“¿En qué creen los jueces? En la palabra de un violador”
Por Lucía Cholakian Herrera y Malena Ambas
En el año 2015, una joven sanjuanina de 17 años se descompuso en el boliche una noche de su viaje de egresados con la compañía Snow Travel. Pidió volver al Hotel Patagonia, donde se hospedaban, y fue acompañada por Enzo Lampasona -coordinador del viaje, también de San Juan, quien luego de llevarla, la violó.
La causa fue caratulada como “abuso sexual con acceso carnal, agravado por su carácter de guardador”. Las pericias en el cuerpo de la joven mostraron diversos tipos de daño físico. La chica, cuya identidad se mantiene anónima; su madre, el médico que la atendió inmediatamente, dos psicólogas y un médico forense testimoniaron en contra de Lampasona. Sin embargo, esta semana se conoció que los tres jueces del Tribunal a cargo (Miguel Ángel Gaimaro Pozzi, Ricardo Calcagno y Emilio Riat), decidieron absolver al abusador dándole el beneficio de la duda. El fiscal Martín Lozada apelará la sentencia.
Este caso, que conmovió a la provincia cuando salió a la luz a fines del 2015 y se recupera ahora ante la resolución de los jueces, llamó la atención de organizaciones y movimientos feministas a lo largo de todo el país. “Repudiamos el accionar de una justicia machista que nuevamente hace oídos sordos a nuestras denuncias, beneficia a los violentos y pondera la posición social del agresor a la hora de sentenciar. Repudiamos esta sentencia machista y misógina”, subrayó en un comunicado Ni Una Menos San Juan.
“En el caso Lampasona puede verse algo que las feministas denunciamos hace años. Es la construcción de la duda sobre la palabra de la mujer. En estos momentos hay un discurso que se ve presente en los medios masivos de comunicación, en las redes sociales que es el que agita todo el tiempo el fantasma de las falsas denuncias. Mujeres que supuestamente acusan con el objetivo de destruir a los varones en general, porque los odian. En definitiva este discurso de las falsas denuncias es fuertemente instalado por una reacción muy machista”, subrayó Dolores Córdoba, integrante de Ni Una Menos San Juan en diálogo con AGENCIA PACO URONDO.
Córdoba agregó: “Hay pruebas de las pericias, hay médicos que y profesionales que atestiguan que la chica tenía signos físicos y psicológicos de haber sido violada. Están las pericias de las marcas que tenía en su cuerpo. Está comprobado el acceso carnal. Hay un video que muestra cómo Lampasona entra con la chica al dormitorio. La joven dice que fue violada. Y entonces, ¿en qué creen los jueces? En la palabra del violador. Lo único en lo que basan toda su sentencia es en los dichos del violador”.
Considerando que la cultura de la violación es un sistema, y que opera en distintos niveles y formas; cabe mencionar también el contexto en el cual se produjo el delito. Los viajes de egresados, tradición de larga data entre la clase media escolarizada de Argentina, mantienen una dinámica que no solamente expone sino vulnerabiliza a jóvenes -en su mayoría, menores de edad-, y reproduce prácticas de poder y autoridad con una profunda raíz en la lógica patriarcal y, sobre todo, la objetificación de las mujeres.
“Esta sentencia tiene un fuerte elemento aleccionador para las mujeres. Es decirnos que nos conviene mantener esto como se mantuvo siempre, en silencio. Porque en definitiva, es muy difícil denunciar”, enfatizó la integrante de Ni Una Menos San Juan. Además remarcó el rol que están tomando las organizaciones sociales en la búsqueda de visibilización y acompañamiento del caso. “La sociedad sanjuanina calla y oculta. Existe una gran hipocresía por parte de una una sociedad que quiere que las jóvenes se casen vírgenes, pero que si son violadas se mantenga silenciada esa violación. En definitiva, una sociedad cómplice, un Estado que niega la Educación Sexual Integral y la perpetuación del poder y de todas las violencias sobre los cuerpos de las mujeres”, concluyó Córdoba.
El caso de San Juan no es un caso aislado. Se relaciona con un sistema capitalista y patriarcal que opera directamente en la lógica de vender viajes y cooptar sistemáticamente a un público adolescente. Problematizar las dinámicas de este tipo de viajes -y lo que acarrean: los consumos entre menores, la figura del “coordinador del viaje”, los desbordes y mandatos de dichos rituales- es fundamental para desarmar también las violencias en la adolescencia y entre las y los jóvenes. Que los tres jueces responsables hayan tomado la decisión de absolver a un violador como Enzo Lampasona no habla de duda: habla de complicidad.