Mendoza: sancionan portal por “agredir al género femenino”

Mendoza: sancionan portal por “agredir al género femenino”

21 Noviembre 2011

Publicado en Revista 23, por Eva Guevara I El portal de noticias Mdzol provee periódicamente de distintas dosis de humor en una sección denominada El Mendolotudo. Semanas atrás, objeto de chanza fueron las mujeres en una columna titulada “Lo que el feminismo nos legó”. La nota causó consternación y reclamo entre algunos lectores porque más allá de estar enunciada desde el lugar del sarcasmo, era notable la violencia del lenguaje azuzado por la histórica concepción de subordinación de la mujer en la sociedad.

Hubo cuestionamientos al Director de ese medio por parte de la Secretaría de Género de la CTA más otras mujeres y grupos que también quisieron hacer llegar su rechazo a la publicación de una nota que contradecía los términos de una Ley que es toda una conquista para las mujeres argentinas: se trata de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contras las Mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales.

En instancia formal, la delegación local del INADI se abocó al asunto encomendando al medio que levantase dicho contenido en virtud de lo dispuesto por la ley, es decir, por las expresiones de violencia contra la condición femenina. La coartada del humor, no duró mucho ya que días después el portal publicó una extensa respuesta de índole político-jurídica acusando al INADI de gestionar una gran burocracia al servicio de la censura y el fascismo propio de una dictadura K.

La corrupción del lenguaje

La relación entre la tolerancia a las expresiones que libremente circulan sobre gays, mujeres, personas de color, con discapacidad, judíos, bolivianos, etc. y los cambios que a nivel social y cultural pueden hacerse en la matriz de discriminación es uno de los grandes temas de la democracia argentina actual. Una buena noticia sería que las empresas de comunicación social tuviesen la actitud de implicarse en el cambio, es decir, en la recomposición de los contenidos de expresiones que producen violencia y por ende, ayudan a reproducirla en detrimento de los que son objeto de discriminación.

Este principio general está plasmado en la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se enmarca en el respeto a los derechos humanos en general. No es el caso de Mdzol –propiedad del empresario de publicidad Orlando Terranova- . La actitud que ha tenido para con el INADI rebasa cualquier expectativa en este sentido.

Sin ser muy evidente, la preocupación de ese medio acerca de la libertad de expresión que ejerce y le asiste, remite al intento por crear una suerte de histeria colectiva según la cual los fachos están siendo aborrecidos por zurdos que ejercen el poder como en dictadura. Y atención, porque toda medida adoptada por el INADI será interpretada como resultado del ejercicio del fanatismo y ansias de opresión en desmedro de quienes encabezaron una historia de luchas para poder tener un país con “libertad de prensa”. En realidad, está planteado en suavizados términos porque para la troupe de seguidores del Mendoludo todo se reduce a “esos forros del Inadi que sólo están para justificar un sueldo”.

Si éste gobierno prometiese sólo una moderada evolución de las virtudes y defectos más o menos conocidas de los mendocinos, -según estudios realizados la sociedad mendocina tiene altos índices de discriminación- nos habríamos ahorrado este problema con la libertad de prensa, parece seguirse de esta pobre forma de razonar. No obstante, el argumento liberal es de corto aliento cuando de lo que se trata es de reclamar libertad para discriminar.

Por qué reclamamos

Desde la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA -Central de Trabajadores de la Argentina- se hizo llegar el siguiente reclamo a la dirección de Mdzol.com: “Deseamos poner en su conocimiento, en tanto Director de la publicación on-line, algunas consideraciones que pueden ser de utilidad a la hora de la definición de la línea editorial y del resguardo de las conquistas ciudadanas de las mujeres, las que resultan totalmente desconocidas en la nota que motiva “Lo que el feminismo nos legó.”

