Cuestionan a una fiscal que imputó a una mujer por el delito de abandono de persona por considerarla "mala madre"

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Cuestionan a una fiscal que imputó a una mujer por el delito de abandono de persona por considerarla "mala madre"

25 Junio 2020

Por Ludmila Sueiro / Foto de Ailen Montañez 

APU: ¿Qué fue lo que le pasó a Aldana Muñoz en 2017?

Daiana Araya: Llegamos al caso de Aldana por una comunicación con personas del Poder Judicial que nos contaron que se estaba llevando adelante este juicio y nos comunicamos inmediatamente con el defensor. El sábado 23 de abril de 2017, cerca de las once de la noche Aldana va a la casa de su pareja, Franco López, junto a su hijo Mateo de seis meses, él no es hijo de Franco. Ella se quedó a dormir con el bebé y cerca de las 9 de la mañana se levantó para bañarse y como no tenían gas en su casa se fue a la casa de los abuelos de Franco que vivían adelante. Cuando se está bañando escucha que Mateo llora y lo ve a Franco con el nene en brazos ya desvanecido. Lo llevan al hospital y ahí les dicen que Mateo fallece por un traumatismo encéfalo craneal.  

APU: ¿Cuál es la situación ahora de Aldana? ¿Cuál es la acusación de la fiscal Georgina Pairola?

DA: A ella le hacen cuatro entrevistas en la fiscalía y lo que determinan es que Aldana era víctima de violencia de género por parte de Franco y el bebé también. Ella en varias ocasiones le había recriminado su trato hacia el niño, de hecho no lo quería dejar nunca solo con él. Él le pedía que lo deje sólo con él, que iba a cambiar, que iba a ser distinto pero ella insistía en no dejárselo porque él lo venía maltratando. Lo que sucedió es que ella lo dejó al nene durmiendo en la cama con Franco. La teoría de la fiscal es coincidente con la de los testigos es que, en ese rato que no fueron más de diez minutos, él lo golpeó y falleció.

La fiscal la acusa a ella un año y medio después del hecho cuando el papá biológico se constituye como querellante en la causa y que se la impute por abandono de persona, seguido de muerte y agravado por el vínculo. Lo que dice la acusación es que ella, al saber de esta situación de violencia de Franco, nunca lo tendría que haber dejado con él, que se lo tendría que haber dejado a extraños de ser necesario, haciendo referencia a los abuelos de Franco o, directamente, no lo tendría que haber llevado, desconociendo absolutamente el ciclo de violencia por el que pasan las mujeres que fue reconocido por la psicóloga que introduce la fiscalía. Es decir, el ciclo de violencia en el que estaba Aldana en ese momento. 

APU: ¿Qué es la Asociación de Abogadas Feministas? ¿Cómo están actuando en este caso?

DA: ABOFEM es una asociación de abogadas feministas que nace en Chile y en 2018 la traen a Argentina. Arrancan las compañeras de CABA y hace dos meses se empezó con la idea de federalizar ABOFEM. Hablaron conmigo para ser la coordinadora en Rosario y ahí hicimos la filial dentro de la provincia de Santa Fe. Lo que hacemos es litigar con perspectiva de género y formarnos constantemente para realizarlo en todas las ramas del derecho. Hacemos capacitaciones continuas de distintas actoras para que nos enseñen a litigar de esa manera y a ocupar espacios públicos y privados, dentro o fuera del Estado. Tomamos casos de cualquier rama y lo litigamos en conjunto, entre tres o cuatro abogadas y estudiantes. Hay casos como los de Aldana que nos llegan formalmente, a través de los medios de comunicación o personas que trabajan dentro del Poder Judicial, que nos cuentan su situación y nosotras lo intervenimos.

APU: ¿Cómo categorizarían desde ABOFEM el accionar de la Justicia?

DA: En este caso fue lamentable, no solamente porque no existió perspectiva de género, sino porque hay un desconocimiento del derecho de fondo. Se imputó una figura que no correspondía porque el abandono de personas es poner a una persona en peligro intencionalmente. Acá el rol de "mala madre" fue el delito. La imputación de la fiscal se basó en estereotipos de género, que hoy el padre biológico de Mateo, que conocía de la situación de violencia que atravesaban la mamá y Mateo, está sentando como querellante. Sin que nadie le cuestione el rol de padre y, sin tener en cuenta, que ella no pudo nunca llorar a su hijo porque se la imputó de abandono de personas por irse a bañar 10 minutos.