La escritora canadiense Margaret Atwood le pidió a Gabriela Michetti por el aborto legal

  • Imagen

La escritora canadiense Margaret Atwood le pidió a Gabriela Michetti por el aborto legal

26 Junio 2018

Por Nicolás Adet Larcher

“No aparte la mirada de las miles de mujeres que hay cada año por abortos ilegales. Dele a las mujeres el derecho a elegir” escribió Margaret Atwood a la vicepresidenta, Gabriela Michetti, en Twitter. 
Atwood de 78 años, tiene el pelo blanco y alborotado, es escritora y vive en Canadá. Desde el año pasado su nombre trascendió la frontera de su país y se hizo presente en todo el mundo cuando la plataforma Hulu’s hizo una serie llamada “The Handmaid’s Tale” (Los Cuentos de la Criada) a partir de su novela publicada a mediados de los ochenta. 

Que Atwood haya sumado su voz a la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito en nuestro país fue un gesto simbólico muy bien recibido por las organizaciones políticas y sociales, y quienes siguen de cerca sus libros y la serie. 

La serie de Atwood nos muestra un futuro distópico donde las tasas de natalidad se redujeron, la infertilidad aumentó y en donde una secta religiosa asumió el control de Estados Unidos con el objetivo de obligar a las mujeres a parir bebés para las familias más poderosas del país. Esas mujeres reciben el nombre de criadas, visten capas rojas y sombreros blancos. Para Atwood es importante mostrar que hasta en las pequeñas batallas es importante ponerse firme y que los derechos que uno cree conquistados pueden desaparecer de un plumazo si se diluyen las voces disidentes. 

En la actualidad, The Handmaid’s Tale funciona como una pieza audiovisual que apoya las luchas feministas en todo el mundo y que sirve como referencia para las manifestaciones. El año pasado, en Texas, un grupo de mujeres vestidas como criadas, hicieron reclamos a favor del aborto y en contra de la presentación de proyectos antiaborto en el capitolio.  Pero no todo tiene que ver con el norte, la propia Atwood contó que una de sus influencias para escribir el libro tuvo que ver con la dictadura cívico-militar que marcó a nuestro país. A la escritora le sorprendió ver relatos y pruebas de “tantas mujeres asesinadas y sus hijos robados”.