Tom Lupo: radio surdesarrollada

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Tom Lupo: radio surdesarrollada

23 Agosto 2020

Por Agustín Pisani | Ilustración: Matías De Brasi

Estado poético

De pibe, Carlos Galanternik, escuchaba ceremoniosamente junto a su familia la radio en su Chaco natal (donde todavía no había tele). Mientras cenaban, sonaba el tarzanito, el Glostora tango club, los Pérez García o los domingos La revista dislocada. Influido, según él, por Hugo Guerrero Marthineitz, Tom, desde sus micros en submarino amarillo en sus comienzos e incluso en su última etapa en el pez náufrago mantuvo su coherenciay desarrollo un estilo que nos lega a la hora de hacer poesía o radio. 

Silencios, palabras, música, la música de las palabras, las palabras de la música. El tiempo del tiempo. La posibilidad de romper con la cotidianeidad construyendo una irrupción, un pensamiento, una apertura hacia lo otro. Citar, recitar, estar. La poesía, el rock, el arte, la palabra forma parte de su herramienta primera para poner en crisis lo dado, para retroceder sobre lo establecido y dejar en quien escucha la posibilidad de otra posibilidad. 

En la base de Tom siempre está el otro

Probablemente recuerden el eslogan de Juntos por el Cambio “haciendo lo que hay que hacer”. Eso que es para una parte bandera queda en ridículo en el aire de Lupo. Silencios, repeticiones, tiempos desacelerados, escucha, abrir puertas, convocar a gente desconocida. Hablar para insinuar. Decir. Pasar música nacional cuando eso era simplemente insultante o de mal gusto. Lo inesperado, la espera.

Tom pedía a quienes se acercaban a leer sus poemas que lo hagan a viva voz, con la misma convicción que les llevó a escribir. Ponía en evidencia esa tensión entre el arte y la mercancía. Compartía oportunidades.

Radio aquí, radio allá, siempre presente con el micrófono como piel hablándonos al corazón, inquietando a artistas como Charly, el Indio Solari o Luca con preguntas necesarias, con sinceridad amistosa, con la ofensiva de quien quiere un mundo menos peor. Lo mismo hacía con aquellas personas que llegaban con un cuadernito o un disco compacto a pedirle una mano en la difusión.

Sus programas estaban inundados de recepción. El rol de los oyentes en su poética radial siempre es el de alguien activo. Una suerte de creación colectiva, una búsqueda común, un potenciar el oficio radial. Un radio en común. Una comunidad, como una unidad. Así se conformaron grupos de oyentes de sus programas, como es el caso del movimiento dolcevique compuesto por escuchas de aquella cita radial que transformó la nocturnidad en Radio Nacional.

Noche tras noche

Ir a dormir o terminar los días escuchando su voz, su pensar, su calidez oscura. Como quien consume un café para dormir, como quien necesita algo para sentirse parte de un mundo donde está bien no sentirse parte. Poder concluir la jornada dándole de comer al alma.

Él, más acá que allá

Parte del aire. Tom militó la música nacional, el rock argentino por ética y por estética. Nadie daba un mango por nuestra nueva escena musical pero él ahí estaba invitando a su espacio, dando aliento a un desconocido Gustavo Cerati, por ejemplo. Siempre militó la divulgación de nuestra literatura, nuestra poesía, nuestra lírica, nuestro rock. Tom lega una militancia periodística profunda: la igualdad de oportunidades. El aire que mueve Tom es viento para todas las voces. Su manera de ejercer el oficio es un enorme ejemplo de cómo se defiende la industria cultural sin otorgarle al arte valor de mercancía. 

Abierto y predispuesto, antiestrella, siempre conectado con su recepción y a quienes trabajaron con él. Sencillo, profundo y directo. El pez náufrago se destaca en un mar de sintonía que se diluyen en lá búsqueda de la venta, mientras él encuentra su buscar. 

Tom, aire en ausencia. Un después, que antes fue posible.Abridor de mundos, oyente, intérprete. En la voz de Tom hay cuerpo, presencia. Recitar, volver a citar, citar, traer, convocar, generar un pueblo oyente activo un movimiento. Un giro hondo adentro de un aparato. Extraña cualidad la del Tom que por mover el aire transformó la radio. Si Tom no está, es porque Dios no existe

*Poema “Poética de las palabras que pasan zumbando” del libro Entre muebles y sombras. Copetes, poesías, cuentos, aforismos, graffittis y otras combinatorias. Buenos Aires: Gárgola.

                               

Poética de las palabras que pasan zumbando   

“Las oportunidades pasan quedas”

Juan Domingo Perón

 

Maestro

de tu vida,

deberás leer

los signos

en la oscuridad.

 

Hay muchos cantos

para la caída

y pocos

para la ascensión.

 

*Gabriela Borrelli Azara, nos sugirió este poema, entre otros de Tom para compartir.

Grabaciones encontradas por Radio Nacional

http://www.radionacional.com.ar/category/grabaciones-encontradas/