“En primer lugar el feminismo es un concepto que abarca a los diferentes movimientos de liberación de las mujeres, éstos han sido históricamente diversos, con demandas diversas, y han generado pensamientos, conceptos, teorías y acciones, prácticas concretas e intervenciones políticas. Ninguna de ellas involucra las referencias a las que hace mención el artículo citado en términos de “balance sobre lo que se ganó y lo que se perdió”, a saber, “la relación futbol testosterona”, “las abuelas”, “las muchachitas de barrio”, “la pelea como privilegio de género” y “la femineidad”.
 
 En segundo lugar, que en nuestro país existen corpus legales que evidencian y actualizan los cambios, graduales, sin dudas, ligados a transformaciones socioculturales orientadas a erradicar las diferencias de género, entendiendo por estas a todas las fijaciones de características masculinas tomadas como parámetros de concepciones humanas y como referencias que han institucionalizado la desigualdad en perjuicio de las mujeres y la violencia hacia las mismas. Expresado en otros términos, todos los avances en la legislación argentina reciente combaten los roles estereotipados de género que utilizan como coartada las diferencias biologías para atribuir a varones y mujeres cualidades diferenciadas, las que históricamente han actuado en perjuicio de las mujeres”.
 
 “Sin embargo, a pesar de tantos avances legales, persisten inequidades, desigualdades y violencias, todas ellas ligadas a sistemas jerárquicos de relaciones entre varones y mujeres y a las formas culturales en que se reproducen ésas diferencias y jerarquías (las que como ya dijimos no constituyen ninguna diferencia natural). En ese sentido sería muy extenso aquí mencionar las acciones de gobierno de los últimos años orientadas a conquistar una vida sin violencia y a luchar contra la reproducción de estos estereotipos”.
 
“La nota citada, que repudiamos por su contenido sexista y agraviante hacia las mujeres de todas las edades y condición social, hacia diferentes aspectos de sus vidas, principalmente los que involucran su sexualidad, resulta además pasible de ser encuadrada en los términos de la Ley 26.485, que previamente citamos, que incluye entre sus objetivos “la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres” y que tipifica las formas de la violencia contra las mujeres incluyendo entre ellas la “violencia simbólica”. A ese tipo de violencia lo define como “la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
 
 “Como podrá apreciar, la ley (para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) es amplia e incluye el contenido de la nota publicada, la que resulta en una balance falaz y engañoso, que desconoce los términos de un debate y de una lucha histórica, a la vez que apela al humor como coartada para ocultar el contenido de violencia que produce y reproduce”.
 
“Sin dudas, como hemos sostenido persisten inequidades y desigualdades, y las mujeres, desde los diversos ámbitos de acción trabajamos para que estas inequidades y desigualdades vayan siendo eliminadas por formas de convivencia, en espacios públicos y privados, basadas en la solidaridad y el respeto entre varones y mujeres. Ese trabajo es arduo, cotidiano, sostenido con dificultades y enfrentando los obstáculos que supone una “batalla cultural”, e involucra sobre tareas de difusión, de docencia y de sensibilización con las temáticas que reproducen la violencia contra las mujeres. Ese es el objetivo de esta comunicación formal, ponerlo en conocimiento de los avances en la normativa Argentina en términos de ciudadanización de las mujeres, invitarlo a que desde el medio de comunicación que Usted dirige se sume a esta batalla cultural y que pueda, junto a quienes escriben la nota, reflexionar sobre el contenido violento de la misma y sobre la amplificación de los estereotipos de género que genera en los y las jóvenes que lo leen”.
 
 “Todos y todas, desde nuestros diferentes lugares de trabajo podemos contribuir a una democracia de mejor calidad, y esa democracia empezará a ser realidad cuando las mujeres puedan vivir una vida sin violencia, elegir libremente las actividades que desean desarrollar, caminar por la calle sin ser objeto de burla o de risas, compartir las responsabilidades domésticas y de crianza con sus compañeros, etc. etc. Trabajamos en ese sentido y lo invitamos a sumarse retirando la nota del diario y enviando a las mujeres las disculpas correspondientes”.
 

