A un mes de Casa Tomada

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A un mes de Casa Tomada

21 Octubre 2017

Por Franco Berdini (*)

Casa de las Américas es una institución artístico-cultural cubana creada en los primeros tiempos de la Revolución con el fin de contener y unificar el pensamiento de lxs jóvenes artistas y pensadorxs de la época, y abrir las puertas para la América toda. Fue pensada y creada por su primera presidenta, la revolucionaria desde tiempos de la clandestinidad, Haydée Santamaría.

En esta línea es que deciden, en 1983, hacer el primer Encuentro de Creación y Pensamiento Joven de las Américas, con el fin de juntar a un movimiento amplio de jóvenes que hasta ese momento no habían tenido la posibilidad de encontrarse, y con la premisa del debate comprometido en materia de estética, relación praxis social-arte, e integración regional.

En ese momento la Casa decidió apostar por el futuro creativo y de pensamiento social en el continente justo en el mes en que se conmemoraba el asesinato de uno de los paradigmas fundamentales de las juventudes de la América Latina: Ernesto Che Guevara. A esa primera versión, entre tantxs, fueron invitadxs el gran narrador y ensayista guatemalteco, Arturo Arias, y la crítica de arte María Elena Ramos, de Cuba. Mientras que de Argentina fueron invitados Jorge Boccanera, poeta y dramaturgo, y el también poeta José María Memet.

Es en 2009, en el marco de los 50 años de existencia de Casa de las Américas, que deciden retomar la realización de este encuentro como corolario de los festejos, y le dan el nombre artificial de Casa Tomada, como homenaje al cuento de Julio Cortázar. Toma este nombre porque lxs jóvenes organizadorxs de ese II Encuentro entendían que, como en el cuento de Julio, la casa estaba tomada por fantasmas que hacían de ella un lugar exquisito para el encuentro de personalidades de la América. Entre ellxs creían que deambulaba el espíritu de Haydée, del Che Guevara, de Camilo Cienfuegos, entre tantxs, que no hacían más que cuidar de lxs habitantes de la Casa.

Desde 2009 se viene desarrollando ininterrumpidamente cada cuatro años (2013 y 2017). Este año, como todas las versiones, en el mes de setiembre, la Casa abrió las puertas para lxs jóvenes de la América. “Frases como ‘De la sala de clases a la lucha de clases’, ‘Movimiento social por un transporte público de verdad’, ‘Seguridad para estudiar, libertad para vivir’, ‘No más educación racista para el Pueblo Mapuche’, representan movimientos sectoriales; pero eso que bien se escucha en una calle de Brasil, México o Chile, resuena en todo el continente y forma parte de una trama más compleja. La toma de la calle, la movilización, la protesta también a través de las redes sociales, dan cuenta de procesos más amplios que discuten la actualidad de las Américas”, sentenciaba el programa entregado a lxs asistentes y a la prensa. “Tomar la Casa es entonces nuestro propósito”, insistía.

Los ejes abarcados fueron:

  • Juventud, participación y comunicación;
  • Creación y pensamiento en las Américas, ¿continuidades y rupturas?;
  • Autogestión, alternatividad e independencia. Estrategias de existencia y posicionamientos de la producción cultural contemporánea;
  • Conflictos y movilizaciones por el derecho al territorio, por los derechos de la naturaleza y su protección; y
  • Jóvenes en la construcción y salvaguarda de la memoria histórica del hemisferio.

“La presencia colectiva se realiza desde un espacio público interconectado con la acción directa de las juventudes que resinifica la política desde cuerpos presentes, con estéticas artísticas cada vez más articuladas que ocupan, toman, y hacen suyo el espacio y el territorio que les son propios”, continuaba el programa.

La inauguración del primer día, el martes 19, fue frente al malecón (costanera) y estuvo a cargo del grupo de danza FEY (“hoja”, en creole haitiano), integrado por cubanas y dirigido por Yaima Santana. Combinando la cultura y los bailes afrocaribeños, se hizo una representación estableciendo un símil entre las hojas de las plantas y su condición de mujeres afrodescendientes, siempre en constante relación con otros elementos de la naturaleza como el agua. Luego se invitó a subir a la sala “Che Guevara”, donde el escritor guatemalteco Arturo Arias dio las palabras de inicio, invitando a lxs jóvenes presentes a “tomar la Casa, como siempre, con creatividad”.

En esa tarde la actitud desagradable quedó a cargo del embajador argentino en Cuba, Ernesto Pfirter, que luego de las palabras de inicio de Arturo se retiró, y consultado por el caso Maldonado, esquivo el interrogante y salió sin dar respuesta.

El acto más fuerte y emotivo estuvo a cargo de La Poderosa, que en su ponencia al final del primer panel -“A la calle nuevamente. La América Latina y el Caribe desde sus espacios públicos”- sentó, simbólicamente, a Santiago Maldonado y le cedió la palabra, colocando el micrófono frente a la remera argentina con la imagen del rostro del artesano desaparecido por Gendarmería nacional el 1 de agosto pasado. Además, aprovecharon a definir el porqué de su organización como “la necesidad de querer reclamar por sus 7 maravillas”: el sol, la tierra, el agua, la educación, la cultura, la salud y la libertad.

