Déficit habitacional: "En ciertos lugares, el precio del suelo creció hasta 10 veces"

Déficit habitacional: "En ciertos lugares, el precio del suelo creció hasta 10 veces"

17 Septiembre 2015

Por Boris Katunaric

Agencia Paco Urondo: En la campaña presidencial, algunos candidatos, específicamente Sergio Massa y Daniel Scioli, están hablando de la posibilidad de habilitar un millón de créditos hipotecarios. ¿Es posible?

Raúl Fernández Wagner: Hay que hacer una diferenciación. Si es un millón de créditos de vivienda lo más probable es que sea vivienda para las clases medias, algo similar al PRO.CRE.AR. Otra cosa son viviendas para sectores que no la podrían pagar o costear con su salario, por lo cual necesitaría un subsidio relativamente alto dentro del precio de la vivienda, como es el caso de los FONAVI y varios de los planes federales.

APU: ¿Es posible un plan tan ambicioso? 

RFW: Las promesas de seguir construyendo vivienda es una solución y es un problema al mismo tiempo. Obviamente para una familia es una solución. Pero, como método, es complejo porque este es un tipo de política que aporta mucho dinero en el espacio urbano en la forma de casas pero es un tipo de Estado que no regula los mercados. Es paradójico siendo un gobierno progresista que no se regule el mercado del suelo y el propio mercado de la vivienda.

La pregunta es con qué suelo se gestiona para hacer esas viviendas. Además es muy escaso el suelo público con lo cual hay que salir a comprar suelo en el mercado. En lo que hemos asistido en estos últimos 10 años, con una política positiva de vivienda y de inversión pública se dio un alza del precio espeluznante. Por lo menos 10 veces creció el precio del suelo en ciertos lugares.

Entonces no hay suelo, dicho entre comillas. Ahí empiezan las penurias serias del tema. El alza exponencial del suelo hace que el Estado no pueda llegar a resolver el problema porque va a tener una masa de población desplazada por los procesos especulativos del suelo.

Esto hace que, paradójicamente, cuando en un proceso como este: más casas se han construido y más se ha incrementado la desigualdad socioespacial.

En el caso de los alquileres hay una crisis para las clases medias. Los matrimonios jóvenes están pagando alquileres altísimos, pero además hay una crisis de alquileres en el mercado informal: todas las nuevas ocupaciones que se registran, la mayoría, es vivienda en alquiler. Las villas crecen por alquiler, los viejos villeros se transformaron en "pequeños capitalistas" de la renta. Eso es por no regular los mercados.

APU: ¿Ese millón de casas que se propone da cuenta de la cifra actual del déficit habitacional?

RFW: En el fondo no es un problema de número, si bien existe un número, pero la esencia del problema no es el número. Viviendas hay, el ejemplo más claro es el de la ciudad de Buenos Aires: el último censo dio 341.000 viviendas vacías. Ahí tenemos una enorme discusión técnica entre la universidad Di Tella y el macrismo sobre cómo pregunta el censista, etc.

Nosotros estamos con problemas de suelo y está lleno de suelo de engorde en todas las periferias de la ciudad, aparte de otro problema particular que ha agravado más el tema que es el fenómeno de los barrios cerrados que cambió toda la ecuación de acceso al suelo de los sectores populares.

Antes, un trabajador se compraba un lotecito en cuotas en un barrio de periferia y se construía su casita, eso ya no existe más. Ahora esa población entra al suelo por el mercado informal, tómense la molestia de ir un día a ver las tomas que están sucediendo en el conurbano, incluso en zonas inundables.

Este último censo dio como resultado 2.500.000 viviendas vacías, uno puede suponer que una parte son segundas viviendas, viviendas de veraneo, etc. El resto son viviendas que permanecen vacías.

En general, los Estados tienen una política al respecto porque se supone que no usar una propiedad genera un daño social. El espacio urbano tiene una particularidad muy grande que es que lo que uno no usa o las formas que uno especula va a repercutir negativamente sobre el resto de la sociedad.

Argentina y Brasil y otros países de la región estamos en un contexto que llamamos neodesarrollismo: gobiernos populares con una preocupación social importante, con un conjunto de políticas sociales muy destacadas. Hoy, en Argentina una familia no está tan desamparada como antes, ahora tiene ingresos directos e indirectos que antes no tenía, menos la propiedad, menos el suelo urbano, menos la cuestión de la vivienda. Entonces el gobierno construye viviendas como obra pública, para activar la economía, para generar mayor empleo pero no regula ningún mercado. Entonces tenemos un desastre urbano en todo el país.

El mismo estado queda, muchas veces, prisionero. Está lleno de intendentes que reciben un cupo y dicen: ¿dónde las ponemos? Lo que necesitamos es complementar eso con políticas públicas que corten el proceso especulativo: si alguien tiene un departamento en pleno centro y no lo usa, lo normal es que se le eleve progresivamente un impuesto hasta que el tipo lo ponga en el mercado. Cuando eso pase los alquileres bajan.

* Entrevista realizada en Basta de Zonceras (versión radial de APU) por AM 740 Radio Rebelde.