Mendoza: sancionan portal por “agredir al género femenino”
El portal de noticias Mdzol provee periódicamente de distintas dosis de humor en una sección denominada El Mendolotudo. Semanas atrás, objeto de chanza fueron las mujeres en una columna titulada “Lo que el feminismo nos legó”. La nota causó consternación y reclamo entre algunos lectores porque más allá de estar enunciada desde el lugar del sarcasmo, era notable la violencia del lenguaje azuzado por la histórica concepción de subordinación de la mujer en la sociedad.
Hubo cuestionamientos al Director de ese medio por parte de la Secretaría de Género de la CTA más otras mujeres y grupos que también quisieron hacer llegar su rechazo a la publicación de una nota que contradecía los términos de una Ley que es toda una conquista para las mujeres argentinas: se trata de la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contras las Mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales.
En instancia formal, la delegación local del INADI se abocó al asunto encomendando al medio que levantase dicho contenido en virtud de lo dispuesto por la ley, es decir, por las expresiones de violencia contra la condición femenina. La coartada del humor, no duró mucho ya que días después el portal publicó una extensa respuesta de índole político-jurídica acusando al INADI de gestionar una gran burocracia al servicio de la censura y el fascismo propio de una dictadura K.
La corrupción del lenguaje
La relación entre la tolerancia a las expresiones que libremente circulan sobre gays, mujeres, personas de color, con discapacidad, judíos, bolivianos, etc. y los cambios que a nivel social y cultural pueden hacerse en la matriz de discriminación es uno de los grandes temas de la democracia argentina actual. Una buena noticia sería que las empresas de comunicación social tuviesen la actitud de implicarse en el cambio, es decir, en la recomposición de los contenidos de expresiones que producen violencia y por ende, ayudan a reproducirla en detrimento de los que son objeto de discriminación.
Este principio general está plasmado en la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se enmarca en el respeto a los derechos humanos en general. No es el caso de Mdzol –propiedad del empresario de publicidad Orlando Terranova- . La actitud que ha tenido para con el INADI rebasa cualquier expectativa en este sentido.
Sin ser muy evidente, la preocupación de ese medio acerca de la libertad de expresión que ejerce y le asiste, remite al intento por crear una suerte de histeria colectiva según la cual los fachos están siendo aborrecidos por zurdos que ejercen el poder como en dictadura. Y atención, porque toda medida adoptada por el INADI será interpretada como resultado del ejercicio del fanatismo y ansias de opresión en desmedro de quienes encabezaron una historia de luchas para poder tener un país con “libertad de prensa”. En realidad, está planteado en suavizados términos porque para la troupe de seguidores del Mendoludo todo se reduce a “esos forros del Inadi que sólo están para justificar un sueldo”.
Si éste gobierno prometiese sólo una moderada evolución de las virtudes y defectos más o menos conocidas de los mendocinos, -según estudios realizados la sociedad mendocina tiene altos índices de discriminación- nos habríamos ahorrado este problema con la libertad de prensa, parece seguirse de esta pobre forma de razonar. No obstante, el argumento liberal es de corto aliento cuando de lo que se trata es de reclamar libertad para discriminar.
Por qué reclamamos
Desde la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA -Central de Trabajadores de la Argentina- se hizo llegar el siguiente reclamo a la dirección de Mdzol.com: “Deseamos poner en su conocimiento, en tanto Director de la publicación on-line, algunas consideraciones que pueden ser de utilidad a la hora de la definición de la línea editorial y del resguardo de las conquistas ciudadanas de las mujeres, las que resultan totalmente desconocidas en la nota que motiva “Lo que el feminismo nos legó.”

