Causa Área Paraná: condenas leves para los genocidas

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Causa Área Paraná: condenas leves para los genocidas

30 Diciembre 2015

Por Pablo Russo

El ex policía federal Cosme Demonte fue condenado a perpetua por el secuestro y homicidio de Victorio Erbetta y Pedro Miguel Sobko, desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. El ex militar Jorge Appiani recibió 18 años de prisión por el secuestro y torturas de 27 personas, incluyendo al desaparecido Claudio Fink. En este caso, la Querella había pedido prisión perpetua y la Fiscalía 25 años de prisión. La pena de Appiani será efectiva hasta el 2027. Al ex militar José Appelhans le tocaron 14 años por secuestros y torturas de sus víctimas, aunque se pedían 25. Como ya estuvo 6 años preso, saldrá libre en 2023. El médico Hugo Moyano sacó 8 años por participar de sesiones de torturas. La Querella pedía 25 y la Fiscalía 18; saldrá en 2017. Para el militar Alberto Rivas y Rosa Bidinost, ex directora de la cárcel de mujeres, 6 años; y para el militar Oscar Obaid, 3 años. En el caso de Alberto Rivas, la Fiscalía y la Querella habían pedido 25 años de prisión, y para Bidinost 25 mientras la Fiscalía solicitaba 15. Para Oscar Obaid la Querella había pedido 25 y la Fiscalía 8. Por el tiempo en que estuvieron detenidos -seis años de los 40 que lleva la causa-, los últimos tres condenados ya pueden compartir la calle con sus víctimas sobrevivientes.

En la mañana gris con lluvias intermitentes del miércoles 23 de diciembre, militantes de organizaciones sociales, de Derechos Humanos, partidos políticos, sindicales, y público en general se concentraron para escuchar el veredicto frente a los Tribunales Federales de la capital entrerriana. La salida de los testigos y querellantes fue acompañada por el aplauso colectivo; hubo palabras desde un escenario y presentaciones de la murga local La Malparida. Marcelo Boykens, abogado querellante, anticipó que apelarán las condenas por insuficientes. La causa Área Paraná se inició con la democracia y fue interrumpida por las leyes alfonsinistas de Obediencia Debida y Punto Final (1987). La investigación se retomó luego de la anulación de esas leyes en 2003, y el proceso se extendió durante 12 años por las estrategias de demoras que plantearon los abogados defensores de los milicos. Como suele ocurrir cuando la justicia se demora, la mayoría de los imputados murieron impunes o fueron apartados por demencia senil durante ese tiempo. La causa investiga delitos de lesa humanidad contra 52 víctimas, y las desapariciones de Pedro Sobko, Victorio Erbetta, Claudio Fink, Carlos Fernández, y Juan Alberto Osuna.

Fallo y apelación

“¿Cuánto nos tienen que torturar, cuánto tenemos que sufrir para que reciban las penas que tienen que merecer? Hay que tener las pelotas y los ovarios bien puestos para cumplir con la ley y hacer justicia, sino nunca más vamos a poder ser un país como la gente” dijo el querellante Manuel Ramat desde el escenario luego de la lectura del fallo condenatorio. A su turno, Silvita Erbetta (hermana de “Coco” Erbetta) en referencia a Demonte (único veredicto festejado en la calle), expresó: “no esperaba otra cosa, quería escuchar esta sentencia, que durante años estuviera detrás de las rejas por todo lo que hizo”.

Clarisa Sobko, de HIJOS Paraná, dijo emocionada: “Todos fueron condenados, y eso hay que aplaudirlo. No hubo absoluciones y lo importante de eso es que es verdad lo que todos los compañeros vinieron a contar, son verdaderas las pruebas, acá hubo un genocidio en territorio entrerriano y todo esto forma una pequeña parte de los torturadores y genocidas de nuestra tierra. El que se equivocó acá fue el juez y no nosotros”. Por parte del equipo de abogados querellantes, Marcelo Boykens indicó que “hoy es un día para festejar, tenemos sentencia. Esto es reparatorio para todos: para las víctimas, para los familiares y para la ciudadanía toda”, y agregó: “esta es la primera sentencia con este gobierno, y ha quedado claro que no hay marcha atrás en el juicio y castigo. Acá no se rinde nadie”.

Sofía Uranga, querellante por HIJOS, sostuvo que “para este juez no hay autores entre los condenados, son todos participes necesarios, secundarios. Los montos de las penas, es importante que estén los siete condenados, pero evidentemente falta en términos de entender la valoración de la prueba testimonial de los compañeros, los sobrevivientes, los familiares y los otros testigos que se han jugado y han declarado. Vamos a seguirla hasta donde se pueda”.