Así también durante ese primer día de encuentro se dio inicio a los cuatro talleres, seminarios y acciones que tuvieron su puesta en común el ultimo día, el viernes 22. Estos fueron:

  • la intervención gráfica en el patio Casa Tomada, a cargo del grupo feminista “Nosotras estamos en la Calle” de Perú;
  • “A propósito del muro: escritura de lo público y lo privado” impartido por el argentino Gabriel Cortiñas y la colombiana Gloria Esquivel;
  • un seminario de teatro documental a cargo de la chilena Paula González Seguel; y
  • el taller “la juventud en busca del espacio público. Propuestas para la acción” a cargo del colectivo cubano Nuestra América.

También hubo un espacio para el intercambio de experiencias independientes titulado “Conversatorio: a toda costa, a todo costo. Alternativas ante los circuitos dominantes de producción cultural” y se inauguró la exposición “Se miran y se tocan. Panorama editorial joven Latinoamericano y Caribeño a través de diferentes soportes”, con lecturas en la sala de la biblioteca de Casa de las Américas.

En el segundo día siguieron los paneles, los talleres y hubo presentaciones artísticas escénicas. Se desarrollaron los paneles

  • “Cuerpo y territorio. El debate público de lo queer”;
  • “Llegan jóvenes a la Casa. Revivir los encuentros”;
  • “Pensar el territorio. Conflicto y movilización“; y
  • “Juventud y Ciencias Sociales en la América Latina. Homenaje a CLACSO”, dedicado a reconocer la labor de esta institución dedicada a promover la investigación social para el combate a la pobreza y la desigualdad, y contribuir, desde los aportes de la investigación académica y del pensamiento crítico, a promover políticas de desarrollo sustentables en términos económicos, sociales y ambientales, entre otros objetivos.

Las presentaciones artísticas fueron “Instrucciones de la mecánica”, a cargo del grupo de teatro Las Nietas de Nono (Puerto Rico), y 11:11, obra de danza contemporánea a cargo de SurOeste (México).

El tercer día llegaba con la sensación del final y con la certeza de que quedaba menos por vivir que lo que había pasado. Los encuentros fueron destinados a la comunicación, a la memoria y a la palabra, con los paneles

  • “Desafíos al mainstream comunicacional en las Américas”,
  • “Juventud y memoria histórica: marchar juntos”, y
  • “Desde la palabra: encuentro de poetas y lógicas autorales” respectivamente.

El más significativo fue el dedicado a la Memoria, que trajo la vida y obra de personalidades transcendentales en la transformación de los Pueblos y las luchas colectivas, como Tati Allende, Roque Dalton, Walter Rodney, Rodolfo Walsh –en la voz de La Poderosa-, y Haydée Santamaría. También hubo una ponencia que abarcó la historia como concepto, en la persona del cubano Josué Veloz, que definió que “la historia plantea una discusión a partir de la verdad, desde lo que pasó o no pasó”.

El último día comenzaba con sabor a despedida, y a comienzo: comienzo del desarrollo de las relaciones que se habían empezado a tejer durante los tres encuentros anteriores y seguiría sucediendo durante el viernes 22. Esta jornada fue destinada a la puesta en común de los talleres, el de escritura, el de teatro documental, y el de acción colectiva, además de la inauguración de la intervención gráfica finalizada en el patio de la Casa por el grupo de peruanas “Nosotras estamos en la calle”. También tuvieron lugar los cruces; comunicacional, musical, teatral, y otro editorial, tendientes a intercambiar libremente las actividades y proyectos que cada persona, colectivo o institución realizan en sus territorios.

El momento más emotivo llegó a media jornada, con las palabras de cierre a cargo del revolucionario Roberto Fernández Retamar, presidente de Casa de las Américas. Después de hacer un reconocimiento a la fundadora y quien fuera la primera presidenta de la Casa, Haydée Santamaría, se metió de lleno a hablar de la juventud, rescatando las edades de algunas personalidades que han quedado en la historia. “José Martí tenía 15 y 16 años cuando hizo sus primeros textos que fueron toda una declaración política. José Antonio Mella tenía 25 años cuando fue ultimado por la dictadura del asesino Batista. Luis y Sergio Montes de Oca fueron asesinados a los 15 y 17 años respectivamente. Frank País, quien fue reconocido por Fidel como el más brillante de sus compañeros, fue fusilado a los 20 años. Fidel tenía 26 años cuando el asalto al Cuartel Moncada y 32 al triunfo de la Revolución, 30 el Che, 27 Raúl y 26 Camilo Cienfuegos”.

Y cerró agradeciendo: “Como en la canción de Fito, ustedes han venido en días difíciles a ofrecernos sus corazones, ellos quedaran latiendo entre nosotros, los recordaremos siempre, siempre les deseamos lo mejor, y les damos las más cálidas gracias”.

El Encuentro finalizó esa tarde con muestras audiovisuales de cortos latinoamericanos, obras de teatro, una puesta de danza contemporánea de la gran artista multidisciplinar y socióloga Nefta Poetry y el recital de cierre, a cargo del grupo cubano Boricua Soy.

Han sido días intensos en varios sentidos, pero sin dudas muy enriquecedores, y tendientes a seguir construyendo las redes necesarias para afianzar la liberación y la consolidación de una Patria Grande que nos abrace a todxs, al calor de la luz de la Revolución cubana y de un Pueblo digno y resistente. El último día, lejos de terminar, germinó y comenzó Casa Tomada.

(*) La cobertura completa de Franco Berdini sobre este evento, desde Cuba y para la revista Desenklaustrados, puede consultarse en este enlace. https://desenklaustrados.info/tag/casa-tomada/