Fabián Domínguez: "En el interior del país hay muchos pactos de silencio sobre lo que fue la represión militar"

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Fabián Domínguez: "En el interior del país hay muchos pactos de silencio sobre lo que fue la represión militar"

09 Febrero 2021

Por Enrique de la Calle

Fabián Domínguez es profesor de Historia, con una maestría en Historia Contemporánea (Universidad Gral. Sarmiento), que está en su tramo final. Con los alumnos de las escuelas donde da clases realiza documentales sobre historias recientes, muchos vinculados a Pilar o estrictamente a Del Viso, la localidad donde vive actualmente. A lo largo de su vida publicó libros sobre distintas temáticas, pero todos relacionados con los derechos humanos. Entre ellos, se pueden mencionar: Bitácora de un clandestino, la primera biografía sobre Rodolfo Walsh, publicado cuando trabajaba como periodista en el diario La hoja, de San Miguel. En coautoría con Alfredo Sayus, publicó La sombra de Campo de Mayo sobre la maternidad clandestina de Campo de mayo; Apuntes del horror, sobre la década del 70 en el distrito de Hurlingham, donde se produjo el asesinato de los primeros militantes montoneros; también escribieron en coautoría un libro inédito sobre los ferroportuarios y los desaparecidos estrictamente de ese gremio en el puerto de Buenos Aires. Domínguez también es autor de Los aviones negros (2017), La historia del Partido de la Costa (2018) y Tierra de sombra (2019).

Durante la cuarentena, armó una publicación digital llamada Cuadernos del encierro, una recopilación de 11 artículos más una serie de crónicas en la que relata su situación de encierro. Tal como describió el autor: “Es un archivo en formato PDF que decidí regalarlo a contactos amigos y enemigos, y tiene que ver con mi situación de encierro. Allí cuento cómo lo viví, aunque no expongo mi vida privada, si no que tiene que ver con cómo viví este momento en que escribo ese artículo y el porqué de ese artículo. Son 11 artículos más las pequeñas crónicas que voy contando de cada mes, con lo cual serian 12 momentos distintos que completaría el plazo de un año”.

En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Fabián Domínguez hace un recorrido por algunos de sus libros en los que aborda temas complejos y dolorosos para la sociedad argentina, pero de relevancia histórica como lo son los vuelos de la muerte, pero sobre todo rescata hechos locales de una pequeña comunidad e indaga sobre cómo fue la represión estatal en el interior del país, sobre todo, en la costa atlántica.

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Los aviones negros (Editorial Las Cuarenta, 2017)

El proceso de escritura

"Publiqué Los aviones negros en el 2017, y trata sobre los vuelos de la muerte, pero desde una mirada que sale del centro y va a la periferia. Los vuelos de la muerte, se sabe, tenían como resultado desaparecidos arrojados al Río de la Plata, al Mar Argentino e incluso en el Delta del Paraná. De hecho, acaba de abrirse una causa judicial investigando los casos del Delta que nunca se habían investigado. Este libro, además, tiene la impronta de haberse escrito en el Partido de la Costa y no desde otro lugar. Un lugar que, además, tiene sus propios desaparecidos: Luis María Satragno, el primo de Pinky, quien nunca habló de esto. Este muchacho fue periodista del diario La Nación durante 7 años y fue secuestrado junto a su cuñada. El 7 de junio, Día del Periodista, se colocó una placa recordatoria. Estaban escondidos porque había habido un operativo muy grande en diciembre del 77, Operativo “Escoba”, donde secuestraron una gran cantidad de dirigentes del Partido Comunista Leninista, y en Necochea, Mar del Plata y Mar de Ajó se producen los secuestros posteriores". 

Cuerpos en el mar

"Para escribir este libro me situé en el Partido de la Costa, y partí de la pregunta de por qué los cientos y cientos de desaparecidos arrojados al mar desaparecieron, tragados por el mar o por los peces, desintegrados. Sin embargo, hubo condiciones meteorológicas que ocasionaron que algunos cuerpos terminaran en la costa, al principio en la costa uruguaya, y más adelante en la costa argentina, específicamente en Pinamar y Villa Gesell. De hecho, están enterrados en cementerios de la zona como el Cementerio de General Lavalle, en el de General Pueyrredón, en el de Villa Gesell, e incluso también en el Río de la Plata. Es decir, estamos hablando de la costa atlántica, pero en el Río de la Plata también hay algunos lugares donde aparecieron cuerpos como en Punta Indio, por ejemplo, razón por la que el cementerio de Magdalena tiene restos encontrados en las playas.

