Detienen al ex-jefe de inteligencia del Ejército

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Detienen al ex-jefe de inteligencia del Ejército

30 Junio 2012

En Télam I El jefe de Inteligencia del Ejército al momento del golpe de 1976, el general de división retirado Carlos Alberto Martínez, fue detenido por orden del juez federal Daniel Rafecas, imputado por delitos de lesa humanidad contra más de un millar de víctimas, entre ellas el ex delegado de Juan Perón, coronel Bernardo Alberte, asesinado en la madrugada del 24 de marzo de aquel año. Martínez fue apresado en su casa y trasladado a los tribunales federales de Retiro, donde fue indagado y se aprestaba a pasar la noche en prisión tras haber permanecido más de tres décadas indemne a numerosas denuncias por su rol, primero al frente de la Jefatura II(Inteligencia)del Ejército, y desde 1978 a 1983, como jefe de la SIDE.

Cuando en 1989 Carlos Menem asumió la Presidencia, puso al frente de la SIDE al periodista Juan Bautista "Tata" Yofre, quien a su vez nombró a Martínez director de la Escuela de Inteligencia del organismo.

La semana pasada, la justicia ya había allanado su domicilio, donde se encontró documentación relativa a sucesos de la época, como partes de inteligencia, en medio de un total desorden.

La misma acaso podría esclarecer el importante papel que se supone le cupo a Martínez en la intervención de los militares argentinos en Centroamérica y la conformación de los "contras" que lucharon contra el gobierno sandinista de Nicaragua desde Honduras a comienzos de los años '80, dijeron a Télam fuentes de la querella.

Martinez fue denunciado por la familia de Alberte, quien fue primero su edecán y luego su delegado personal durante el primer tramo de la dictadura del general Juan Carlos Onganía (1966-1970) para ser asesinado en momentos en que se consumaba el golpe de estado cívico-militar, en la madrugada del 24 de marzo de 1976.

"Alberte había sido un militar prusiano, muy exigente con sus subordinados, y había respondido con gran disciplina y encomianle voluntad a los requerimientos de un Perón exiliado, lo que le había hecho privilegiar a los sectores más combativos del movimiento y le había ganado el odio irreductible de los militares gorilas", dijo el escritor Teodoro Boot, un estudioso de la correspondencia entre Perón y Alberte.

Acaso por eso, Alberte fue uno de los primeros blancos de la "Operación Aries" como llamaron los golpistas al golpe militar. Alberte murió al ser arrojado por una de las ventanas del sexto piso de un edificio de La Recoleta luego de que irrumpiera en el mismo un comando vestido con verdes ropas de fajina.

También se le atribuye el secuestro y desaparición del intendente de Marcos Paz en 1976, Oscar Felipe Sánchez, y otras seis personas, así como el secuestro de un grupo de profesionales y empleados pertenecientes a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CoNEA).

La investigación de estos delitos forma parte de la megacausa del Primer Cuerpo del Ejército, en la que Rafecas imputó a Martínez su participación en el “plan sistemático de represión implementado luego del procesamiento de la información obtenida en los interrogatorios mediante la tortura a detenidos, la infiltración, el análisis de la documentación y demás material capturado en los procedimientos de detención ilegal”.

Con dicho material, y bajo el mando de Martinez, se realizaba la llamada “apreciación de inteligencia” y determinación de “blancos” que guiaban las acciones a seguir.

La imputación al militar se extendió a los padecimientos de más de un millar de víctimas privadas ilegalmente de la libertad, la aplicación de torturas en centro clandestinos de detención, su desaparición y homicidio.

Las víctimas estuvieron en los centros de detención conocidos como Club Atlético, Banco, Vesubio, Superintendencia de Seguridad Federal (SSF), Garage Azopardo, Cuatrerismo-Brigada Güemes, Comisaría de Monte Grande, Automotores Orletti, Hospital Posadas, Sheraton-Comisaría de Villa Insuperable, Comisaría Primera de Junín, la cárcel en construcción de Junín y el destacamento de Morse, entre otros.