“La oportunidad del capital privado ya pasó”

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“La oportunidad del capital privado ya pasó”

15 Diciembre 2014

Por Rodrigo Lugones

El jueves 11 de Diciembre, a las 20 Hs. en la puerta de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en la ciudad de La Plata, se llevó adelante la fundación del Movimiento Industrialista Nacional. La Iniciativa, que comenzó con el Foro Naval Hipólito Buchard, hoy se completa con varios Foros que estudian todos los resortes económicos del país para crear un plan de pleno empleo y reindustrialización que busca sustituir importaciones y cambiar la matriz productiva de Argentina. Hablamos con uno de sus máximos referentes, el Ingeniero Ángel Cadelli, histórico militante de la resistencia del Astillero Rio Santiago.

APU: ¿Qué es y cuál es el objetivo de este "movimiento industrialista"?

Angel Cadelli: El objetivo es llegar a un plan de pleno empleo para la Argentina. Argentina en el año 74 llegó al pleno empleo, de la mano del peronismo. Entonces, con la base positiva que deja este ciclo kirchnerista, la idea es arrancar este movimiento para ir por más. En este momento tenemos 3 millones de desocupados en el país y estamos importando automóviles y mercaderías por 7 millones de puestos de trabajo. Deberíamos, parte de esos 7 millones, volcarlos dentro de las fronteras del país, darle pleno empleo a la Argentina, y aún en esa condición, seguiríamos importando por un equivalente de 4 millones de puestos de trabajo. Ya hemos hecho parte de los planes que han sido presentados a la presidenta de la nación, compañera Cristina Fernández. Y éste plan de pleno empleo, va a llevar un año y medio, dos años, así que veremos quién está en el poder o quienes son las fuerzas cercanas, aptas para recibirlo, porque es un plan para todo el país y para todas las corrientes nacionales.

APU: ¿Están incluidos y pensados todos los resortes de la economía nacional?

AC: Sí, nosotros no podemos ignorar que hemos tenido un pasado glorioso de la mano de las empresas del estado. Y tampoco podemos ignorar este mezquino presente donde las empresas privadas, con todo a favor: créditos blandos, un mercado interno en expansión, posibilidades de plataformas de exportación, lo único que hacen es crecer financieramente. No crecen productivamente, no toman los millones de trabajadores que tendrían que estar tomando. La oportunidad del capital privado ya pasó, la hora de la “burguesía nacional” ya pasó, las condiciones son óptimas en el país. Entonces, personajes como los de la Unión Industrial Argentina (que debería llamarse Unión Importadora Argentina, Rattazzi y cía, todos son importadores, ya que el 70% de los vehículos que se producen son importados), han tenido la oportunidad de su vida en ésta década. Pasamos de menos de 300 mil 0 Km por año, a más de 800 mil 0 Km, medio millón de vehículos extra que no se tradujeron en más puestos de trabajo, el crecimiento del negocio fue fruto del negocio de la importación, no de la producción. Lo mismo con otros rubros. Conocer lo que pasó es el punto de partida, y nuestro proyecto es cambiarlo todo, como decía German Abdala, todas éstas limitaciones, todas estas leyes que tanto nos preocupan las vamos a cambiar a todas, ésta correlación de fuerzas la vamos a modificar toda. En países como Venezuela hay un hambre real por la industria argentina, y pasa en toda la Patria Grande. Ésta crisis que están induciendo los yanquis en el petróleo para reventar a Irán, Rusia y Venezuela también  la están provocando con la soja, así como Venezuela tiene la necesidad de sustituir importaciones, dentro de no mucho tiempo va a pasarle a la Argentina. Porque la soja de los U$S 600 que alcanzó en algún momento, ahora está a menos de U$S 400. Esto significa menos recaudación. Nos están transfiriendo su crisis a nosotros. Y todos esos 7 millones de puestos de trabajo, ya no van a ser 7 millones, nuestro plan va a permitir que 3 millones de esos 7 se vuelquen acá, en la Argentina. No rechazamos la inserción de Argentina en el mundo, sino que establecemos un orden de prioridades, primero nuestro país, después la patria grande y después el mundo.

APU: Nadie podría estar en contra del pleno empleo y del desarrollo de la economía nacional, pero ¿cómo lograr fuerza política para llevar adelante éste plan que toca tantos intereses?

AC: Nosotros creemos que la cantidad, más temprano que tarde, se vuelve calidad. Creemos que todo este debate en contra de los Fondos Buitre, toda esta denuncia de las más de  4 mil cuentas ocultas en Suiza, son semillas que van sembrando conciencia en la masa del pueblo argentino. Creemos profundamente que el verdadero protagonista de la historia es el pueblo argentino, más allá de los liderazgos, que circunstancialmente marcan una u otra época. Nuestra apuesta es una apuesta a la masa, es una apuesta a ir por todo. No somos unos más en América Latina. Los médicos peruanos se han recibido en nuestras universidades gratuitas, en toda la Patria Grande se ha estudiado con los libros baratos de Eudeba. Los compañeros que construyeron el socialismo del Siglo XXI en Venezuela son compañeros nuestros, entre los cuales hay montones de refugiados del terrorismo de estado (es por eso que la idea que tiene el venezolano es que el argentino medio es mucho más revolucionario de lo que muchas veces es). En el museo de la Revolución en Cuba está la reforma del 18 de los Radicales. En Brasil, Petrobras está creada a imagen y semejanza de la YPF de Mosconi e Yrigoyen.  Todo éste enorme prestigio, el de lo más digno de nuestra historia, está siendo alentado fronteras afuera. Quieren vernos ir por todo, necesitan de las empresas del estado argentino. Porque en ningún otro país de la región el estado fue tan buen empresario como lo fue aquí. Fabricó aviones, automóviles, centrales atómicas, barcos, y todo eso es parte del Movimiento Industrialista Nacional.