Cuando pregunté a la gente de la costa si había desaparecidos en la zona, obtuve una respuesta inmediata. Efectivamente, había un desaparecido y se llama Darío Jerez, que fue secuestrado y desaparecido en plena democracia, en septiembre de 2001. Un hecho político que actualmente continua vigente, ya que se sigue reclamando por la aparición con vida en una marcha que se realiza los meses de septiembre. En ese momento gobernaba el radicalismo y este hecho está vinculado a la gente del gobierno. De hecho, hay un juicio con algunos imputados. Es decir, es como si no hubiera habido desaparecidos durante la dictadura en el Partido de la Costa. Por lo tanto, hubo que remar un poco porque ni siquiera hablaban de los cuerpos.

Hace falta mucho trabajo de investigación en el interior porque hay muchos pactos de silencio sellados por el miedo y recién ahora hay generaciones nuevas que desoyen esos pactos. Un caso emblemático es el del Cementerio del General Lavalle, que desde el 2017 es considerado sitio de memoria. Esto fue posible gracias a un grupo de chicos del colegio secundario que investigaron tomando mi libro como material y un montón de cosas más e impulsó un proyecto de ordenanza en el Consejo Deliberante para que sea considerado sitio de memoria. Se armó una sesión pública fuera del juzgado para que asistieran los vecinos, los alumnos, autoridades, entre otros. Fue un hecho inédito". 

Un poco de historia

"El Partido de la Costa tiene una situación particular: nace hacia 1978 como un capricho de la dictadura. Este partido pertenecía a General Lavalle, un territorio inmenso dedicado a tareas agrícolas, por lo que entendían que las playas eran un lugar que no generaban ningún tipo de ganancia, sino que todo el distrito tenía que bancar a estas localidades balnearias que solamente podían rendir en el verano. Entonces, haciendo lugar a ese reclamo civil de los terratenientes, la dictadura decidió crear los partidos urbanos y así nacen los partidos urbanos Villa Gesell y Pinamar –desprendimientos del General Pueyrredón–, el partido urbano Monte Hermoso y el partido urbano de la costa o, mejor dicho, los municipios urbanos de la costa dependientes de General Lavalle.

En dictadura, entonces, estos se transforman en partidos para que sus habitantes puedan votar porque la figura jurídica de municipio urbano no existía, con lo cual los habitantes eran de General Lavalle. Luego, pasaron a ser un municipio nuevo con 100 km de largo y 2 kilómetros de ancho, es decir 20 cuadras, desde la ruta 11 al mar. Estas características hacen que no puedan tener industrias, ganadería, agricultura y cementerio debido a sus condiciones geográficas. Esta situación ocasionaba que todos los cuerpos que aparecían en las playas terminaran enterrados en General Lavalle, aunque sus habitantes consideraban que no era un problema de ellos, y a su vez, la gente del Partido de la Costa entendía que tampoco era un problema de ellos, sino que era un problema del mar que había vomitado los cuerpos en las playas.

Cuando hablamos del Partido de la Costa, las localidades más fuertes y donde aparecen estos cuerpos son: San Clemente, bien al norte, específicamente donde termina el Río de la Plata y empieza el mar argentino. En el centro está Santa Teresita, y al sur, Mar de Ajó. Estas son las tres localidades principales, aunque hay que aclarar que entre ellas hay otras localidades como Las Toninas, Mar del Tuyú –cabecera del distrito– Aguas Verdes, Costa del Este, San Bernardo y Nueva Atlantis, que nace ya en democracia. Son 14 localidades en total. Los casos más recordados son los cuerpos aparecidos en Santa Teresita, que fueron enterrados en el cementerio de General Lavalle, y que resultaron ser las primeras Madres de Plaza de Mayo, secuestradas el 8 de diciembre de 1977, en la Iglesia de la Santa Cruz. Por esto hay causa judicial y y es la primera condena a pilotos de vuelo de la muerte vinculados a la ESMA".

La recepción del libro

"En el 2017, en el Partido de la Costa se decidió hacer el Mes de la Memoria, y lo abrió la presentación de este libro el 19 de marzo de 2017. Se hizo en Costa del Este, en la casa de la gente que produjo el libro, quienes me convocaron. El evento tuvo total participación de vecinos y hubo algunas sorpresas, como la presencia de personas que viajaron especialmente para la presentación del libro, uno de ellos fue el sobrino de Luis María Satragno, su mamá también fue secuestrada ese día y él vio la captura, tenía meses y fue dejado en la casa de un vecino. Luego de la presentación fui invitado a algunas escuelas del Partido de la Costa, también al profesorado de Historia de Santa Teresita. Por lo tanto, tuvo muy buen movimiento y lo interesante es que los estudiantes de las nuevas generaciones se sientan convocadas por el tema.

