Superclásico: Lo de la hinchada de Boca fue una fiesta popular

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Superclásico: Lo de la hinchada de Boca fue una fiesta popular

12 Mayo 2013

APU: ¿A qué está dedicada la columna de hoy?

Horacio Bustingorry: Vamos a reflexionar sobre la decisión del Fiscal Martín López Zavaleta de jugar a puertas cerradas el próximo partido que Boca juegue de local.

APU: El fiscal decidió jugar a puertas cerradas en el estadio de Boca por una fecha a raíz de lo que fueran los festejos del día domingo, la suspensión momentánea del superclásico entre Boca-River ¿Cómo lo ves?

HB: En primer lugar, Zavaleta había pensado suspender las dos bandejas donde se instala la 12, o sea, la bandeja del medio y la de abajo pero finalmente dictaminó esta decisión y no se descarta que pueda suspenderse el estadio. El primer punto para tener en cuenta es ver cuál es la argumentación para suspender el estadio. Por mi parte no comparto la decisión, si es por un tema de inseguridad. Salvo cuando cae la bomba de estruendo del otro lado sobre el arquero Barovero, el resto de los hechos no se caracterizaron por poner en riesgo el juego.

Parece ser más un tema de castigo debido a las contravenciones que prohíben entrar bengalas, bombas de estruendo, bombas de humo, etc. Lo que se puede ver acá es un excesivo celo por ese tipo de cuestiones, porque tradicionalmente en los estadios de Capital Federal, que es donde rigen estas normativas, se han tirado bengalas o bombas de estruendo y no ha habido mayor problema.

APU: ¿Esto a partir de contravenciones en Capital Federal?

HB: Sí, es un Protocolo de Actuación que impulsó el Ministerio de Seguridad Nacional para Capital Federal. Fijate que en los partidos de Capital Federal no hay tirantes, pero si en los de  provincia de Buenos Aires. Esto ocurre por una serie de disposiciones que están establecidas sólo para Capital Federal.

APU: ¿Hay alguna intención de homogeneizar los protocolos de actuación de la fuerza de seguridad?

HB: En algún momento cuando intervino el Juez víctor Perrotta, hubo una homogeneidad en cuanto al tamaño de banderas y otra serie de disposiciones que limitaban el cotillón de las hinchadas. Actualmente son  los organismos de seguridad provinciales los que dictaminan en la materia. La provincia de Buenos Aires no contempla mucho más de 4.000 personas para el público visitante, a diferencia por ejemplo, de los partidos importantes en Córdoba. Por el momento no hay unificación de criterios.

APU: En principio, lo que se sabe hasta ahora es que Boca jugaría en la “Bombonera” a puertas cerradas.

HB: Claro, inicialmente a puertas cerradas y no se descarta la suspensión del estadio.

APU: Yo soy hincha de Boca y la verdad celebré la intervención de la hinchada boquense el día domingo pero pienso esto: ¿No hay que encontrarle alguna vuelta a tener parado el partido 10 ó 15 minutos?

HB: Uno debería preguntarse si era necesario que se pare. Puede ser que cuando hay tanta gente colgada del alambrado sea imprescindible que el partido sea parado, pero muchas veces se ha parado cuando hay una sola persona colgada. En ese sentido querría diferenciar lo que fue el despliegue de pirotecnia de la hinchada de Boca, de la bomba de estruendo que cayó sobre Barovero. Ese hecho sí ameritaba que se pare el partido. Digo esto, a raíz de los dichos de los relatores de Fútbol para Todos, quiénes exigía  que el público no debe ser protagonista.  Ahí tenemos dos cosas para pensar.

En primer lugar si se quiere que el público no sea protagonista, que no se pare el partido inmediatamente cada vez que aparecen este tipo de situaciones, o incluso cuando hay cantos discriminatorios. Son demasiados los celos para que los hinchas guarden cierta compostura y se comporten de la manera que se considera adecuada. En segundo lugar, en Argentina el hincha no es espectador, es hincha. Y eso implica tener algún grado de protagonismo. Obviamente que se tienen que fijar límites. Lo que habría que pensar es si no se están corriendo demasiado los límites ante la primera eventualidad que surge.