“En primer lugar el feminismo es un concepto que abarca a los diferentes movimientos de liberación de las mujeres, éstos han sido históricamente diversos, con demandas diversas, y han generado pensamientos, conceptos, teorías y acciones, prácticas concretas e intervenciones políticas. Ninguna de ellas involucra las referencias a las que hace mención el artículo citado en términos de “balance sobre lo que se ganó y lo que se perdió”, a saber, “la relación futbol testosterona”, “las abuelas”, “las muchachitas de barrio”, “la pelea como privilegio de género” y “la femineidad”.
 
 En segundo lugar, que en nuestro país existen corpus legales que evidencian y actualizan los cambios, graduales, sin dudas, ligados a transformaciones socioculturales orientadas a erradicar las diferencias de género, entendiendo por estas a todas las fijaciones de características masculinas tomadas como parámetros de concepciones humanas y como referencias que han institucionalizado la desigualdad en perjuicio de las mujeres y la violencia hacia las mismas. Expresado en otros términos, todos los avances en la legislación argentina reciente combaten los roles estereotipados de género que utilizan como coartada las diferencias biologías para atribuir a varones y mujeres cualidades diferenciadas, las que históricamente han actuado en perjuicio de las mujeres”.
 
 “Sin embargo, a pesar de tantos avances legales, persisten inequidades, desigualdades y violencias, todas ellas ligadas a sistemas jerárquicos de relaciones entre varones y mujeres y a las formas culturales en que se reproducen ésas diferencias y jerarquías (las que como ya dijimos no constituyen ninguna diferencia natural). En ese sentido sería muy extenso aquí mencionar las acciones de gobierno de los últimos años orientadas a conquistar una vida sin violencia y a luchar contra la reproducción de estos estereotipos”.
 
“La nota citada, que repudiamos por su contenido sexista y agraviante hacia las mujeres de todas las edades y condición social, hacia diferentes aspectos de sus vidas, principalmente los que involucran su sexualidad, resulta además pasible de ser encuadrada en los términos de la Ley 26.485, que previamente citamos, que incluye entre sus objetivos “la remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres” y que tipifica las formas de la violencia contra las mujeres incluyendo entre ellas la “violencia simbólica”. A ese tipo de violencia lo define como “la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
 
 “Como podrá apreciar, la ley (para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres) es amplia e incluye el contenido de la nota publicada, la que resulta en una balance falaz y engañoso, que desconoce los términos de un debate y de una lucha histórica, a la vez que apela al humor como coartada para ocultar el contenido de violencia que produce y reproduce”.
 
“Sin dudas, como hemos sostenido persisten inequidades y desigualdades, y las mujeres, desde los diversos ámbitos de acción trabajamos para que estas inequidades y desigualdades vayan siendo eliminadas por formas de convivencia, en espacios públicos y privados, basadas en la solidaridad y el respeto entre varones y mujeres. Ese trabajo es arduo, cotidiano, sostenido con dificultades y enfrentando los obstáculos que supone una “batalla cultural”, e involucra sobre tareas de difusión, de docencia y de sensibilización con las temáticas que reproducen la violencia contra las mujeres. Ese es el objetivo de esta comunicación formal, ponerlo en conocimiento de los avances en la normativa Argentina en términos de ciudadanización de las mujeres, invitarlo a que desde el medio de comunicación que Usted dirige se sume a esta batalla cultural y que pueda, junto a quienes escriben la nota, reflexionar sobre el contenido violento de la misma y sobre la amplificación de los estereotipos de género que genera en los y las jóvenes que lo leen”.
 
 “Todos y todas, desde nuestros diferentes lugares de trabajo podemos contribuir a una democracia de mejor calidad, y esa democracia empezará a ser realidad cuando las mujeres puedan vivir una vida sin violencia, elegir libremente las actividades que desean desarrollar, caminar por la calle sin ser objeto de burla o de risas, compartir las responsabilidades domésticas y de crianza con sus compañeros, etc. etc. Trabajamos en ese sentido y lo invitamos a sumarse retirando la nota del diario y enviando a las mujeres las disculpas correspondientes”.