En el Gran Buenos Aires también fue presentado en varios lugares como Tigre, Pilar, Quilmes. También en Córdoba me invitaron a presentarlo en escuelas, radios, centros de derechos humanos, por lo que estuve en Traslasierra, Los Hornillos, Mina Clavero, Villa Las Rosas, Villa Dolores, a partir de lo cual pude enterarme de que también hubo vuelos de la muerte en el interior del país, utilizándose los diques para arrojar los cuerpos. El más conocido es el caso el dique San Roque en Carlos Paz. Finalmente, el cierre de esta gira se hizo en el Congreso de la Nación, por invitación de la diputada Marcela Passo de General Lavalle". 

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Tierra de sombra (2019)

El proceso de escritura

"La escritura de este libro la hice en 15 días, por lo que claramente hubo un estado de emoción violenta. Es importante aclarar que este libro tiene como subtítulos postales de Campo de mayo y el terrorismo Estado. En relación a esto, resulta que el anterior presidente, el empresario ítalo-argentino Mauricio Macri, pretendía armar un parque nacional en Campo de Mayo, lo cual era, a todas luces, una locura porque es una zona militar y judicial porque causas judiciales en ese lugar. Evidentemente fue una provocación y, personalmente, no veía ninguna reacción por parte de los organismos de derechos humanos. Por lo tanto, hacia el mes de marzo de 2019, realicé una compilación de artículos propios que había escrito en el diario La hoja. Allí voy contando lo que sucede en Campo de Mayo desde 1956, con los fusilamientos en el levantamiento de Campo de Mayo, hasta el 1983 con las últimas muertes en ese lugar en época de dictadura". 

Historias sombrías

"La idea de Tierra de sombras es que se hable sobre casos de abogados, curas, adolescente, docentes, estudiantes, villeros, banqueros secuestrados y acusados de subversión económica. Este libro está compuesto por una selección de casos redactados en 18 artículos que se pueden leer autónomamente.

Uno de los casos que relato es el del soldado Daniel Palacios, que estaba haciendo el servicio militar en Puerta Santa Cruz, pero debido a la enfermedad de su madre, logran hacer su traslado a Campo de Mayo. Después de sufrir maltratos permanentes, que acostumbraban hacer los suboficiales, lo matan con movimientos vivos. Ni siquiera era un desaparecido, ni un secuestrado, la violencia institucional era enorme y aún hoy ese crimen sigue impune. Cuento también la historia del primer caso más o menos conocido de vuelos de la muerte que fue el “Negrito” Avellaneda. Allí narro la trastienda del Mundial 78, los detalles de la concentración de la Selección Argentina en el barrio Fino de José C. Paz. Estamos hablando de la Zona 4, el área que abarcaba Campo de Mayo, y por eso también está el caso del militante villero “Mantecol” Ayala, secuestrado en la ESMA, de donde se escapa dos veces. Incluso cuento la acción de la dictadura sobre la desaparición de universidades, específicamente en el sur, la Universidad de Comahue y otra en la zona de Luján. Esta última tenía una sede en José C. Paz, zona de influencia de Campo de Mayo, por lo que relato cómo nace y cómo hacen desaparecer esta institución. El último texto tiene que ver con el caso de Juan Carlos Escarpati, que fue secuestrado y estuvo en El Campito durante mucho tiempo hasta que logró escapar con vida. Fue el primer testimonio grande a nivel internacional sobre el funcionamiento de Campo de Mayo y El Campito. De hecho, su testimonio es esencial para las causas subsiguientes.

La publicación de este libro fue una manera de militar y presentarlo en distintos lugares permitió generar algún debate. En estas presentaciones nos reencontramos con Iris Avellaneda, mamá del militante desaparecido, quien me invitó a participar de una Comisión de sobrevivientes y amigos de Campo de Mayo, y estaba impulsando hacia el 2019, en el mismo momento de la presentación del libro, las entradas al Campito, es decir, era entrar en las entrañas del lugar con una autorización judicial. Este antecedente hizo que en el discurso de apertura, el nuevo presidente Alberto Fernández mencionara que Campo de Mayo era política de Estado en materia de derechos humanos y que junto a esto se generaría un espacio de memoria".

Campo de Mayo y los juicios virtuales de lesa humanidad

"En el 2020, a través de los juicios de lesa humanidad, Campo de mayo empieza a tener una repercusión importante. Al mismo tiempo, la situación de pandemia y cuarentena obligatoria generó que los juicios se empezaran a trasmitir por internet, y por lo tanto se hicieron más públicos y masivos, provocando esto que los juicios más importantes en relación a Campo de Mayo tuvieran una gran repercusión. Uno de ellos refiere a la inteligencia militar que secuestraba a los militantes montoneros que entraban al país en la contraofensiva en los años 1979/1980, mientras que el otro, hacia fin del año 2020, estuvo vinculado a los vuelos de la muerte desde Campo de Mayo. De todas formas, es importante aclarar que Campo de Mayo es una megacausa tan importante o más importante que la de la causa ESMA.

