En 2018, empresas europeas exportaron más de 81 mil toneladas de pesticidas cuya venta está prohibida en sus propios territorios. Las recibieron 85 países, en su mayoría emergentes o en desarrollo. Un año antes, la ONU había calculado que los pesticidas habían ocasionado 200 mil decesos en todo el mundo.
La Plaza Federal de Berna fue escenario de una movilización bajo la consigna “De pie por el clima”. Por su parte, la FAO anunció la iniciativa “Ciudades Verdes, que se propone mejorar las condiciones de vida en un centenar de grandes centros urbanos de América Latina, África, Asia y Oceanía. Ambas expresiones son respuestas al hambre y la crisis ambiental, rostros del naufragio humano anunciado.
Las reivindicaciones sociales y ambientales resurgen en iniciativas y comienzan a recuperar centralidad en la agenda pública. La necesidad de un cambio urgente que reduzca la contaminación y el riesgo de volver, pasada la pandemia y los temores a rebrotes, a la verdadera a-normalidad: la anterior al coronavirus.
Salir de la pandemia con alternativas de futuro es premisa del “Manifiesto 2020” presentado en Suiza por referentes de la ciencia, el sindicalismo, el ambientalismo y el arte.
Además de consolidar prejuicios, el coronavirus causó en el último mes pérdidas por 50 mil millones de dólares en la economía mundial. La merma en la actividad también demostró los grados de contaminación que conllevan las industrias y la fragilidad e inequidades de la globalización.
El movimiento ambientalista ocupó las sedes suizas de las transnacionales de la alimentación que, denuncian, “destruyen el planeta”. Cargill, en la mira.
Florencia Lampreabe es politóloga y candidata a diputada nacional por el Frente de Todos. ¿Se puede llevar adelante una agenda ambiental del campo nacional y popular?
"Desde el Eco-Peronismo nos proponemos realizar una Re-actualización Doctrinaria que vuelva a poner en el centro del debate militante las ideas que el máximo líder del Justicialismo elaboró en torno al problema ambiental y ecológico". Por el Pájaro Koenig.
Recientemente vienen publicándose algunos artículos en medios de comunicación argentinos y bolivianos de tirada nacional, que intentan demostrar que Evo Morales, al igual que Jair Bolsonaro, debería ser juzgado por un Delito de Lesa Humanidad relacionado con el de genocidio: el Ecocidio. ¿Son comparables las políticas ambientales, económicas y sociales de ambos gobiernos?
El fuego que arrasa la Amazonia revela un entramado político y económico con claros ganadores y perdedores. Mientras tanto, devora un área forestal equivalente al 5 por ciento de la superficie terrestre, con la quinta parte de las reservas mundiales de agua dulce. Allí viven tres millones de personas y una fauna y flora únicas por su diversidad.