, Gastón Gil Romero parece ser un compañero ideal para que la Bruja no se desgaste demás en el medio, y el goleador, Carrillo, tiene unas condiciones bárbaras. Hace rato que Estudiantes no pelea, pero hoy en día tiene con qué estar cerca de los primeros puestos. Si mantiene la base y asimila el, ahora indeclinable, aparentemente, retiro de Verón, el futuro inmediato del Pincha va a estar bueno.

Por su parte, el Albo está a sólo tres puntos de Colón y a cuatro de Godoy Cruz y Argentinos. Entre estos tres y el equipo de Floresta está Quilmes, como para reconocer a los cinco que están más complicados. Luego aparece Tigre, pero ya hay seis puntos de luz entre este lote del fondo y el Matador.

El que también viene levantando es Olimpo, que empató justamente en Victoria ante Tigre. Fue un 0-0 no muy entretenido, pero qué le importa eso a la gente de Bahía Blanca. Ganó los últimos cuatro del Torneo Inicial 2013, también en el debut de este Final 2014, y ahora sumó un punto más. Al ser esta su única “primer” temporada en Primera, es difícil analizar qué tan comprometido está en relación a los demás, ya que divide distinto. No obstante, hoy en día se ubica más cerca de mitad de tabla que de los últimos puestos, así que de la mano de Walter Perazzo, van por el buen camino.

El campeón abrió un ojo

Un partido ganado sobre tres jugados (dos por el torneo y el de la Copa Libertadores vs Botafogo) no alcanzan para decir que San Lorenzo ya se despertó. Es cierto que fue merecido su triunfo sobre Racing pero le falta bastante para alcanzar el máximo de su potencial. Se puso en ventaja pronto con gol de Nicolás Blandi (de tijera, gran recurso del delantero) y luego se dedicó a justificar la diferencia, incluso pudiendo ampliarla. Sin dudas el Ciclón estuvo más cerca del segundo que la Academia de empatarlo. Volvió a ser importante Ignacio Piatti en la creación y Juan Mercier en la contención, sobre todo cuando hacia el final Racing avanzaba más a los tumbos que con claridad y buen juego.

No alcanzó el aura que impone la presencia de Reinaldo Merlo para la Academia. No salió para nada la idea de poner a Gastón Campi (defensor central que Mostaza pone en el medio) a la izquierda de Bruno Zuculini. Cubrir el ancho del campo de juego del Nuevo Gasómetro no es lo mismo que jugar en el Diego Armando Maradona o en el Carminatti de Olimpo, y más aún si el rival propone un doble enganche (Piatti y Leandro Romagnoli) que intercambia sectores en la cancha, más la presencia impredecible de Ángel Correa. En este sentido, entró el ex Vélez Francisco Cerro, para reforzar el medio campo, y fue buena su actuación, pero desde luego no alcanzó. Merlo probó con el ingreso de Mauro Camoranesi (quien anunció su retiro para junio), intentando ganar en la posesión del balón, pero tampoco fue suficiente, porque Racing jamás, ni con los titulares ni con los cambios, pudo tener claridad ofensiva para llevar peligro en concreto al arco custodiado por Sebastián Torrico.

Un Fortín impenetrable

Casi que no podría ser mejor el arranque del año para Vélez. El sábado atropelló a Arsenal en Sarandí con un segundo tiempo más que contundente. Fue 3-1 con dos de Mauro Zárate y uno de Jorge Correa, mientras que Mariano Echeverría hizo el del honor para los locales. La única mancha del equipo de Liniers ha sido el empate de local ante Tigre en la primera fecha, pero en un torneo tan irregular, va a ser difícil que haya uno que no tropiece en algún momento.

A pesar de haber jugado por la Copa, y que el martes repite por el Final 2014 vs el Albo, el DT José Flores puso a los titulares. Habrá que ver en qué momento y de qué manera el “Turu” decide empezar a rotar.

De a tres, por dos.

Casualmente los dos partidos que se jugaron a las 17hs el domingo terminaron 3-0. Por un lado, Gimnasia se abusó de la espantosa racha que trae Newell’s Old Boys y, contra todo pronóstico, lo venció en La Plata. Por el otro, Atlético de Rafaela dio la gran sorpresa de la fecha al visitar y golear a Lanús.

Alguna quizás podría haber apostado por GELP, teniendo en cuenta que su mala actuación en la primera fecha no es la realidad del equipo de Pedro Troglio y que Ñuls presentaba casi mitad de suplentes, teniendo en cuenta su participación en la Copa, pero ya tres goles de diferencia parecía mucho... Para peor, ya a los 8’ el Lobo abrió el marcador, cortesía de Gastón Díaz. Ya en la segunda mitad, Juan Carlos Blengio y Facundo Pereyra completaron la tripleta.

