Un guía para la inclusión

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Un guía para la inclusión

22 Diciembre 2019

Por Gabriela Margarita Canteros

 

Carlos Vera Flores es el único guía para sordos con formación en artes y cultura, que cumple sus funciones en el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). Esto es un motivo de orgullo, pero Carlos está precarizado en su rol y como trabajador del Estado. Durante el macrismo perdió su contrato de locación de obra y fue reducido a un contrato eventual, viendo diezmadas sus posibilidades de pasar a planta permanente.

 

Agencia Paco Urondo: ¿Cómo se convirtió en el primer guía sordo y para sordos del Museo Nacional de Bellas Artes?

Carlos Vera Flores: Trabajé en proyectos para la comunidad sorda y me llamaron para una capacitación de guías y mediadores culturales sordos. Empecé en el Museo Quinquela Martín, luego me convocaron para hacer la visita guiada de la Noche de los Museos en el MNBA donde sigo hasta hoy. Cubro un espacio y sostengo un lugar para la inclusión, realizando visitas para escuelas y para público de la comunidad sorda.

 

APU: ¿En qué consiste su trabajo y cuál ha sido la recepción de la comunidad en general?

C.V.F: En mi lugar de trabajo me reúno con Mabel Mayol, jefa de Extensión Educativa, para planificar dos meses antes la visita guiada. Recorremos la sala y compartimos información con compañeros. Estudio mucho, observo las obras con detenimiento e investigo para tener más conocimientos. Consulto a la comunidad sorda acerca de la Lengua de Señas Argentina (LSA). Soy sociable y estoy atento al público para que puedan disfrutar siempre la visita y que sigan concurriendo.

 

APU: ¿Cuál es su situación laboral y cuáles son sus anhelos como trabajador de museos ante esta nueva gestión?

C.V.F: Actualmente trabajo con contrato eventual que es el más precario que existe, sin ninguna cobertura ni ningún derecho. Me gustaría quedarme en planta permanente, porque tengo muchas tareas para desarrollar dentro del Museo. Me gustaría trabajar en equipo dentro de la oficina de Extensión Educativa.

 

APU: ¿Nos puede contar alguna anécdota especial ocurrida en su trabajo?

C.V.F: Al finalizar la visita los chicos de las escuelas vienen hacia mí con mucho afecto, me agradecen que puedan tener acceso al arte en su propio idioma LSA. Me han realizado entrevistas desde diferentes ámbitos. Muchos niños y niñas me ven con admiración, los docentes también, porque sienten que la comunidad sorda puede tener cada día más oportunidades laborales, si somos incluidos y se respeta nuestros derechos laborales como a cualquier trabajador.