Quiero destacar un punto más. Escuché en un programa decir que por culpa de unos pocos el público de Boca paga las consecuencias. Es notable que si algo hubo durante todo el despliegue de pirotecnia fue el acompañamiento total del estadio. En estos tiempos de tanto repudio de los hinchas a sus barras, eso debe destacarse. Debe entenderse que acompañamiento fue total porque lo que hizo la hinchada de Boca fue una fiesta popular.

APU: No se termina de entender el fenómeno tan complejo que es la barra brava. No se termina de entender estas cosas que pasan, como el domingo, ese relato de son inadaptados que se reproduce para cualquier lógica. Los periodistas caían una y otra vez en que los hinchas genuinos no quieren esto pero ignoraban que todos los hinchas que estaban en el estadio y los que miraban por televisión cantaban en simultáneo con lo que estaba pasando en la cancha. Era obvio que la gran mayoría de los hinchas de Boca celebraban ese momento.

HB: Lo vivieron intensamente, con lo cual, si es cierto que todo fue armado por la 12, en este caso hubo una solidaridad total.

APU: Siempre se dice que la 12 controla todo el Estadio. Hay que tener en cuenta que en la Bombonera muchas veces otros sectores del estadio discuten contra la 12. Pasó en un partido anterior en la Bombonera, donde otros sectores de la cancha, alentaban por Boca cuando la 12 tenía un planteo más duro contra los jugadores.

HB: Entablaron un diálogo cruzado. En otros estadios aparecen estas situaciones donde  algún mal comportamiento de la hinchada es repudiado por el resto de sus hinchas. Sin embargo también ocurren situaciones como la del último Superclásico. No es la primera vez que un despliegue de bengalas contagia a todo el público. Ese es un rasgo del hincha argentino. Recuerdo un partido en la cancha de Rosario Central donde los relatores estaban indignados por el despliegue de pirotecnia y sin embargo todo el estadio no paraba de cantar y de saltar. Si se quieren frenar esas situaciones tendrá que darse una respuesta masiva, lo cual no parece muy conveniente.

APU: Todos los hinchas de Boca estamos de acuerdo. Fue espectacular, fue parte del folklore, sacando lo de los tres tiros al arquero que eso sí debe ser repudiado, a tal punto que el árbitro debió suspender el partido. Si esto hubiese ocurrido en el ascenso seguramente se hubiese suspendido el partido. Creería que la suspensión del estadio está bien en el sentido de que el partido se paró 15 minutos. De alguna manera si uno legitima esto, entiendo que va a haber muchos clásicos o muchos partidos donde una hinchada va a estar 10 ó 15 minutos parando el partido.

HB: Te digo dos cosas. Tu planteo es razonable pero la pregunta que surge es ¿Debía pararse el partido? Tal vez sí, porque ante humo no se puede jugar. Pero no creo que siempre sea necesario. En segundo lugar, recuerdo un Unión-Quilmes en Santa Fe, donde empezó un cruce de piedras entre las dos hinchadas, se paró el partido 15 minutos, se desalojó a toda la gente de Quilmes y después se continuó, en condiciones mucho más anormales de lo que fue este Boca-River. La gente de Quilmes que viajó a Santa Fe, con lo que sabemos el sacrificio que cuesta, fue desalojada del estadio y el partido continuó. Así se legitimó la actuación de la policía, más a gusto con la presencia de una sola hinchada y así poder trabajar menos. Es razonable tu planteo pero habría que verlo en la totalidad de situaciones que se dan en nuestro fútbol.

APU: Ledesma contaba que el árbitro llamó a los jugadores y preguntó si lo paraba o no, Ledesma le contestó que o lo paraba definitivamente o sigamos, no paremos todo el tiempo.

HB: Eso es lo que después va a decir el árbitro, pero es cierto que el partido fue muy interrumpido y muy accidentado. Sin embargo vuelvo al principio. La decisión de jugar a puertas cerradas es más un castigo porque se burlaron los organismos de seguridad que una medida que esté pensada en garantizar la seguridad del estadio.