Es insólito lo del equipo de Alfredo Berti: en la fecha 11 del torneo pasado le ganó a River, en la siguiente perdió el clásico contra Rosario Central, y no volvió a ganar. Encima en el debut copero perdió en Colombia enfrentando a Atlético Nacional. Lo raro es que, si bien no fue el caso de la derrota de ayer ante Gimnasia, donde sí jugó mal y varias veces lo salvó el arquero Nahuel Guzmán, la Lepra no muestra malos rendimientos y respeta la intención de tener la pelota, salir tocando y prevalecer en el campo al ritmo del toque. Evidentemente, está fallando en los extremos, las áreas.

En la Fortaleza del Sur, los mellizos Barros Schelotto también pusieron mayoría de suplentes y lo pagaron caro. Jorge Burruchaga puso el 4-4-2 tradicional de Rafaela, con Rodrigo Depetris soltándose por la banda para acompañar a la delantera. Fue 3-0, con dos del número 9, Daniel Vera, y el restante de Cristian Canuhé. Los santafesinos tuvieron las mejores situaciones de gol, fueron más claros para llegar y, a diferencia del Granate, no dependieron tanto de los tiros de afuera para llevar peligro al arco rival.

Dos Caras

El River de Ramón Díaz guarda alguna similitud con Harvey Dent, el personaje de Batman mejor conocido como “Dos Caras”. Cuando se impone y domina la pelota es un equipo, cuando el que dispone es el rival, es otro totalmente distinto. Ejemplo de esto fue el primer tiempo de ayer en el Gigante de Arroyito, donde igualó 1-1 con Rosario Central. El comienzo fue todo del Millonario, que se puso en ventaja a los 3’ de juego con una contra de manual que concretó Manuel Lanzini, tras una genialidad de Teófilo Gutiérrez para dejarlo mano a mano con Mauricio Caranta. River dominó a gusto, explotó los espacios que dejaba un Central golpeado por el gol tempranero y su tridente ofensivo formado por Fernando Cavenaghi, Teo y Lanzini se lucía.

Eso duró 25 minutos, lo que tardó la Academia rosarina en despabilarse, lo que tardaron Jesús Méndez y Hernán Encina en acomodarse y tocar. A los 28’ llegó el empate, de Carlos Luna de cabeza, tras ese rato en el que River parecía que goleaba. Ya la segunda mitad se emparejó, con situaciones y momentos para cada uno, aunque en el último rato los locales parecieron mejor acomodados (también más conformes con el empate) y se dedicaron a contener a un River ya no tan claro. Chances de gol muy claras no hubo, algún disparo lejano de Cristian Ledesma y un cabezazo de Germán Pezzella para los porteños, casi nada de los rosarinos.

Y de Boca podría decirse algo similar, aunque ni siquiera un punto pudo sumar, ya que Belgrano logró que el segundo tiempo del partido se juegue en su “estado de confort” y lo ganó 3-2. La primera etapa del Xeneize fue muy buena, concretamente mejor al aceptable debut frente a Newell’s. Los cordobeses generalmente no disputan la posesión del balón y, en este caso, tampoco se afirmaron de contra, sino que al contrario, dejaron amplios espacios en el fondo sin saber cómo resolver. Juan Forlín abrió la cuenta para los de Carlos Bianchi en una linda jugada preparada, y podría haber entrado alguna más.

Apenas empezó la segunda mitad, el equipo del Ruso Zielinski lo empató y, sin lugar a dudas, cambió el partido. Boca perdió la pelota, el Puma Gigliotti se ancló en el área, no hubo más claridad y la defensa tuvo muchos problemas. La B se acomodó de a poco, se solidificó en el fondo e hizo el juego gracias al cual juega en Primera desde junio del 2011. Lastimó de contra a un Boca desorientado y perdido. Pocas veces se ve un quiebre tan marcado dentro de un mismo partido, como el que sufrió el equipo local. El Picante Pereyra complicó siempre y Carlos Bueno se las ingenió para pivotear y hacer descansar a su equipo.

El segundo gol de Belgrano vino gracias a un penal que cometió Nahuel Zárate tras dejar que Pereyra le gane la posición (el 3 también falló en el primer gol de la visita). Ahí se terminó el partido, ya que Boca no tuvo armas para empatarlo. Al rato vino el tercero, el del Picante, más que merecido, tras un par de rebotes que dio Orión, que no tuvo una buena tarde. El juvenil Luciano Acosta descontó con un muy lindo gol sobre la hora, pero ya no había tiempo de nada.

La próxima fecha se jugará entre semana. Claro, hay que ajustar el calendario para que el torneo termine antes de lo habitual, con motivo del Mundial de Brasil. Abren Olimpo y Arsenal en Bahía a las 17hs del martes y cierran Atlético de Rafaela y Boca a las 21.15hs en el Nuevo Monumental.