Recomendación de amigo: Tenemos que hablar de Kevin

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Recomendación de amigo: Tenemos que hablar de Kevin

05 Marzo 2016

Por Santiago Gómez
Desde Florianópolis

No es casualidad que sólo en un lugar del mundo se repita la entrada de un alumno a una escuela con un arma que decide matar a sus compañeros, docentes, por lo mal que la pasa. Tampoco es casualidad que esa clase de hechos sucedan en una sociedad en la que el 10% de la población participó de alguna guerra, con las consecuencias subjetivas y sociales que eso conlleva para el ex combatiente, sus familiares y su vecindario. "Tenemos que hablar de Kevin" es una película basada en la novela de la escritora estadounidense Lionel Shriver, que intentó rearmar la historia que lleva a un joven a tener deseos de matar a sus compañeros.

Lo bueno de esta película, es que podríamos cambiar el nombre de Kevin y poner otros o varios temas, bien podría funcionar: Tenemos que hablar de la lógica del tanto tienes tanto vales, Tenemos que hablar de que no se trata de ser un "winner" sino de no ser un "looser", Tenemos que hablar de las consecuencias de que los pibes sientan que son una molestia para quienes "deberían amarlos".

Esta es una de esas películas en la que bien vale la frase "ningún pibe nace yankee". Como muestra Harmony Korine en "Kids", "Gummo", "Spring Brakers", por nombrar al director de la última película recomendada, la sociedad estadounidense ofrece lugares a sus jóvenes que estos padecen. Voy a contar una anécdota solo a modo de ejemplo. Pileta en un hotel de México, jóvenes yankees a los gritos, con tragos de los más variados colores, jugaban al voley. Cuando hacían un punto se golpeaban las manos como Tom Cruise y su colega en Top Gun. Pensé que eso era cosa de películas, que era mentira que podían existir personas así, con esa clase de conductas, pero no, la estupidez humana que disemina la televisión estaba toda encarnada delante mío. Y cuando uno levanta el brazo para saludar a su compañero por el tanto marcado veo el tatuaje que lleva sobre las costillas que dice "Everything you do, I do better". Cualquier cosa que hagas, yo la hago mejor. Otro tenía tatuado el número 2 sobre su omóplato y debajo decía: YOU.

Con esas exigencias sociales, con el mandato de estar siempre adelante del otro o más arriba, no hace falta ser muy inteligente para pensar en las consecuencias en los pibes que no alcanzan ni siquiera al número 2. "Tenemos que hablar de Kevin" es una película que invita a pensar en esos pequeños gestos cotidianos, naturalizados, que por detrás promueven una sociedad inhumana. Para verla, tan sólo hacer click acá