Las salas y comunidades teatrales del Chaco no se rinden
La Asociación Civil Kandanga Cultural presentó una acción de amparo y medida cautelar para frenar el avance del Decreto 345/2025, en representación de las 15 salas de teatro independiente del Chaco y de toda una comunidad teatral profundamente afectada por esta medida regresiva.
El teatro chaqueño, como el de tantas otras provincias, no se construyó desde el centro ni desde los márgenes del poder, sino desde abajo, a fuerza de trabajo colectivo, gestión comunitaria y vínculos que entrelazan generaciones de artistas, formadores, estudiantes, técnicos y públicos. En ese entramado vivo y vital, el Instituto Nacional del Teatro (INT), creado por la Ley 24.800, ha sido una herramienta clave para sostener procesos creativos, circuitos formativos y accesos democráticos a la cultura.
El Decreto 345/2025 pone todo eso en riesgo. Por eso, desde Kandanga –junto a la comunidad teatral del Chaco– decidimos acudir a la justicia. La medida fue presentada este 12 de junio ante el Juzgado Federal N.º 2 de Resistencia, con el patrocinio del Dr. Gastón González Yospa.
Este decreto no solo pretende una reestructuración administrativa: busca desarticular el tejido federal y participativo que ha sostenido la vida teatral del país, al eliminar el Consejo de Dirección, disolver las representaciones provinciales, quitar la autarquía funcional del Instituto y centralizar el presupuesto nacional, dejando a las provincias sin herramientas para definir sus propias políticas culturales.
Estas modificaciones son más que técnicas: son políticas, y afectan directamente la soberanía cultural de los territorios. En el Chaco, hay 15 salas de teatro independiente activas, y más de 60 grupalidades y elencos en movimiento. Hay docentes que forman nuevas camadas, talleristas que abren espacios de contención en los barrios, jóvenes que encuentran en el teatro una voz y una comunidad, adultos mayores que regresan a escena, infancias que viven su primera experiencia creativa. Todo eso está hoy amenazado.
Marina Aranda, gestora cultural y miembro fundadora del Proyecto C.C. Kandanga expresó: "El Instituto Nacional del Teatro ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de la escena teatral chaqueña, garantizando la federalización de recursos, el acompañamiento sostenido a las y los trabajadores del teatro independiente y el fortalecimiento de las redes culturales territoriales. Para la Casa Cultural Kandanga, su rol ha sido decisivo: permitió concretar producciones, ciclos, capacitaciones y giras que de otro modo hubieran sido inviables, consolidando un espacio autogestionado donde el arte, la política y la comunidad dialogan desde una perspectiva popular, inclusiva y transformadora. Defender al INT es defender el derecho a hacer y compartir teatro en todo el país”.
“Gracias al INT pudimos construir la Sala, la mantuvimos y la pudimos reconstruir después del incendio, con cada peso rendido y devuelto en producción, enseñanza y trabajo. En la Sala trabajan diariamente 30 personas, más les artistas que pasan cada fin de semana. Se dictan 15 talleres con la participación de 300 estudiantes. El INT es fundamental para poder tener una Sala en condiciones”, manifestó Rocío Blotta, presidenta de la cooperativa.
El teatro no es un privilegio de unos pocos ni un adorno prescindible. Es una herramienta de expresión, memoria y transformación social. Es un derecho.
Frenar este decreto es una cuestión de justicia cultural, de respeto a los construido, y de defensa de la democracia participativa. La Ley Nacional del teatro no puede ser sustituida por un decreto sin debate ni consenso.
Desde Chaco, y en unidad con cientos de espacios, colectivos y artistas de todo el país, alzamos la voz para decir que no vamos a permitir este atropello.
¡Sin teatro no hay democracia plena!
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