Desde el 2009 esta causa ha tenido sentencias. El primer caso es el del Negrito Avellaneda, que fue secuestrado en la zona de Munro, llevado a Villa Martelli junto con su madre, Iris Avellaneda, también secuestrada y torturada, y desde allí es trasladado a Campo de Mayo. Su cuerpo es arrojado al Río de la Plata en un vuelo de la muerte. Esto es parte del relato del libro Tierra de sombras. Asimismo, existe toda una serie de juicios vinculados a Campo de Mayo, por ejemplo, los juicios de delegados de fábricas como Cataño, Ford, Mercedes Benz, etc., específicamente a los grupos de tareas que salían de Campo de Mayo. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de más de una década de juicios. El año pasado la fiscal Gabriela Sosti, en el juicio por la contraofensiva en la última etapa del juicio, llevó adelante un alegato brillante que duró siete días donde hizo las acusaciones de los secuestros, torturas y desapariciones. En 2020 hubo 10 audiencias y fue intenso escuchar a los soldados. Además, la suma de esas declaraciones permitió ir armando el rompecabezas y desnudando el funcionamiento estratégico del Batallón de Aviación 601. La transmisión a través de YouTube de los juicios, que causó realmente una gran conmoción, generó una significativa democratización del accionar de la justicia".

La desidia, los aviones y la intervención del EAAF

"La negligencia y el lento accionar de la justicia hizo que pasaran más de cuatro décadas en las que muchos de esos aviones fueron desguazados, vendidos o expuestos en un desarmadero, mientras que otros están en la pista de aviación y no están preservados como prueba judicial.

La influencia de la década del 90 aportó una gran impunidad y los juicios se pudieron llevar adelante recién después del 2003/2004, cuando se derogan las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Además, claro, de la existencia de todo un sistema de complicidades que sigue vigente en las fuerzas militares, en la sociedad civil y en el mundo eclesiástico, que siguen defendiendo y justificando el accionar de los genocidas de esa época.

Por otro lado, fue muy difícil el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), ya que si bien la tecnología para detectar el ADN es extremadamente valiosa han tenido una ardua labor manual y tradicional en la identificación de los cuerpos a pesar del tiempo transcurrido. Lo novedoso y lo que permitió acelerar el trabajo del EAAF es la tecnología nueva, quizá no tanto la cuestión ADN, sino el análisis previo que tiene que ver con escanear un terreno detectando las zonas removidas, las durezas y tratar de identificar posibles lugares de entrenamientos. El Equipo puede trabajar en el presente porque están dadas las condiciones tecnológicas y judiciales. En este proceso es fundamental la participación de la justicia, dando lugar así a un sistema bastante complejo que permite develar la maquinaria de muerte que funcionó en Campo de Mayo desde su inicio, en 1905, por parte del General Roca. Es allí donde se establece el servicio militar obligatorio y se transforma en una unidad militar con un poder tan grande, capaz de generar los golpes de Estado que se sucedieron a partir de 1930".

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Proyectos actuales

"En marzo del 2020 decidí contar algo del lugar donde vivo, Pilar y Del Viso, situado a pocos kilómetros de la localidad de Fátima. Allí, el 20 agosto de 1976, se produjo la Masacre de Fátima, donde la Policía Federal, desde la sede de Coordinación Federal, distante a 60 km, trajo a 30 militantes peronistas hombres y mujeres, estudiantes, trabajadores, delegados de fábrica, profesionales, entre otros, vinculados con la JP y a la Juventud Universitaria Peronista con el fin de bajarlos del transporte, pegarles un tiro en la nuca y dinamitarlos. Un caso escandaloso que salió en tapa de todos los diarios sin importar su ideología. Mi trabajo, entonces, es poder contar y publicar el antes, el durante y el después de Fátima, que aún esta vigente porque faltan identificar personas. Además, me interesa saber quienes son los asesinados, su trayectoria, por qué los eligen a ellos.

Finalmente, la Masacre de Fátima me permite mostrar que es un botón más dentro de las masacres argentinas. Es un hecho que no nace de la nada, no es producto de una locura de un policía federal, sino que está directamente vinculado con la masacre del 56, con los fusilamientos de Aramburu y el Almirante Rojas, y de manera directa con la Masacre de Trelew. Leer este libro, entonces, permitirá un mayor entendimiento de estos sucesos, sabiendo que es el secreto mejor guardado de toda la dictadura".