4 años de la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez: “Vidal fue la gran responsable política”

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4 años de la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez: “Vidal fue la gran responsable política”

02 Agosto 2022

Por Juan Borges

Este 2 de agosto se cumplen cuatro años de la trágica explosión sucedida en la Escuela EP 49 de la localidad de Moreno donde fallecieron los docentes Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. La comunidad educativa sigue señalando como principal responsable a la ex gobernadora María Eugenia Vidal. AGENCIA PACO URONDO dialogó con el secretario general de Suteba, seccional Moreno, Jesús Espíndola, que reflexionó sobre  el pedido de justicia.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Quiénes eran Sandra y Rubén?

Jesús Espíndola: Sandra Calamano y Rubén Rodríguez fueron dos trabajadores de la educación comprometidos con la educación pública como máxima representación del Estado en la localidad de Moreno. En definitiva, dos defensores de la escuela pública en cualquier circunstancia que fuera necesario, mantuvieron esa coherencia hasta el último instante de sus vidas.

APU: ¿Cómo fueron los hechos aquel 02 de agosto de 2018?

J.E.: Ese día explota la escuela por una pérdida de gas en una de sus aulas generando la muerte de Sandra y Rubén. Si nos quedáramos solo con esa imagen no estaríamos viendo la película completa de lo que significó el vaciamiento de la escuela pública durante la gestión del gobierno de Cambiemos con Mauricio Macri como figura principal y la gobernadora María Eugenia Vidal quien es la principal responsable política.

El consejo escolar de Moreno había sido intervenido en octubre de 2017, esa intervención fue el reflejo de la política de vaciamiento y desidia que fue generada desde el propio Estado hacia las instituciones educativas. La situación de la escuela 49 no es aislada. No fue un hecho que no se haya anticipado desde la propia escuela haciendo denuncias sobre la situación edilicia y de perdida de gas.

APU: ¿Cómo respondió la comunidad después del crimen de Sandra y Rubén?

J.E.: Después del asesinato de Sandra y Rubén en un contexto laboral, la comunidad apoyo desde el principio los reclamos, sin embargo, las autoridades políticas nunca se apersonaron ya sea Gabriel Sánchez Zinny ni mucho menos la gobernadora María Eugenia Vidal para acompañar ni dar explicaciones a la comunidad. Nunca dieron la cara ni tampoco se hicieron cargo de la situación. Esa situación genero un pedido de respuestas, además pidiendo seguridad en los establecimientos educativos de todo el partido de Moreno.

APU: ¿Hubo causas políticas en aquel suceso trágico?

J.E.: Los responsables materiales fueron el gasista Christian Ricobene, el interventor del Consejo Escolar de ese entonces puesto por María Eugenia Vidal, Sebastián Nasif. Pero también hubo responsables políticos; la máxima autoridad de escuelas en la provincia de Buenos Aires Gabriel Sánchez Zinny y la gobernadora María Eugenia Vidal. Ambos responsables de haber realizado una intervención en Moreno y ese proceso llevo al vaciamiento. Todo el proceso implicó el desfinanciamiento de la educación pública.

APU: ¿Qué implica el neoliberalismo para la educación pública?

J.E.: El neoliberalismo tanto en la educación como en otros aspectos de la vida de un pueblo implica una reducción del Estado básicamente. Implica un retroceso del aparato estatal, del financiamiento, del sostén de todos aquellos resortes. En este marco, es importante señalar que el último reducto de lo publico en las comunidades de toda la provincia de Buenos Aires es la escuela. Nosotros durante los 90 y durante la gestión de Macri y Vidal vivimos como el neoliberalismo se apoderó del aparato del Estado para desfinanciarlo y reducirlo con un criterio de economizar recursos materiales y económicos. Lo cual se ve reflejado en la salud, en la seguridad, en la educación. Lamentablemente aquí en Moreno lo sufrimos en carne propia viendo como vaciaban las escuelas y las abandonaban. Lamentablemente nos tocó de lleno con las pérdidas de dos compañeros Sandra y Rubén.

APU: ¿Qué fue “el Morenazo”?

J.E.: En el año 2018 se vivió un proceso único, complejo, heterogéneo donde diferentes actores de las comunidades educativas, docentes, vecinos, sindicatos, organizaciones sociales y políticas de carácter territorial confluimos en un proceso de movilización. Aquella experiencia conto con diferentes etapas, el acampe, el comité de crisis, la suspensión del dictado de clases hasta que no estuvieran las condiciones de seguridad garantizadas y el reclamo fuerte impulsado por la comunidad. Hasta el día de hoy seguimos funcionando como colectivo, un lugar donde lo común nos integra a todos. En este marco, con todo el dolor y la tristeza seguimos exigiendo justicia. Además, de seguir defendiendo la defensa educación pública que pertenece a los pibes que asisten día tras día a nuestras escuelas.